lunes, 24 de octubre de 2016

Enseñanzas de José Smith Sobre el Sacerdocio, el Templo y las Mujeres - Respuesta a LDS.org



Una excelente respuesta al ensayo de la iglesia sobre el sacerdocio femenino, el templo y las mujeres en la iglesia.

Traducción directa de Mormonthink.com por su servidor.

Introducción

El 23 de octubre de 2015 se publicó un ensayo sobre las Enseñanzas de José Smith Sobre el Sacerdocio, el Templo, y las Mujeres en la Guía para el Estudio de la página web LDS.org.

Este ensayo parece ser una respuesta a la creciente oposición que algunas mujeres mormonas hacen por ser excluidas de recibir el sacerdocio, como el movimiento Ordain Women. Tales grupos detallan cómo las mujeres en los 1800 ejercieron lo que ahora se conoce como las ordenanzas del sacerdocio, tales como la sanación de los enfermos.

El nombre del ensayo implica que terminará la controversia acerca de lo que José enseñó con respecto al sacerdocio, el templo, y las mujeres, cuando en realidad el ensayo es casi en su totalidad sobre las mujeres; Sin embargo, tal vez es revelador que dicho ensayo trata de los tres argumentos históricos más importantes utilizados por quienes desean el sacerdocio femenino: la ordenación de las mujeres en la iglesia primitiva, las bendiciones de sanaciones de mujeres, y la obra del el templo de ambos géneros. (El cuarto argumento es, por supuesto, la existencia de una Madre Celestial, tema al que se le publicó su propio ensayo simultáneamente con éste).

Un editor de MormonThink responde al ensayo a continuación. (Hemos tomado libremente de otras respuestas al ensayo de la Iglesia, incluyendo un curioso post de mormones en reddit.)

Parafraseando

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Es interesante que la Iglesia titula el ensayo, "Enseñanzas de José Smith..." en lugar de algo como "las mujeres y el sacerdocio". Este se centra en las enseñanzas de José Smith y se salta las doctrinas misóginas mormonas que se enseñaron y avalaron públicamente por Brigham Young, Orson Pratt, Spencer Kimball y otros profetas y apóstoles. Se les permite a los autores del ensayo ignorar la poligamia, el sexismo institucionalizado y los polígamos espirituales actuales. Se les permite ignorar de plano los movimientos de mujeres, tales como Ordain Women o el ERA. No es de extrañar, que también se olvidaran de mencionar que a las mujeres no se les permitía orar en la sacramental hasta el año 1978 o en la Conferencia General hasta 2013. (Como una tangente, que fueron, curiosamente, permitidas para ofrecer oraciones para abrir las sesiones de la Legislatura de Utah por lo menos desde 2001).

El ensayo comienza con la frase "las mujeres y los hombres". Este es el código actual para los líderes de la Iglesia, cuando quieren que las mujeres que sienten que no son valoradas, lo que es una de las raras ocasiones en que la Iglesia pone en primer lugar a las mujeres, incluso si es sólo de nombre. A modo de comparación, la frase "los hombres y las mujeres" se utiliza en otros lugares, y (no tan), irónicamente, aparece casi dos veces más a menudo dentro de este ensayo. En el sitio LDS.org, la frase "hombres y mujeres" se usa 12 veces más frecuentemente que "las mujeres y los hombres".

El ensayo usa palabras para hacer que la Iglesia suene más cristiana. A diferencia de la referencia más popular de "misión" de José Smith, se refieren a ello como su "ministerio". Se trata de una nueva tendencia de tal manera que sólo hay 52 referencias en todo LDS.org, con sólo unas 6 referencias anteriores a 2012 (una en 1.997, ninguna antes de ese año). Esto parece ir mano a mano con las referencias a la Biblia como excusa para la misoginia de la misma manera en que ellos se excusaron para tener una doctrina racista. Y sí, mientras que utilizan la Biblia para justificar la misoginia, no la usan para reconocer que las referencias de videntes, profetas y reveladoras femeninas de la Biblia.

Errores y declaraciones engañosas

El primer párrafo parece implicar que los hombres y las mujeres comparten por igual en todo lo que la Iglesia tiene que ofrecer, excepto el sacerdocio:
Las mujeres y los hombres disfrutan de muchas oportunidades de servicio en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tanto dentro de las congregaciones locales como a nivel de toda la Iglesia. Entre otras cosas, las mujeres Santos de los Últimos Días dan discursos en las reuniones dominicales y en la conferencia general de la Iglesia; sirven misiones de proselitismo de tiempo completo; llevan a cabo y ofician ceremonias sagradas en los templos de la Iglesia y dirigen organizaciones que ministran a las familias, a otras mujeres, a las jovencitas y a los niños. Ellas participan en los consejos del sacerdocio tanto a nivel local como general. 
El ensayo no quiso decir que a las mujeres no se les permite ni siquiera ofrecer oraciones en la Conferencia General sino hasta 2013. Las mujeres dieron menos del 20% de los discursos en las principales conferencias. A las mujeres no se les permite asistir a las sesiones del sacerdocio de la Conferencia General (a pesar de que los discursos del sacerdocio están disponibles para las mujeres cuando se publican en The Ensign y la Liahona el mes siguiente a la reunión). Las Misioneras deben ser un año mayor, servir por seis meses menos y no pueden servir en cualquier papel del liderazgo misional excepto como líder en la formación de otras hermanas. Además, las mujeres misioneras informan a tres niveles de misioneros masculinos (que a menudo son más jóvenes que ellas). Las mujeres no puede bautizar ni preparar o repartir la Santa Cena.

La afirmación de que "
Ellas participan en los consejos del sacerdocio tanto a nivel local como general" es un poco engañoso. Lo primero que debe definirse es lo que realmente es un "consejo del sacerdocio". Desde el Manual 2:
4.1 Consejos en la Iglesia
Resultado de imagen para Manual 2 sudLa Iglesia del Señor se gobierna por medio de consejos a nivel general, de área, de estaca y de barrio. Estos consejos son fundamentales para el orden de la Iglesia.
Bajo las llaves del liderazgo del sacerdocio a cada nivel, los líderes deliberan en consejo para el beneficio de las personas y de las familias. Los miembros de los consejos también planean la obra de la Iglesia que se relaciona con sus asignaciones. En los consejos eficaces se solicita la plena expresión de los miembros de dichos consejos, y unifican sus esfuerzos al responder a las necesidades de las personas, de las familias y de las organizaciones.
Como sumo sacerdote presidente del barrio, el obispo preside tres consejos relacionados entre sí: el obispado, el comité ejecutivo del sacerdocio y el consejo de barrio. En este capítulo se proporciona una explicación de cada uno de ellos.
4. El Consejo de Barrio, Manual 2: Administración de la Iglesia.
A las mujeres se les permite participar en los dos últimos de los tres consejos mencionados, pero sólo de forma limitada. Están excluidas de la reunión de Obispado. Tienen un papel limitado en la reunión del comité Ejecutivo del Sacerdocio:
Según sea necesario, el obispo puede invitar a la presidenta de la Sociedad de Socorro a asistir a algunas reuniones del CES para analizar asuntos confidenciales de Bienestar y coordinar las asignaciones de la orientación familiar y de las maestras visitantes.
4.3 Comité Ejecutivo del sacerdocio, Manual 2: Administración de la Iglesia.
Por invitación de un obispo, un hombre puede permitir que una mujer asista a la reunión.

Una mujer representante de las presidencias tanto de la Sociedad de Socorro como de las Mujeres Jóvenes participan en la reunión del Consejo de Bario. Desafortunadamente, con frecuencia se encuentra que en las reuniones se delegan tareas específicas de géneros, tales como asignaciones a proporcionar decoraciones, volantes, comida, etc., para las actividades del barrio.

Como se ha señalado, el obispo preside estos consejos, por lo que las mujeres realmente nunca serán capaces de conducir ninguna de estas reuniones.

Sus ejemplos de servicios compartidos [a las mujeres] se limita sólo a nivel local, no administrativo. Ellos tratan de dar a entender que existe un servicio igualitario en todas partes en la iglesia, pero no mencionan lo que realmente hace el liderazgo femenino de nivel superior (nada de importancia, aparte de ser las marionetas de las relaciones públicas y para las recientes afirmaciones de que se les permite expresar sus opiniones en los todos los consejos del sexo masculino). También fallan en reconocer que las posiciones de nivel superior para los hombres son pagas. Para las mujeres, al parecer, no lo son.

Mujer trabajadora

El ensayo afirma que hay mujeres empleadas por la Iglesia:
Mujeres profesionales enseñan la historia y teología de los Santos de los Últimos Días en universidades de la Iglesia y en los programas educativos de la Iglesia para los jóvenes ...
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En cuanto a la segunda mitad de esa declaración, de hecho hay muy pocas instructoras pagadas a tiempo completo del SEI que son mujeres. Sin embargo, hay un gran número de mujeres que enseñan en posiciones sin sueldo de seminario e instituto.

El ensayo afirma que hay mujeres profesionales en la Iglesia. Esto es cierto, pero es como decir que hay hombres de color en los niveles superiores de liderazgo. Sí, hay figuras simbólicas que ocupan puestos influyentes, pero eso no apoya la igualdad que se está insinuando. Asimismo, no mencionan que ha pasado menos de un año desde que se permitió que las mujeres trabajaran en estas posiciones "profesionales" durante el embarazo. No fue sino hasta 2013 que BYU contrató a su primera profesora de sexo femenino que tenían niños pequeños (tras el cambio de política). Esta política nunca habría sido tolerada por cualquiera de las empresas públicas y habría sido considerada sexista e ilegal.

En cuanto a la Universidad Brigham Young, de los más de 1500 profesores de las facultades y más de 1300 profesores a tiempo parcial, al parecer, hay sólo 108 mujeres (3,8% -7,2% para los que llevan la cuenta - [nota: no se ha verificado que todas las mujeres de la facultad estén en la asociación de mujeres y no está claro si la inscripción es automática, o si hay sanciones que disuadan a las mujeres a unirse]).

Además, no se menciona en los ensayos que la Iglesia, incluso hoy en día, da instrucciones a las mujeres de no trabajar fuera de casa si es posible. La Sociedad de Socorro (así como las clases del sacerdocio) siguen dando lecciones anuales que enseñan que las mujeres no deben trabajar fuera del hogar. Se taladra en los miembros que los hombres deben trabajar y las mujeres deben quedarse en casa y cuidar de los niños.

Resultado de imagen para La Mujer Santo de los Últimos DíasEs por eso que es tan importante para las madres se queden en casa a cuidar de sus hijos. Ellas deben tratar de no dejarlos al cuidado de los demás. Nuestros líderes han pedido a las madres que no trabajen fuera del hogar a menos que sea absolutamente necesario.
"Lección 14: La Mujer Santo de los Últimos Días," The Latter-day Saint Woman: Basic Manual for Women, Part A, (2000), 97-107


Resultado de imagen para Julie B. BeckLas responsabilidades femeninas incluyen ser esposa, incluyen ser madre, hija, hermana, tía, amiga. Se trata de la crianza, la enseñanza y la influencia. Estas son responsabilidades no negociables. No podemos delegarlas. Podemos aceptarlas y vivirlas, pero estas son cosas que entendíamos antes de nacer, y no podemos negociar con el Señor acerca de si estas son nuestras responsabilidades o no. Han sido parte del plan desde el principio; ellas no van a cambiar por cualquier grito opuesto. Estas son nuestras responsabilidades.
Una de las preguntas que recibo con frecuencia es: "¿Está bien si trabajo fuera de mi casa?" Tienes que saber que como presidenta internacional global de la Sociedad de Socorro esta pregunta no siempre es apropiada en todos los países del mundo. Hay muchos, muchos lugares donde si nuestras mujeres no trabajan no comen. Así que por supuesto que tienen que trabajar. La cuestión de si se debe trabajar o no es la pregunta equivocada. La pregunta es: "¿Estoy alineada con la visión del Señor sobre mí y de que Él me necesita convertida y que las funciones y responsabilidades que me dio en el cielo no son negociables? ¿Estoy alineada con eso, o estoy tratando de escapar de mis deberes?" Ese es el tipo de cosas que tenemos que entender. Nuestro Padre Celestial ama a sus hijas, y porque nos ama y la recompensa final es tan gloriosa, es que no acepta que deleguemos las responsabilidades que nos dieo. No les podemos delegar. Son nuestros deberes sagrados y las cumplimos bajo convenio.
Julie B. Beck, BYU Women's Conference 2011 .
En BYU, muchas muchachas mormonas abandonan la universidad y apoyan a sus maridos cuando se casan. Estas enseñanzas están muy obsoletas con la noción moderna de la igualdad entre los géneros y familias.

Mi esposa señaló que cuando en una lección de Sociedad de Socorro de su barrio se iba a hablar de que las mujeres no debían trabajar fuera de casa, algunas mujeres que trabajaban salieron del salón al comienzo de la lección (presumiblemente para no se sentirse avergonzadas o incómodas debido al hecho de que, por cualquier razón, trabajan por).

Ordenación de mujeres

El ensayo afirma:
Al organizar la Sociedad de Socorro, José habló de “ordenar” mujeres y dijo que las oficiales de la Sociedad de Socorro “presidieran esta Sociedad” 23. También declaró: “Ahora doy vuelta a la llave para ustedes en el nombre de Dios” 24.
Comentarios de la página web Rational Faiths:
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Muchos hoy en día afirman que por el hecho de que las mujeres fueron ordenadas en la iglesia primitiva, debió habérseles dado el sacerdocio. Hay muchos casos de mujeres que son "ordenadas" para servir, sanar, presidir y administrar las ordenanzas sagradas. Muchas mujeres son registradas como "ordenadas y apartadas" para estas responsabilidades. Mientras que el primero de estos casos ocurrió durante la fundación de la Sociedad de Socorro de Nauvoo, las mujeres siguieron siendo "ordenadas" tan tarde como hasta la década de 1890.
Sin embargo, no existe un registro público que enmarque a una mujer siendo ordenada a un oficio específico del sacerdocio, y, como explica el ensayo, nuestra comprensión del siglo 21 del término "ordenada" no es inmediatamente transferible a la comprensión del siglo 19. El hecho de que muchas mujeres fueron "ordenadas" en los primeros 50 años de la iglesia no lleva directamente a la conclusión de que las primeras mormonas ocuparon oficios del sacerdocio. Mientras que algunos hoy en día puede sentir fuertemente que el uso de la palabra "ordenar" en lo que respecta a las primeras mormonas se presenta como una prueba de que estas mujeres tenían un oficio del sacerdocio, de hecho no hay ninguna evidencia históricamente seria de que estas mismas mujeres entendieron que así fuera.
Dicho esto, este nuevo ensayo afirma que "ordenar" se utiliza en un sentido amplio, y que podría ser intercambiable con "apartar"; Esto me parece poco sincero. De las entradas del diario y de las bendiciones registradas se desprende que "ordenar" era distinto de "apartar"; las mujeres que fueron ordenadas tendían a ser mayores en rango o condición, eran llamadas a posiciones de autoridad o destreza especial (como los llamamientos a servir en las presidencias de la Sociedad de Socorro o a entrenarse para ser parteras), y - después de la creación de la Sociedad de Socorro y la consiguiente disponibilidad de la Investidura del templo para las mujeres - éstas mujeres tendían a ordenar a otras hermanas. Bajo estas circunstancias, las mujeres que fueron "ordenadas", así como apartadas, estaban siendo bendecidas con una medida adicional de poder y autoridad.
Respuesta a "Enseñanzas de José Smith Sobre el Sacerdocio, el Templo, y las Mujeres," por Fara Sneddon, Rational Faiths, 24 de Octubre de 2015.

Bendiciones dadas por las mujeres

El ensayo reconoce que las mujeres dieron bendiciones en los primeros días de la Iglesia:
Algunas mujeres habían realizado tales bendiciones desde los primeros tiempos de la Iglesia. En aquella época, los Santos de los Últimos Días entendieron el don de sanar principalmente como enseña el Nuevo Testamento, que era uno de los dones del espíritu disponible para los creyentes por medio de la fe. José Smith enseñó que el don de sanar era una señal que seguría a "todo aquel que cree, sea hombre o mujer". 31
Durante el siglo XIX, las mujeres bendijeron a los enfermos por medio de la oración de fe y muchas mujeres recibieron bendiciones del sacerdocio con la promesa de que tendrían el don de sanar 32. “He visto muchas demostraciones del poder y la bendición de Dios por medio de las bendiciones de salud de las hermanas”, testificó Elizabeth Ann Smith Whitney, quien según su propio relato, fue bendecida por José Smith para ejercer ese don 33. En referencia a estas bendiciones de salud, la presidenta general de la Sociedad de Socorro Eliza R. Snow explicó en 1883: “Las mujeres pueden bendecir en el nombre de JESÚS pero no en virtud del sacerdocio” 34
La participación de las mujeres en las bendiciones de salud fue disminuyendo gradualmente a principios del siglo XX, cuando los líderes de la Iglesia enseñaron que era preferible a seguir la directiva que se encuentra en el Nuevo Testamento de “llamar a los élderes” 35. En 1926, el Presidente de la Iglesia, Heber J. Grant, afirmó que la Primera Presidencia “no alienta que se llame a las hermanas para bendecir a los enfermos, siendo que las Escrituras nos dicen que se ha de llamar a los élderes, que poseen el sacerdocio de Dios y tienen el poder y la autoridad para bendecir a los enfermos en el nombre de Jesucristo” 36. El manual de instrucciones vigente indica que “solamente los poseedores del Sacerdocio de Melquisedec pueden bendecir a los enfermos o afligidos” 37
Es interesante observar una parte de la sección 84 de Doctrina y Convenios:
Resultado de imagen para Doctrina y Convenios62 Id, pues, por todo el mundo; y a cualquier lugar a donde no podáis ir, enviad, para que de vosotros salga el testimonio a todo el mundo y a toda criatura.
63 Y como dije a mis apóstoles, así os digo a vosotros, porque sois mis apóstoles, sí, sumos sacerdotes de Dios: Vosotros sois los que mi Padre me ha dado; sois mis amigos;
64 por tanto, así como dije a mis apóstoles, de nuevo os digo que toda alma que crea en vuestras palabras y se bautice en el agua para la remisión de los pecados, recibirá el Espíritu Santo.
65 Y estas señales seguirán a los que creen:
66 En mi nombre harán muchas obras maravillosas;
67 en mi nombre echarán fuera demonios;
68 en mi nombre sanarán a los enfermos;
69 en mi nombre abrirán los ojos de los ciegos y destaparán los oídos de los sordos;
70 y la lengua del mudo hablará;
Doctrina y Convenios 84: 62-70 . (el subrayado es mío)
1 Corintios 12, así como Marcos 16: 15-18 hablan de los dones del espíritu incluyendo la sanación. En una reunión de la Sociedad de Socorro, el 28 de Abril de 1842,
El Presidente José Smith se levantó y llamó la atención de la reunión en capítulo 12 de 1 Corintios.
...
Continuó leyendo el capítulo y dio instrucciones respetando los diferentes oficios, y la necesidad de cada individuo que actúa en su Esfera asignada...
José continuó:
Resultado de imagen para jose smithDijo que la razón de estas observaciones que hizo fue porque algunas pequeñeces tontas estaban circulando en la Sociedad, en contra de algunas hermanas que no lo estaban haciendo bien al colocar las manos sobre los enfermos. Dijo que si las personas tenían simpatías comunes se alegrarían de que el enfermo pudiera ser sanado;
...
El presidente Smith continuó el tema, citando la comisión dada a los antiguos apóstoles en Marcos capítulo 16
No importa quién crea, estas señales, tales como la sanación de los enfermos, echar fuera demonios, etc., deben seguir a todos los que creen, sean hombres o mujeres. Él se preguntó si la Sociedad no podía ver esta majestuosa promesa, aquellas que fueron ordenadas tienen los privilegios de los apartados para administrar la autoridad que se confirió sobre ellas; y si las hermanas tienen fe para sanar a los enfermos, entonces todos tienen que morderse sus lenguas, y dejar rodar el asunto.
Historia, 1838-1856, el volumen C-1 Adenda, Documentos de José Smith.
Debe quedar claro a partir de D. y C. 84 y el discurso de José Smith sobre la Sociedad de Socorro, que él creía que cada persona que creía y era bautizada, sería capaz de realizar la "obra", independientemente de su género.Sin embargo, los dones y la obra mencionados hoy en día son asociados con las cosas que sólo aquellos que tengan el sacerdocio pueden hacer.

La Sociedad de Socorro

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Esto es en realidad un tanto esperanzador y desgarrador, y si usted sabe mucho sobre la historia de Nauvoo, la fundación y la disolución casi inmediata de la primera Sociedad de Socorro en poco más de una década (Emma trató de utilizar la sociedad para luchar contra la poligamia, sin darse cuenta de que casi todas las mujeres en la sala se casaron en secreto con su marido), y la historia de las mujeres dando bendiciones, se sentirá como que está patinando sobre hielo delgado. Sólo un poco de investigación abre la puerta a tanta información recalcada desde la primera etapa del mormonismo. Sus ejemplos de cómo participan las mujeres de hoy, reflejan graves desequilibrios.

El ensayo trata de dar crédito a José por la Sociedad de Socorro. En realidad, ésta ya existía y José simplemente la adoptó cuando tuvo una "revelación" de poner a Emma a la cabeza de la organización. Una organización que ya se había dado a sí mismo la carga de la caridad. A pesar de las afirmaciones del ensayo, las sociedades de benevolencia de mujeres eran muy populares, a pesar de que el ensayo intenta hacer creer que el control de José la hizo especial. La otra mitad de esto es que figurativamente se quita el crédito de la única organización que fue hecha por mujeres y se da dicho crédito por ello nuevamente a los hombres. El crédito debe darse a Sarah Kimball y Margaret Cook ya que la organización empezó como una sociedad de costura, con constituciones y estatutos, para ayudar con el templo de Nauvoo. Fue esta sociedad de costura la que José Smith convirtió en la Sociedad de Socorro.

El ensayo afirma que las mujeres dirigen la Sociedad de Socorro, las Mujeres Jóvenes y la Primaria. Esto no es exacto. Las mujeres no dirigen realmente en la medida en que estas organizaciones son presididas por hombres desde el ámbito local hasta el general. Además, a las mujeres se les instruye a recitar palabras, prácticamente literales, que fueron escritas por comités de correlación para todos los planes de estudio masculinos. Siguen políticas, como el de no desviarse del manual, escrito por sólo hombres. No tienen poder para tomar decisiones que no son, en algún punto, autorizadas por los varones. Son reemplazadas si se desvían o se ponen demasiado creativas. Son excomulgados si consiguen seguidores (véase Kate Kelly). Sin embargo, incluso con esta ámplia definición, ninguna mujer en la iglesia ubica a un hombre en cualquier posición eclesiástica.

Omisiones

El ensayo se titula "Enseñanzas de José Smith Sobre el Sacerdocio, el Templo, y las Mujeres". ¿Cómo puede un ensayo con este título omitir por completo cualquier mención de la poligamia? Esa fue una práctica fundamental enseñada por José Smith que abarca el sacerdocio, el templo y en especial a las mujeres. El ensayo menciona las ceremonias tempranas del templo como una manera de sellar a las familias, pero no menciona que José usó las ceremonias tempranas del templo una forma de introducir la poligamia en sus círculos internos. El que se evitara por completo cualquier referencia a D. y C. 132 en este ensayo, hace obvio que la Iglesia no desea tener más discusiones sobre la poligamia, incluso si esta es completamente relevante para el tema.

El ensayo no puede discutir el papel que las mujeres han desempeñado en las escrituras. Las mujeres que actualmente apoyan el movimiento ordenar a las mujeres a menudo citan las referencias bíblicas de videntes, profetas y reveladoras femeninas. Hubiera sido agradable y adecuado si el ensayo se refiriera al papel de la mujer y el sacerdocio en los tiempos bíblicos.

Conclusión

Comentarios de la página web Rational Faiths:
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Ha pasado menos de un día desde que la iglesia publicó el ensayo "Enseñanzas de José Smith Sobre el Sacerdocio, el Templo, y las Mujeres", y las reacciones han variado desde el apoyo hasta la condena. Yo me encuentro en un punto intermedio. A veces el ensayo huele a un intento por contener los mejores argumentos históricos utilizados por aquellas campañas a favor de la ordenación femenina, otras veces pierde la forma sobre la enseñanza de José y en su lugar saca sus suposiciones y conclusiones firmemente sobre las enseñanzas de profetas más modernas. Reconozco que no soy el público ideal; los puntos y las ilustraciones presentes en el ensayo no son nuevos para mí. Durante los últimos quince años la iglesia ha dado a conocer toda esta información y más, y los que se han interesado en el tema han tenido recursos como el de Jill Derr, Women of Covenant: A History of the Relief Society, un estudio apoyado y respaldado por el liderazgo más alto de la iglesia y que los miembros en general no lo han leído a través de sus cientos de páginas. En lugar de ello, este ensayo ofrece un buen punto de partida para entender la rica historia de las mujeres en la iglesia mormona.
Emmeline B Wells, quinta presidenta de la Sociedad de Socorro, y la presidente que supervisó el período de tiempo en que se llevaron a cabo la gran mayoría de sanaciones y bendición rituales por parte de las mujeres, escribió que, "La historia no puede haber conservado todo, puede que no haya registro tangible de lo que se ha obtenido, pero en algún momento sabremos que nada se ha perdido irremediablemente". Este ensayo proporciona un espacio recién legitimado para mí y otros para continuar nuestra investigación sobre las primeras mujeres mormonas (sin la amenaza de la desaprobación del liderazgo local). El ensayo desestigmatiza estos temas y concede permiso a todos nosotros y a los miembros en general a participar en debates que estaban casi ausentes en la mayoría de las congregaciones mormonas. Para mí, todas estas cosas son muy buenas.
Respuesta a "Enseñanzas de José Smith Sobre el Sacerdocio, el Templo, y las Mujeres," por Fara Sneddon, Rational Faiths, 24 de Octubre de 2015.

Comentario del Editor

Este ensayo fue aparentemente provocado por toda la publicidad que rodea el movimiento Ordain Women, por la publicidad en torno a las mujeres que trataron de asistir a la sesión del sacerdocio de la Conferencia en abril y octubre de 2014 y por la excomunión a las mujeres que  lideran el movimiento como Kate Kelly. El ensayo, por supuesto, hace poco para cambiar la mentalidad de las mujeres mormonas que piensan que la mujer debe tener derecho a todas las bendiciones y oportunidades que la Iglesia mormona da a los hombres, incluyendo el tener el sacerdocio. En opinión de este editor, el énfasis debe estar en si el sacerdocio es realmente divino en lugar de si debe o no ser específico para un género. Hay muchos problemas con la afirmación de la restauración del sacerdocio de los que algunos miembros son conscientes, ¿tal vez debería ser este el foco del siguiente ensayo?

Referencias y Otras respuestas:

Rational Faiths: Respuesta a "Enseñanzas de José Smith sobre el Sacerdocio, el Templo y las Mujeres"

Rational Faiths: ¿Qué de las Mujeres y el Sacerdocio?

Los Documentos de José Smith: Libro de Actas de la Sociedad de Socorro de Nauvoo

Sunstone: Un Don Dado, un Don Tomado: Lavamiento, Unción y Bendición de los enfermos Entre las Mujeres Mormonas.

Podcast:

Year of Polygamy: Episode 46: A Brief History of Relief Society

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