Barranquilla, 6 de abril de 2015
Hola mi buen amigo, espero que cada una de mis cartas hayan llegado a lo más profundo de tus pensamientos y hecho eco en tus ideas y decisiones. En este día he querido expresarte algo que recordé hace poco que había leído en uno de los libros, otrora doctrinales de la iglesia y hoy desechados y condenados, escrito por uno de los “profetas mormones” Joseph Fielding Smith. Se trata de Doctrina de Salvación, en el tomo 3, páginas 189 -190, dice:
Luego la cita nos dice: “se devolvió al ángel el Urim y Tumim con las planchas. Nada se dice en la historia de que el Profeta haya tenido el Urim y Tumim después de la organización de la Iglesia”. Fíjate que acá Fielding Smith hace referencia a que el Urim y Tumim fue devuelto al “ángel Moroni”, pero no dice que se devolvió luego de perder las 116 paginas del libro de Lehi junto con las planchas y los demás elementos que el “profeta” José Smith había sacado del cerro Cumorah, y que cuando Moroni le devolvió las planchas a José, no le devolvió el resto de cosas, incluyendo el “Urim y Tumim”. En una entrevista en 1885, Zenas H. Gurley, el editor del RLDS Saints’ Herald, preguntó a David Whitmer si José Smith había usado su piedra adivinatoria para traducir las planchas, Whitmer, quien ofreció su hogar a Smith y actuó como escribiente para parte de la traducción del Libro de Mormón, respondió que Smith devolvió los intérpretes a un ángel, por la transgresión en el incidente de las 116 paginas o “manuscrito perdido”, y usaba una piedra adivinatoria o “Piedra de Vidente” para traducir el Libro de Mormón, una que había encontrado mientras excavaba un pozo.(The Changing World of Mormonism, pp. 80-83), como ves, otro intento de Joseph Fielding para encubrir la verdad.
Luego nos dice que “Informes de traducciones hechas por medio del Urim y Tumim después de esa fecha son evidentemente errores”. Creo que debe referirse a James Strang quien decía tener dicho instrumento (Urim y Tumim) y a través del cual “tradujo” su “Libro de la ley del Señor”. Extraño que se refiriera a éste, si, al igual que José, también tenia su “as bajo la manga” para su libro: TESTIGOS DE SU VERACIDAD.
Luego Joseph Fielding nos dice, “Se ha dicho que el Urim y Tumim se hallaba sobre el altar en el Templo de Manti, cuando se dedicó ese edificio. Sin embargo, el Urim y Tumim del cual así se habla, era la piedra del vidente que poseyó el profeta José Smith en días anteriores”. Esto es algo muy importante, dado que los “santos” llamaban Urim y Tumim a la piedra de vidente que José comúnmente usaba. William W. Phelps sugirió primero en 1833 que quizás la piedra Vidente eran el Urim y Tumim del Antiguo Testamento (The Evening and Morning Star, Jan. 1833), lo que dio gran credibilidad a la historia de José Smith. Los historiadores de la iglesia reescribieron los relatos históricos para hacerlos parecer que desde el principio los Intérpretes o la piedra vidente de Smith se referían al Urim y Tumim.
Luego Joseph Fielding nos remata con esta joya, “Esta piedra del vidente ahora está en poder de la Iglesia”. Vaya que hallazgo. ¿Dónde la tendrán?, ¿sería posible que la dejasen ver y estudiar?. Imagínate el impacto que tendría el que se comprobara que en realidad funciona como decía “el vidente”. Claro esta, esto nunca va a pasar, pues al igual que los rituales del templo, son “sagrados”, o más bien secretos, y el exponerlos al público también expondría a la iglesia a la humillación de ser encontrados como farsante. No creo que vayan a caer nuevamente en una vergüenza como la del suceso de los papiros y “el Libro de Abraham”. Esto se pone cada vez más interesante.
Hola mi buen amigo, espero que cada una de mis cartas hayan llegado a lo más profundo de tus pensamientos y hecho eco en tus ideas y decisiones. En este día he querido expresarte algo que recordé hace poco que había leído en uno de los libros, otrora doctrinales de la iglesia y hoy desechados y condenados, escrito por uno de los “profetas mormones” Joseph Fielding Smith. Se trata de Doctrina de Salvación, en el tomo 3, páginas 189 -190, dice:
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| Si, si se uso |
“LA PIEDRA DEL VIDENTE NO SE USÓ EN LA TRADUCCIÓN DEL LIBRO DE MORMÓN. Se nos ha enseñado, desde los días del Profeta, que se devolvió al ángel el Urim y Tumim con las planchas.
Nada se dice en la historia de que el Profeta haya tenido el Urim y Tumim después de la organización de la Iglesia. Informes de traducciones hechas por medio del Urim y Tumim después de esa fecha son evidentemente errores. Se ha dicho que el Urim y Tumim se hallaba sobre el altar en el Templo de Manti, cuando se dedicó ese edificio. Sin embargo, el Urim y Tumim del cual así se habla era la piedra del vidente que poseyó el profeta José Smith en días anteriores. Esta piedra del vidente ahora está en poder de la Iglesia.Vaya cantidad de datos interesantes pude encontrar en esa cita, pues si te das cuenta, lo primero que dice es que “LA PIEDRA DEL VIDENTE NO SE USÓ EN LA TRADUCCIÓN DEL LIBRO DE MORMÓN”, algo que por estar completamente comprobado como hecho histórico y además aceptado por la iglesia sud a través de los ensayos apologistas de su website (www.lds.org), solo voy a decir de esto que el señor Joseph Fielding Smith claramente quería engañar a sus lectores pues éste como historiador de la iglesia por muchos años, sabía de primera mano que LA PIEDRA DEL VIDENTE SÍ SE USO EN LA TRADUCCIÓN DEL LIBRO DE MORMON.
Aun cuando algunos escritores han dicho que el profeta José Smith usó una piedra del vidente parte del tiempo en su traducción de los anales, y la información indica el hecho de que efectivamente tuvo en su poder tal piedra, no hay ninguna declaración auténtica en la historia de la Iglesia que manifieste que se usó tal piedra en la traducción. Estos informes son simplemente rumores, y yo personalmente no creo que se usara esta piedra para tal propósito. La razón que doy para esta conclusión se halla en la declaración del Señor al hermano de Jared cual se lee en Eter 3:22-24. Estas piedras, el Urim y Tumim, que se dieron al hermano de Jared, se preservaron para este propósito mismo de traducir los anales, tanto de los jareditas como de los nefitas. Además, Moroni recalcó al Profeta el hecho de que se daban estas piedras precisamente para tal propósito. Difícilmente parece razonable suponer que el Profeta se valdría de algo evidentemente inferior en estas circunstancias. Es tan fácil que una historia de tal naturaleza se difunda debido al hecho de que el Profeta poseyó una piedra de vidente que bien pudo haber usado para otros propósitos.”
Luego la cita nos dice: “se devolvió al ángel el Urim y Tumim con las planchas. Nada se dice en la historia de que el Profeta haya tenido el Urim y Tumim después de la organización de la Iglesia”. Fíjate que acá Fielding Smith hace referencia a que el Urim y Tumim fue devuelto al “ángel Moroni”, pero no dice que se devolvió luego de perder las 116 paginas del libro de Lehi junto con las planchas y los demás elementos que el “profeta” José Smith había sacado del cerro Cumorah, y que cuando Moroni le devolvió las planchas a José, no le devolvió el resto de cosas, incluyendo el “Urim y Tumim”. En una entrevista en 1885, Zenas H. Gurley, el editor del RLDS Saints’ Herald, preguntó a David Whitmer si José Smith había usado su piedra adivinatoria para traducir las planchas, Whitmer, quien ofreció su hogar a Smith y actuó como escribiente para parte de la traducción del Libro de Mormón, respondió que Smith devolvió los intérpretes a un ángel, por la transgresión en el incidente de las 116 paginas o “manuscrito perdido”, y usaba una piedra adivinatoria o “Piedra de Vidente” para traducir el Libro de Mormón, una que había encontrado mientras excavaba un pozo.(The Changing World of Mormonism, pp. 80-83), como ves, otro intento de Joseph Fielding para encubrir la verdad.
Luego nos dice que “Informes de traducciones hechas por medio del Urim y Tumim después de esa fecha son evidentemente errores”. Creo que debe referirse a James Strang quien decía tener dicho instrumento (Urim y Tumim) y a través del cual “tradujo” su “Libro de la ley del Señor”. Extraño que se refiriera a éste, si, al igual que José, también tenia su “as bajo la manga” para su libro: TESTIGOS DE SU VERACIDAD.
Luego Joseph Fielding nos dice, “Se ha dicho que el Urim y Tumim se hallaba sobre el altar en el Templo de Manti, cuando se dedicó ese edificio. Sin embargo, el Urim y Tumim del cual así se habla, era la piedra del vidente que poseyó el profeta José Smith en días anteriores”. Esto es algo muy importante, dado que los “santos” llamaban Urim y Tumim a la piedra de vidente que José comúnmente usaba. William W. Phelps sugirió primero en 1833 que quizás la piedra Vidente eran el Urim y Tumim del Antiguo Testamento (The Evening and Morning Star, Jan. 1833), lo que dio gran credibilidad a la historia de José Smith. Los historiadores de la iglesia reescribieron los relatos históricos para hacerlos parecer que desde el principio los Intérpretes o la piedra vidente de Smith se referían al Urim y Tumim.
Luego Joseph Fielding nos remata con esta joya, “Esta piedra del vidente ahora está en poder de la Iglesia”. Vaya que hallazgo. ¿Dónde la tendrán?, ¿sería posible que la dejasen ver y estudiar?. Imagínate el impacto que tendría el que se comprobara que en realidad funciona como decía “el vidente”. Claro esta, esto nunca va a pasar, pues al igual que los rituales del templo, son “sagrados”, o más bien secretos, y el exponerlos al público también expondría a la iglesia a la humillación de ser encontrados como farsante. No creo que vayan a caer nuevamente en una vergüenza como la del suceso de los papiros y “el Libro de Abraham”. Esto se pone cada vez más interesante.
Luego Fielding Smith nos dice: “Aun cuando algunos escritores han dicho que el profeta José Smith Usó una piedra del vidente parte del tiempo en su traducción de los anales, y la información indica el hecho de que efectivamente tuvo en su poder tal piedra, no hay ninguna declaración auténtica en la historia de la Iglesia que manifieste que se usó tal piedra en la traducción. Estos informes son simplemente rumores, y yo personalmente no creo que se usara esta piedra para tal propósito”, lastimosamente señor Smith, la iglesia, empujada por la presión ejercida por los hechos y la verdad, admitió que “el profeta” José si uso la piedra vidente y que lo escrito sobre el tema no eran “simplemente rumores” como usted lo dice, desmintiéndolo a usted por completo, ahora empiezo a entender que lo que antes se admiraba como “doctrina profunda” (incluyendo la extensa obra literaria de Joseph Fielding Smith), ahora es solo opiniones “no oficiales”. |
| Si, se valió de algo "Evidentemente Inferior" |
Prosiguiendo con el relato, Joseph Fielding Smith nos dice: “Difícilmente parece razonable suponer que el Profeta se valdría de algo evidentemente inferior en estas circunstancias”, pues aunque a él le pareciera poco razonable, así fue, y comprendo que le pareciera así, pues es un tanto extraño, por no decir loco, creer que se prepararan Planchas, Pectoral y Urim y Tumim durante varios siglos para sacar a luz la “plenitud del evangelio”, para que no se utilizaran ninguno de los anteriores en tal proyecto, haciendo vano el sacrifico de tantos “antiguos profetas” y trayendo la “piedra angular” del mormonismo a través de un método que más parece magia que revelación. Algo curioso es que Joseph Fielding llamara a la piedra vidente “algo evidentemente inferior”, pues a mi también me parece inverosímil, tanto trabajo y esfuerzo para que con una piedra encontrada en una zanja mientras se buscaba tesoros y un simple sombrero, se trajera a luz el “más sagrado de todos los libros” y que según Fielding Smith esto “bien pudo haber usado para otros propósitos”. Pues así fue señor Fielding Smith, los utilizaba también para estafar buscando tesoros enterrados, lo curioso es que nunca encontró ni una monedita de oro.
Querido amigo, sigue en tu búsqueda de la verdad y no te conviertas en el títere de mentes astutas que lo único que buscan es abultar sus chequeras a través de tu esfuerzo, trabajo gratuito y donaciones generosas, se tu mismo y no permitas que tomen control de tus acciones,
La albedrío es un derecho maravilloso que tenemos y el cual nos hace sabios si lo conservamos y utilizamos.
Atentamente.
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