lunes, 18 de julio de 2016

Doctrina y Convenios, ¿Palabra de Dios o Invento Maquillado? - Primera Parte


El libro de Doctrina y Convenios es uno de los libros canónicos de la iglesia mormona. Es considerado como la revelación, o palabra de Dios, para nuestros días, y como tal es venerada dentro de la membrecía de la iglesia. Para tener mayor luz y mejores herramientas de juicio sobre dicho libro, presento el siguiente análisis del mismo. Las conclusiones podrán ser interesantes.



Traducción directa de MormonThink.com por su servidor

Los Santos de los Últimos Días devotos consideran a Doctrina y Convenios (D. y C.) uno de los libros canónicos de las escrituras, junto con la Biblia y el Libro de Mormón. D. y C. se venera especialmente porque se cree que ofrece orientación y preceptos morales claros en respuesta a las necesidades modernas. Por otra parte, sus revelaciones sagradas sobre la "restauración y despliegue del Evangelio de Jesucristo" [1] especifican los principios fundamentales de la Iglesia. Los Santos de los Últimos Días saben que sus "mensajes, advertencias y exhortaciones son para el beneficio de toda la humanidad y contienen una invitación a todas las personas en todas partes a oír la voz del Señor Jesucristo, hablando a ellos por su bienestar temporal y su la salvación eterna. " [1]

Descripción general de la posición de la iglesia

Doctrina y Convenios refleja y refuerza la relación especial de Dios con los Santos de los Últimos Días. Joseph Fielding Smith dijo que "Doctrina y Convenios contiene la palabra de Dios para los que viven aquí ahora. Es nuestro libro. Pertenece a los Santos de los Últimos Días. Es más preciosa que el oro, el profeta dice que debemos valorarlo más que a las riquezas de toda la tierra." [2] D. y C. es "vivo, dinámico, y sujeto al refinamiento de la revelación adicional." [1] Hay que prever, pues, que D. y C. sufrirá cambios, a medida que las revelaciones de Dios respondan a las necesidades y capacidades espirituales específicas de su pueblo. Se nos asegura que, "Cada nueva edición de Doctrina y Convenios ha corregido los errores del pasado y ha añadido nueva información...."[1]

Descripción general de la posición de la Crítica

Una cantidad sustancial de literatura arroja serias dudas sobre el origen supuestamente divino de Doctrina y Convenios. Varios informes publicados por estudiosos de renombre documentan las revisiones e inconsistencias significativas de D. y C. Un cuerpo de investigación relacionada pone en duda la procedencia divina de revelaciones específicas. Por ejemplo, varios estudiosos notan que varias revelaciones divinas ofrecen oportunamente a José Smith influencia en la gestión de conflictos con socios tales como Oliver Cowdery, así como con su esposa Emma. ¿Por qué, preguntan los críticos, necesitaría Dios revelarse a sí mismo simplemente para tomar parte en las pequeñas disputas de José Smith? Sin embargo, D. y C. parece traicionar sus orígenes como algo que más probablemente proviene del hombre y no de Dios ya que han habido muchos, muchos cambios sustanciales en D. y C. sin explicación alguna.

También es preocupante que la revelación oficial escrita parece haber cesado. Después de ser necesaria durante miles de años, prácticamente no hay "nuevas" revelaciones registradas en D. y C. Se podría pensar que con todos los dilemas que enfrenta nuestro mundo moderno, necesitaríamos guía divina en temas como la investigación con células madre, la homosexualidad, la clonación de órganos, etc. Sin embargo, D. y C. se ha estado estancado durante décadas y es probable que sigan estándolo.

Referencias

  • "Introducción", Doctrina y Convenios. Enlace aquí.
  • El presidente Joseph Fielding Smith, citado en la Introducción a Doctrina y Convenios Manual para el alumno Enlace aquí.

Creencias de los miembros

Doctrina y Convenios es escritura sagrada que contiene revelaciones de Dios comparables a los libros bíblicos de Isaías, Ezequiel, y los escritos de Pablo. Los Santos de los Últimos Días lo consideran como la revelación directa de Dios al mundo.

Los materiales que se ofrecen en esta sección proporcionan una descripción precisa y detallada, históricamente exacta de las alteraciones, revisiones, y las inconsistencias de procedimiento que han dado forma a la veneración actual de los Santos de los Últimos Días a Doctrina y Convenios. La investigación que presentamos resume las notas de los estudiosos e historiadores que trabajan con fuentes primarias y otros documentos históricos archivados y publicados. En varios de los casos documentados aquí, las revelaciones enteras se han modificado, alterando su significado inexorablemente. Estas revisiones ponen en duda la veracidad de José Smith y de la divinidad ostensible de las revelaciones contenidas en D. y C.




La mayoría de mormones no son conscientes de... - por los críticos de la iglesia

Nota: Queremos agradecer a un miembro actual de la Iglesia, que prefiere permanecer en el anonimato, por proporcionar la mayor parte de la siguiente información.

El Libro de Mandamientos

Doctrina y Convenios se publicó originalmente como el Libro de Mandamientos.

José Smith registró al menos 70 revelaciones desde noviembre de 1831. En una conferencia especial ofrecida el 1 de noviembre de 1831, en ​​Hiram, Ohio, la Iglesia decidió publicar una selección de estas revelaciones, o "mandamientos." José Smith recibió una revelación en esa ocasión titulada "mi prefacio para el libro de mis mandamientos" el nombre para el libro de mandamientos, puede haber sido tomado de este prefacio (D. y C. 1: 6). Algunas copias del Libro de mandamientos circularon dentro de la Iglesia y eran referidas a veces como el "Libro de Convenios".

Desde la iglesia de LDS página web :

El Señor fue autor del prefacio de Doctrina y Convenios

El 1 de noviembre de 1831, el profeta José Smith presidió una conferencia especial de elderes, que se celebró en Hiram, Ohio. Los asistentes decidieron compilar algunas de las revelaciones que el profeta había recibido y publicarlas en un libro llamado el Libro de Mandamientos. Después de la primera sesión de esta conferencia, el Señor manifestó su aprobación para la publicación al dar José Smith una revelación que Él llamó "mi prefacio para el libro de mis mandamientos" (D. y C. 1: 6).

Esta revelación es ahora la sección 1 de Doctrina y Convenios. D. y C. 1: 6 He aquí, esta es mi autoridad y la autoridad de mis siervos, así como mi prefacio para el libro de mis mandamientos que les he dado para que os sea publicado, oh habitantes de la tierra.

El Libro de Mandamientos (L.M.) fue fuertemente revisado y eventualmente se convirtió en Doctrina y Convenios (D. y C.) y se le dio el nuevo título. El Libro de Mandamientos fue publicado por primera vez en 1833; D. y C. en 1835. Al comparar el Libro de Mandamientos con el Doctrina y Convenios más desarrollado, surgen varias preguntas. Las revelaciones que José asegura que fueron dadas por Dios, fueron re-elaboradas, revisadas y aumentadas. Mervin J. Petersen, (apologista mormón) señaló que 703 palabras fueron cambiadas, 1.656 palabras agregadas, y 453 palabras suprimidas. ("Un Estudio de la Naturaleza y la Importancia de los Cambios en las Revelaciones que se Encuentran en una Comparación del Libro de Mandamientos y las Ediciones Posteriores de Doctrina y Convenios", Tesis de Maestría, Universidad Brigham Young, 1955, copia escrita a máquina, página 147)

Prevaricación sobre las revisiones

Los líderes de la iglesia no han sido explícitos sobre los cambios que Smith hizo a las revelaciones. Los líderes mormones y sus publicaciones oficiales niegan que se hicieran cambios sustanciales.

El Apóstol John A. Widtsoe afirmó:

Dentro de unos pocos años después de su organización, la Iglesia había recibido prácticamente todas las leyes y reglamentos complementarios necesarios. Estos también se han mantenido sin cambios. No ha habido ninguna manipulación en la palabra de Dios.... todo el cuerpo de leyes de la Iglesia forma una unidad armoniosa, que no se contradice a sí misma en cualquier lugar ni se ha encontrado que es necesario cambiar alguna parte de ella.

(José Smith- Buscador de la Verdad, páginas 119 y 122)
El Apóstol y presidente de la iglesia Joseph Fielding Smith declaró:
La inspiración se descubre en el hecho de que cada parte, como se reveló, encajó perfectamente con lo que había venido antes, sin haber necesidad de eliminar, cambiar o ajustar cualquier parte para que encajara; pero cada nueva revelación sobre la doctrina y el sacerdocio equipado en su lugar perfectamente para completar toda la estructura, ya que había sido preparado por el maestro constructor. 

(Doctrina de Salvación, Vol. 1, página 170).
Widstoe y Smith sabían que los cambios realizados en las revelaciones fueron sustanciales. Eran los eruditos prominentes de la iglesia de su época. Sus afirmaciones eran probablemente un intento de ocultar a los miembros la verdad que sin duda daría lugar a preguntas difíciles, tales como, "Si Dios habló directamente a José Smith, entonces ¿por qué José necesitó cambiar/mejorar las palabras de Dios?"

Testigos del Libro de Mandamientos

Al igual que en el Libro de Mormón, los testigos fueron nombrados por Smith para declarar que el Libro de Mandamientos eran revelaciones enviadas por Dios. Diez hombres firmaron una declaración preparada afirmando que las revelaciones eran la "verdad verdadera".

Los nombres de los testigos fueron: Joseph Smith, Oliver Cowdery, Sidney Rigdon, William E. McLellin, Orson Hyde, Luke Johnson, Lyman E. Johnson, David Whitmer, John Whitmer y Peter Whitmer, hijo

David Whitmer puede haber estado reacio a declarar que las revelaciones eran verdaderas. Después de descubrir las revisiones importantes en las revelaciones, acusó a Smith de cambiar la palabra revelada de Dios para darse a sí mismo la autoridad casi absoluta en los asuntos de la iglesia:

Las revelaciones fueron correctamente impresas en el Libro de Mandamientos... fueron publicadas exactamente como fueron arregladas por el Hermano José y los demás. Y cuando el Libro de Mandamientos fue impreso, José y la iglesia lo recibieron como correctamente impreso...Cuando se volvió ampliamente conocido que estos importantes cambios se habían hecho en el Doctrina y Convenios, muchos de los hermanos lo objetaron seriamente, pero no querían decir mucho en aras de la paz, ya que era el Hermano José y los líderes quienes lo hicieron. La mayoría de los miembros pobres almas débiles pensaban que cualquier cosa que hiciera el Hermano José, debería estar correcta; así en su ceguera de corazón, confiando en el brazo de la carne, lo miraban superficialmente y fueron llevados al error.
(David Whitmer, Un Mensaje a Todos los Creyentes en Cristo, 1887, página 53, 56, 61)
Vale la pena señalar que todos los Whitmers, Oliver Cowdery, Lyman E. Johnson, Luke Johnson fueron excomulgados más adelante; en parte debido a las críticas sobre los cambios realizados en las revelaciones. La pregunta en la mente de los excomulgado fue: "¿Por qué se hicieron cambios en las revelaciones de Dios por los simples mortales?"

Urim y Tumim o Roca/Piedra?

Ocho secciones (3,6,7,11, 14-17) en Doctrina y Convenios informan que el Urim y Tumim fue utilizado para recibir revelación. El miembro promedio probablemente supone que el Urim y Tumim mencionado es la versión de los anteojos que se encontró con las planchas de oro en la caja de piedra. Sin embargo, no existe evidencia que indique que se utilizaron tales anteojos "originales" de Urim y Tumim para D. y C., ya que las fuentes históricas indican que José Smith no tenía este Urim y Tumim después de perder las 116 primeras páginas del Libro de Mormón. Por lo tanto José debe haber utilizado la 'piedra vidente', que también es llamada a veces como Urim y Tumim. Esta era la piedra que José y Hyrum encontraron en la propiedad de Willard Chase, unos 20 pies bajo tierra cuando estaban cavando un pozo para el Sr. Chase y el mismo que se utilizó para traducir el Libro de Mormón.

Más información sobre el Urim y Tumim y la forma en que se utilizó en la traducción se puede encontrar en traducción del Libro de Mormón

¿Qué revelaciones fueron recibidas usando la roca/piedra?

De acuerdo con algunos testigos primero se recibieron más de ocho secciones de D. y C. a través de la roca/piedra vidente de José Smith. Sin embargo, David Whitmer y B.H. Roberts (historiador famoso de la iglesia y Autoridad General) explicaron que se utilizó esta piedra especial (denominada como piedra pía por los críticos) en revelaciones adicionales.

El método de José era colocar la piedra en un sombrero, y poner su cara en el sombrero, ajustando el sombrero al contorno de su cara para excluir la luz. Las traducciones y revelaciones eran recibidas de esta manera. Este es el mismo método que Smith utilizaba para localizar tesoros enterrados antes de ser detenido y juzgado en el tribunal en Bainbridge, Nueva York en 1826. (1826 transcripción de la corte de José Smith; ver Abanes, Una Vación Bajo Dios, P 501)

David Whitmer dijo:

Las revelaciones en el Libro de Mandamientos hasta junio de 1829, fueron dadas por medio de la "piedra", por medio de la cual fue traducido el Libro de Mormón.
(David Whitmer, Un Mensaje a Todos los Creyentes en Cristo, 1887, página 53)



El Urim y Tumim no aparece en el original de D. y C.

La mención del Urim y Tumim en Doctrina y Convenios 10: 1, con fecha de "verano de 1828," fue escrita de nuevo en esta revelación en una fecha posterior. En su forma original como el Capítulo IX del Libro de Mandamientos de 1833, la revelación no hace mención del Urim y Tumim 17 (ver la imagen escaneada del Libro de Mandamientos de 1833, Capítulo IX) . La mención de Urim y Tumim en lo que ahora se designa como D. y C. 10: 1 aparece por primera vez en la edición de 1835 de Doctrina y Mandamientos, que era encontrada como la Sección XXXVIII .

Referencia: Dialogue, Volumen 15, n ° 2, verano de 1982, pg 61


Cambios significativos en las revelaciones

El Libro de Mandamientos original puede ser visto en:

Libro de Mandamientos

Los cambios realizados en las revelaciones se pueden ver en:

Cambio de las Revelaciones - Jerald y Sandra Tanner

Los Tanners han hecho una cantidad considerable de investigación bien documentada sobre los cambios realizados en D. y C. del Libro de Mandamientos original. También enumeran los numerosos rechazos de los líderes de la iglesia de que nada ha cambiado y de cómo la Iglesia mormona condena a otras iglesias por cambiar de la Biblia sin tener algún problema cambiando sus propias escrituras. Por favor, lea su ensayo Cambio de las Revelaciones .

Hemos seleccionado algunos de los muchos cambios para discutirlos en las siguientes secciones.

El único don de José era el de traducir el Libro de Mormón (D. y C. 5)

Enlace a los cambios

David Whitmer, uno de los tres testigos del Libro de Mormón, nos da esta información interesante:

Después que terminó la traducción del Libro de Mormón, a principios de la primavera de 1830, antes del 6 de abril, José dio la piedra a Oliver Cowdery y me dijo, así como a los demás, que había terminado con eso, y que ya no usaba más la piedra. Dijo que había terminado la obra para la que Dios le había dado el don para ejecutar, excepto para predicar el evangelio. Nos dijo que tendría que depender del Espíritu Santo de aquí en adelante para ser guiado a la verdad y obtener la voluntad del Señor.
(David Whitmer, Un Mensaje a Todos los Creyentes en Cristo, 1887, página 32)
El hecho de que José Smith no tenia planeando hacer algún otro trabajo además del Libro de Mormón es bien verificado por la revelación dada en marzo de 1829. Esta revelación se imprimió en el Libro de Mandamientos como el capítulo 4. El versículo 2 dice lo siguiente:.
... Y él tiene un don para traducir el libro, y le he mandado que no pretender ningún otro don, porque no le concederá ningún otro don.
Para el año 1835, cuando esta revelación fue reimpresa en Doctrina y Convenios, José Smith había pretendido tener al menos otro don además del de la traducción del Libro de Mormón, y había fingido el don de una nueva redacción de la Biblia (Versión Inspirada), y poco tiempo después de esto, dio a luz el Libro de Abraham. Ciertamente esta revelación manda a José Smith a no pretender ningún otro don. Este cambio en la política de la iglesia hizo necesario un cambio en la revelación. La Iglesia Mormona había decidido ir más allá del Libro de Mormón y aceptar los otros escritos de José Smith como escritura. Por lo tanto, esta revelación fue cambiada para que se leyera como sigue:
Y tienes un don para traducir las planchas; y este es el primer don que te conferí; y te he mandado no profesar tener ningún otro don sino hasta que mi propósito se cumpla en esto; porque no te concederé ningún otro don hasta que se realice.
(Doctrina y Convenios, Sección 5, versículo 4)
Por lo tanto todo el significado de esta revelación fue cambiada, haciendo que parezca que el Señor le concediera más dones que el de la traducción del Libro de Mormón. Al menos 22 palabras se han añadido a este versículo para hacer el cambio. David Whitmer hizo esta declaración en relación con el cambio de esta revelación:
... [José Smith] no fue llamado para organizar y establecer la iglesia, no más que cualesquiera del resto de nosotros los Élderes. Que Dios le mandó que no debería pretender ningún otro don, sino traducir el Libro de Mormón, que Dios no le otorgaría otro don.
... Como si Dios hubiera mandado a José no pretender otro don sino para traducir el Libro de Mormón, que no le "concedería otro don" y que después Dios hubiera cambiado de opinión y decidiera darle otro don. Dios no cambia ni actúa de esa manera. La manera en que estas revelaciones han sido cambiadas, añadiéndoles veintidós palabras, parecería que Dios había roto Su palabra después de darla con claridad, mandando al Hermano José que no profesara tener otro don sino para traducir el Libro de Mormón y luego el Señor hubiera cambiado y decidiera conceder a José el don de Vidente para la Iglesia ...
Que Dios tenga misericordia de los dirigentes de la iglesia, es mi oración.
(David Whitmer, Un Mensaje a Todos los Creyentes en Cristo, 1887, páginas 57-58)

Apocalipsis del Apóstol Juan (D. y C. 34)

Enlace a los cambios

Esta revelación se supone que debían contener una traducción de un pergamino escrito por el apóstol Juan. José Smith se supone que lo tradujo por medio del Urim y Tumim. Cuando esta revelación fue publicada en el Libro de Mandamientos en 1833, contenía 143 palabras, pero cuando fue reimpreso en Doctrina y Convenios en 1835, contenía 252 palabras. De este modo se habían añadido 109 palabras.

Los escritores mormones no son capaces de explicar por qué José Smith cambió esta revelación. Melvin J. Petersen hizo esta declaración:

En el capítulo seis del Libro de Mandamientos nos encontramos con una revelación que fue una traducción del pergamino sobre el cual el Apóstol Juan escribió su Evangelio. Cuando en la edición de 1835 de Doctrina y Convenios se publicó esta revelación tenía muchas adiciones y algunos cambios.(Sección treinta y cuatro.) Las palabras y frases adicionales revelan más acerca de Juan y su ministerio. El como le fue revelada a José Smith esta información, por medio del Urim y Tumim, no está claro.... La parte de esta revelación tocante a recibir esta información acerca de Juan no se conoce, ni se sabe en cuanto a cómo se promulgó la traducción. Sabemos que las adiciones y modificaciones fueron hechas por José Smith ....
José Smith no dejó nada en sus escritos para indicar por qué se añadió a esta versión traducida ... y así las respuestas plausibles serán meramente una conjetura. ("Un Estudio de la Naturaleza y la Importancia de los Cambios en las Revelaciones que se Encuentran en una Comparación del Libro de Mandamientos y las Ediciones Posteriores de Doctrina y Convenios", Tesis de Maestría, Universidad Brigham Young, 1955, copia mecanografiada, páginas 154-155)
En realidad, sólo hay tres explicaciones lógicas de por qué esta revelación se lee diferente en Doctrina y Convenios, lo que lo hizo cuando se imprimió en el Libro de Mandamientos . En primer lugar, antes de volver a imprimir esta revelación en Doctrina y Convenios, José Smith podría haber decidido atribuirle falsamente palabras al apóstol Juan que él no pronunció. Esta explicación significaría que José Smith era un impostor. En segundo lugar, antes de que se reimprimiera la revelación, el Señor pudo haberle mostrado a José Smith que no se había traducido el pergamino correctamente con el Urim y Tumim y que debía agregarle 109 palabras, para que estuviera correcto. Esta explicación colocan una sombra de duda sobre la capacidad de José Smith como traductor. ¡Cualquier persona que omite 109 palabras en una traducción sería considerado un traductor muy pobre en efecto! En tercer lugar, José Smith pudo haber recibido el texto completo de la revelación para empezar, pero suprimió parte de ella cuando el Libro de Mandamientos fue impreso. Melvin J, Petersen afirma:
El doctor Sidney B. Sperry, ... ha sugerido que es posible que José Smith editó la traducción en su primera forma publicada y luego anotó la traducción completa, como se encuentra en nuestro texto presente. Si esta sugerida respuesta es correcta o incorrecta no pueden determinarse hasta que nueva evidencia sobre el problema salga a la luz. ("Un Estudio de la Naturaleza y la Importancia de los Cambios en las Revelaciones..." copia escrita a máquina, página 155)
Esta explicación también haría de José Smith un impostor ya que él no puso "los pequeños puntos que indicarían que uno está leyendo borradores". Por otra parte, no había ninguna razón real para suprimir 109 palabras de la revelación. Esta revelación se imprimió en la página 18 del Libro de Mandamientos, y un examen cuidadoso de esta página revela que parte de la página fue dejada en blanco y que había suficiente espacio para incluir estas palabras. Por lo tanto, no habría habido ninguna razón para suprimir esta parte de la revelación.

Consagración de la Propiedad - La Orden Unida (D. y C. 42)

Enlace a los cambios

Nótese que en el Libro de Mandamientos a los mormones se les mandó a "consagrar TODAS" sus propiedades a la Iglesia, pero en Doctrina y Convenios se les dice que sólo deben "consagrar DE" sus propiedades.

Los mormones fueron acusados ​​de intentar "establecer el comunismo". El cambio en la revelación se hizo evidente para encubrir la verdad con respecto a este asunto. Fawn Brodie declaró:

José Smith estableció un orden económico en su iglesia, que seguía con una cierta fidelidad la historia de vida típica de la sociedad comunista de su tiempo .... José emitió la revelación de la creación de la Orden Unida de Enoc .... La propiedad privada se convirtió en la propiedad de la iglesia, y el beneficio privado despojó a la comunidad...
Sea cual sea el excedente exacto de tierra del mayordomo, o lo que sea que fuere el beneficio del obrero derivado de su almacén, era contribuido para la bodega y el tesoro de la iglesia, el converso se quedaba sólo con lo que era "necesario para el sostén y la comodidad" de él y su familia. El espíritu del verdadero Comunismo Marxista "de cada cual según su capacidad, y a cada cual según su necesidad" - estaba implícito en todo este sistema. (Ningún Hombre Conoce mi Historia, página 106)
Sidney Rigdon pudo haber sido quien influyó en José Smith para iniciar la Orden Unida. El escritor mormón Klaus J. Hansen señala:
Parley P. Pratt, Oliver Cowdery y otros dos elderes, ... llegaron a Kirtland, Ohio, y convirtieron a casi toda la congregación Campbellita de Sidney Rigdon, incluido él mismo Rigdon. Estos "Discípulos de Cristo," que vivían en un orden comunista, se convirtieron en el núcleo de la colonia mormona en Ohio. José Smith, en un primer momento, intentó establecer igualmente una sociedad comunitaria. ("La Teoría y Práctica del Reino Político de Dios en la Historia Mormona, 1829-1890", Tesis de Maestría, Universidad Brigham Young, 1959, copia mecanografiada, pp. 74-74)
Fawn Brodie afirma: "El entusiasmo de José por la Orden Unida siempre fue atenuado por el hecho de que fue la concepción de Rigdon." (Ningún Hombre Conoce mi Historia, página 108) Se decidió que no iba a funcionar como se había planeado, por lo tanto, se hizo necesario cambiar la revelación para encubrir el plan original.

El libro de H. Michael Marquardt de "Revelaciones de José Smith entre 
1828-1843", # 47 (páginas 95 a 103) encontrará más información acerca de la "revelación".

Ver también Orden de Enoc

La Vara de Aarón (D. y C. 8)

Doctrina y Convenios (D. y C.), Sección 8 fue una revelación para Oliver Cowdery. La revelación original fue cambiada sustancialmente antes de ser colocado en D. y C. Originalmente un versículo se leía:
... recuerda que este es tu don ahora, y esto no es todo porque tienes otro don que es el don de trabajar con la rama. He aquí que te ha dicho que las cosas. He aquí, no hay otro poder sino el de Dios el que puede causar este objeto de la naturaleza obre en tus manos
Sidney Rigdon editó el versículo: 
... recuerda que este es tu don ahora, y esto no es todo porque tienes otro don que es el don de trabajar con la vara. He aquí que te ha dicho cosas. He aquí, no hay otro poder sino el de Dios el que puede causar que esta vara obre en tus manos
Cuando se añadió la sección para el Libro de Mandamientos (LDM) fue revisado de nuevo por José Smith, Oliver Cowdery, y Frederick G. Williams: .
Capítulo 7: 3 Ahora bien, esto no es todo, porque tienes otro don, que es el don de trabajar con la vara: he aquí que te ha dicho cosas: he aquí que no hay otro poder sino el de Dios, que puede causar que esta vara de la naturaleza, obre en tus manos, ya que es la obra de Dios.
Esta es la lectura actual en D. y C.:
D. y C. 8: 6-8 Ahora bien, este no es tu único don, porque tienes otro don, el cual es el don de Aarón; he aquí, te ha manifestado muchas cosas; he aquí, no hay otro poder, sino el de Dios, que haga que este don de Aarón esté contigo. No dudes, pues, porque es el don de Dios; y lo tendrás en tus manos y harás obras maravillosas; y ningún poder te lo podrá arrebatar de las manos, porque es la obra de Dios.
La Iglesia mormona ha eliminado por completo la palabra "vara" de la revelación. La vara era un palo como una varita mágica. Los líderes de la iglesia moderna probablemente estaban avergonzados por las referencias a las varitas mágicas, las piedras y rocas y las creencias supersticiosas abrazadas por José Smith y los seguidores que atrajo.

Para obtener más información, consulte la La Vara de Aarón, Otra Prueba de la Mentalidad Mágica del Liderazgo Mormónn .

La restauración del Sacerdocio (D. y C. 27).

El encabezamiento de la sección 27 de D. y C. establece que "Durante los preparativos para un servicio religioso, en el cual iba a administrarse el sacramento del pan y del vino, José salió a conseguir el vino. Se encontró con un mensajero celestial y recibió esta revelación, parte de la cual se escribió en esa oportunidad y el resto en el siguiente mes de septiembre". El "resto" que más tarde se añadió a la revelación es en realidad muy importante y ha dado lugar a la hipótesis de que J Smith inventó la historia de la visita angelical.




Original - Libro de Mandamientos 28

  1. Escuchad la voz de Jesucristo, el Señor, tu Dios y tu Redentor, cuya palabra es viva y poderosa.
  2. Porque he aquí os digo, que no a importa lo que habéis de comer o qué habéis de beber, cuando debáis tomar la Santa Cena, si lo hacéis con la mira puesta únicamente en mi gloria;
  3. Recordando ente el Padre mi cuerpo que fue sacrificado por vosotros, y mi sangre que fue derramada para remisión de los pecados;
  4. por tanto un mandamiento os doy, que no deben comprar vino, ni bebidas alcohólicas a vuestros enemigos:
  5. por lo cual no beberéis de ninguno, excepto que sea recién hecho entre vosotros, sí, en este reino de mi Padre que se edifica en la tierra.
  6. he aquí, esto es sabio para mi, por lo cual no te maravilles, porque viene la hora en que beberé del fruto de la vid con vosotros, en la tierra, y con todos aquellos a quienes el Padre me ha dado de entre el mundo:
  7. Por lo cual, levantad vuestros corazones y regocijaos, y ceñid vuestros lomos y ser fieles hasta que yo venga: -aun así. Amén.


Actual - Doctrina y Convenios 27 (las palabras en negrita fueron añadidas por Smith)

  1. Escucha la voz de Jesucristo, tu Señor, tu Dios y tu Redentor, cuya palabra es viva y poderosa.
  2. Porque he aquí, te digo que no importa lo que comáis o bebáis al tomar el sacramento, si es que lo hacéis con la mira puesta únicamente en mi gloria, recordando ante el Padre mi cuerpo que fue sacrificado por vosotros, y mi sangre que se derramó para la remisión de vuestros pecados.
  3. Por tanto, os doy el mandamiento de no comprar vino, ni bebidas alcohólicas a vuestros enemigos;
  4. de modo que, no beberéis de ninguno, a menos que sea recién hecho por vosotros; sí, en este reino de mi Padre que se edificará sobre la tierra.
  5. He aquí, así me parece sabio; por tanto, no os maravilléis, porque la hora viene cuando beberé del fruto de la vid con vosotros en la tierra; y con Moroni, a quien he enviado para revelaros el Libro de Mormón, que contiene la plenitud de mi evangelio eterno, y a quien he encomendado las llaves de los anales del palo de Efraín;
  6. y también con Elías, a quien he encomendado las llaves de llevar a cabo la restauración de todas las cosas concernientes a los últimos días, que se han declarado por boca de todos los santos profetas desde el principio del mundo;
  7. y también con Juan hijo de Zacarías, a quien él (Elías)visitó y prometió que tendría un hijo cuyo nombre sería Juan, y que este sería lleno del espíritu de Elías;
  8. y os he enviado a este Juan a vosotros, mis siervos José Smith, hijo, y Oliver Cowdery, para ordenaros al primer sacerdocio que habéis recibido, a fin de que fueseis llamados y ordenados como Aarón;
  9. y también con Elías el Profeta, al que he encomendado las llaves del poder de volver el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres, para que toda la tierra no sea herida con una maldición;
  10. y también con José, y con Jacob, Isaac y Abraham, vuestros padres, por quienes permanecen las promesas;
  11. y también con Miguel, o sea, Adán, el padre de todos, el príncipe de todos, el anciano de días;
  12. y también con Pedro, Santiago y Juan, a quienes os he enviado a vosotros, por medio de los cuales os he ordenado y confirmado para ser apóstoles y testigos especiales de mi nombre, y para poseer las llaves de vuestro ministerio y de las mismas cosas que les revelé a ellos;
  13. a quienes he encomendado las llaves de mi reino y una dispensación del evangelio para los últimos tiempos; y para el cumplimiento de los tiempos, en la cual juntaré en una todas las cosas, tanto las que están en el cielo, como las que están en la tierra;
  14. y también con todos aquellos que mi Padre me ha dado de entre el mundo.
  15. Por tanto, alzad vuestros corazones y regocijaos, y ceñid vuestros lomos y tomad sobre vosotros toda mi armadura, para que podáis resistir el día malo, después de haber hecho todo, a fin de que podáis persistir.
  16. Seguid firmes, pues, estando ceñidos vuestros lomos con la verdad, llevando puesta la coraza de la rectitud y calzados vuestros pies con la preparación del evangelio de paz, el cual he mandado a mis ángeles que os entreguen;
  17. tomando el escudo de la fe con el cual podréis apagar todos los dardos encendidos de los malvados;
  18. y tomad el yelmo de la salvación, así como la espada de mi Espíritu, que derramaré sobre vosotros, y mi palabra que os revelaré; y estad de acuerdo en todo lo que me pidiereis y sed fieles hasta que yo venga, y seréis arrebatados, para que donde yo estoy vosotros también estéis. Amén.
En la versión actual, los versículos del 8 al 12 se refieren a la restauración del sacerdocio. Esta información no estaba en la revelación original. Los críticos preguntan: "¿Será que Smith insertó retroactivamente la historia de la restauración del sacerdocio?" Si un ángel ordenó a Smith como apóstol, entonces ¿por qué José Smith no registró el evento? Otra pregunta es, ¿cómo se acordó José Smith de todos los detalles de la experiencia, incluyendo de las palabras exactas del ángel varios años más tarde? la investigación sobre la memoria humana es clara. Los detalles desaparecen rápidamente de la memoria. Por otra parte, los seres humanos son conocidos por crear detalles que nunca ocurrieron en absoluto, cuando se trata de recordar eventos pasados ​​años más tarde. (Carol Tavris, y Elliot Aronson, "Mistakes Were Made But Not By Me.")

Para más información sobre los problemas con la restauración del Sacerdocio, consulte La Restauración del Sacerdocio y Sus Profundos Problemas

La bendición de Emma Smith (D. y C. 25)

Emma Smith recibió una revelación en Harmony, Pensilvania, en julio de 1830. La revelación es a menudo llamada la bendición de Emma Smith. Es instructiva y probablemente estaba destinada a darle consuelo. Los cambios realizados en esta sección están en negrita a continuación.

El Libro de Mandamientos 26 - Original

  1. EMMA, mi hija de Sion, te doy una revelación, con respecto a mi voluntad:
  2. He aquí, tus pecados te son perdonados, y eres una dama elegida a quien he llamado.
  3. No murmures a causa de las cosas que no has visto, porque se han retenido de ti y del mundo para mi sabio propósito en un tiempo futuro.
  4. Y el oficio de tu llamamiento consistirá en ser un consuelo para mi siervo José, tu marido, en sus tribulaciones, con palabras consoladoras, con el espíritu de mansedumbre.
  5. Y lo acompañarás cuando salga, y le serás por escribiente, a fin de que yo mande a Oliver a donde yo quiera.
  6. Y serás ordenada por su mano para explicar las Escrituras y para exhortar a la iglesia, de acuerdo con lo que te indique mi Espíritu.
  7. Porque pondrá sus manos sobre ti, y recibirás el Espíritu Santo; y dedicarás tu tiempo a escribir, y a aprender mucho.
  8. Y no tienes por qué temer, porque tu marido te sustentará de la iglesia:
  9. Porque para ellos es su llamamiento, a fin de que les sean reveladas todas las cosas que yo quiera, conforme a su fe.

Actualmente - Doctrina y Convenios 25

  1. Escucha la voz del Señor tu Dios mientras te hablo, Emma Smith, hija mía, porque de cierto te digo que todos los que reciben mi evangelio son hijos e hijas en mi reino.
  2. Te doy una revelación concerniente a mi voluntad; y si eres fiel y andas por las sendas de la virtud delante de mí, te preservaré la vida y recibirás una herencia en Sion.
  3. He aquí, tus pecados te son perdonados, y eres una dama elegida a quien he llamado.
  4. No murmures a causa de las cosas que no has visto, porque se han retenido de ti y del mundo para mi sabio propósito en un tiempo futuro.
  5. Y el oficio de tu llamamiento consistirá en ser un consuelo para mi siervo José Smith, hijo, tu marido, en sus tribulaciones, con palabras consoladoras, con el espíritu de mansedumbre.
  6. Y lo acompañarás cuando salga, y le serás por escribiente, mientras no haya otro que escriba por él, a fin de que yo mande a mi siervo Oliver Cowdery a donde yo quiera.
  7. Y serás ordenada por su mano para explicar las Escrituras y para exhortar a la iglesia, de acuerdo con lo que te indique mi Espíritu.
  8. Porque pondrá sus manos sobre ti, y recibirás el Espíritu Santo; y dedicarás tu tiempo a escribir, y a aprender mucho.
  9. Y no tienes por qué temer, porque tu marido te sustentará en la iglesia; porque para ellos es su llamamiento, a fin de que les sean reveladas todas las cosas que yo quiera, conforme a su fe.
  10. Y de cierto te digo que desecharás las cosas de este mundo y buscarás las de uno mejor.
  11. Y también te será concedido hacer una selección de himnos sagrados, de acuerdo con lo que te sea indicado, para el uso de mi iglesia, lo cual es de mi agrado.
  12. Porque mi alma se deleita en el canto del corazón; sí, la canción de los justos es una oración para mí, y será contestada con una bendición sobre su cabeza.
  13. Por consiguiente, eleva tu corazón y regocíjate, y adhiérete a los convenios que has hecho.
  14. Continúa con el espíritu de mansedumbre y cuídate del orgullo. Deléitese tu alma en tu marido y en la gloria que recibirá.
  15. Guarda mis mandamientos continuamente, y recibirás una corona de justicia. Y si no haces esto, no podrás venir a donde yo estoy.
  16. Y de cierto, de cierto te digo, que esta es mi voz a todos. Amén.
Los cambios realizados en esta sección pueden golpear al lector al tener un tono más severo. En el versículo dos la frase "te preservaré la vida" fue añadida como una bendición condicional. La bendición condicional de la preservación de la vida de Emma también puede verse en D. y C. 132: 54:
54 Y le mando a mi sierva Emma Smith que permanezca y se una a mi siervo José, y a nadie más. Pero si no quiere someterse a este mandamiento será destruida, dice el Señor; porque yo soy el Señor tu Dios, y la destruiré si no permanece en mi ley.
La promesa de que sería preservada/destruida se hizo después de que Emma descubrió que José Smith estaba practicando la poligamia. Estas advertencias pueden reflejar la aceptación o el rechazo de la poligamia de Emma.

El otro cambio importante hecho fue en el versículo 9. Originalmente decía "tu marido te sustentará de la iglesia," pero fue revisada para que se leyera "tu marido te sustentará en la iglesia. La redacción original, dejó en claro que Emma sería apoyada por el trabajo de su marido en la iglesia - sueldo de José Smith de la iglesia. El cambio se lee de manera diferente, el servicio de Emma en la iglesia será sustentado, sin mención del apoyo monetario.

Revelación en la Cárcel de Liberty (D. y C. 121-123)

Las Secciones 121-123 eran originalmente parte de las cartas escritas por José Smith, Hyrum Smith, Lyman Wight, Caleb Baldwin, y Alexander McCrae mientras estuvo preso en la cárcel de Liberty. La mayoría de los miembros de la iglesia mormona creen que la sección es una revelación directa de Dios a José Smith. El Elder Holland declaró que:
"[Una] lista de mis pasajes favoritos tendría que incluir los escritos desde la oscuridad de la cárcel de Liberty... ¡Qué don de las escrituras! Y el alto precio que pagaron [ellos]! Pero lo vacía que sería nuestra vida como Santos de los Últimos Días si no tuviéramos las secciones 121, 122 y 123 de Doctrina y Convenios."
-Jeffrey R. Holland, Devocional en BYU, Lecciones de la Cárcel de Liberty
Irónicamente, estas secciones no estaban originalmente en Doctrina y Convenios y no se añadieron hasta la edición de 1876 del libro. Cuando se añadió la carta, se suprimieron ciertas partes, se añadieron otras, se reescribieron y reelaboraron otras más. También los nombres de todos los autores, excepto el de José Smith fueron retirados de la carta. Las cartas originales de D. y C. 121, 122 y 123 se pueden leer a continuación. Las revelaciones añadidas se indican en negrita. Tenga en cuenta la gran cantidad de adiciones.

Sección 121

Cárcel de Liberty, Clay Co. Mo.:
Para el obispo Partridge, y a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en Quincy Illinois, y para aquellos dispersos en el extranjero, a través de todas las regiones inmediatas.
Su humilde siervo, José Smith, prisionero por el amor del Señor Jesucristo, y por el bien de los santos, tomado y detenido por el poder de los populachos, bajo la orden exterminadora de su Excelencia, el gobernador Lilburn W. Boggs, junto con sus compañeros de prisión y amados hermanos Caleb Baldwin, Lyman Wight, Hyrum Smith y Alexander McRae, enviamos a todos nuestro saludo 5 . Que la gracia de Dios el Padre y de nuestro Señor y Salvador Jesucristo sea con todos y permanezca con ustedes para siempre. Que se multiplique sobre ustedes el conocimiento mediante la misericordia de Dios. Y que tengan, en abundancia, fe y virtud, conocimiento y dominio propio, paciencia y piedad, afecto fraternal y amor, para que no estén ociosos ni sin fruto en aspecto algunoPor lo que sabemos, casi todos están bien enterados de los perjuicios y de la gran injusticia y crueldad con que se nos castiga; ya que hemos sido apresados, acusados falsamente de toda clase de maldades, echados en la cárcel, encerrados dentro de gruesos muros, rodeados de una fuerte guardia que continuamente nos vigila día y noche, tan infatigablemente como el diablo cuando tienta y pone trampas al pueblo de Dios. Por tanto, mis queridos hermanos, estamos más listos y dispuestos a recibir su hermandad y amor. Porque estas circunstancias sirven para despertar en nuestro espíritu un sagrado recuerdo de todas las cosas, y creemos que lo mismo les sucede a ustedes y que, por ese motivo, nada puede separarnos del amor de Dios ni de nuestra hermandad mutua [véase Romanos 8:39]; y que sea cual fuere el género de iniquidad y crueldad que se nos inflija, sólo servirá para unir nuestros corazones y ligarlos en amor. Está por demás decir que nos hallamos detenidos sin causa, ni hay necesidad de que ustedes nos digan: Nos echan de nuestras casas y nos hieren sin causa. Tanto nosotros como ustedes entendemos que si los habitantes del estado de Misuri no hubiesen molestado a los santos y hubiesen anhelado la paz como la anhelaban ellos, no habría habido nada sino paz y tranquilidad en el estado hasta el día de hoy; no nos habríamos visto en este lugar desgraciado y agobiado con la compañía de los demonios en forma humana y donde nos vemos obligados a escuchar sólo maldiciones y presenciar un cuadro de blasfemias, borracheras, hipocresías y libertinaje de toda especie. Además, los lamentos de los huérfanos y de las viudas no habrían subido a Dios contra ellos, ni la sangre inocente habría manchado la tierra de Misuri, ni clamado por venganza en contra de ellos. Sin embargo, "nos detenemos con los que odian la paz" y que se deleitan en la guerra y ciertamente sus corazones son implacables, -¡su disposición inhumana y asesina y sus prácticas crueles, sacuden la humanidad, y desafían la descripción! Es un relato de aflicción, un relato lamentable; sí, una triste relación demasiado extensa para repetir, demasiado extensa para contemplar, demasiado terrible para seres humanos. Este tipo de acciones no se encuentran donde reinan los reyes y tiranos, o entre los salvajes del desierto, o incluso entre las bestias feroces de la selva. Pensar que el hombre debe ser mutilado por deporte, después de haber sido cruelmente sometido a la muerte. Las mujeres han robado su último bocado de ellos, mientras que sus niños indefensos se aferran a su cintura llorando por comida, y luego, para satisfacer los deseos de sus infernales, y más que inhumanos opresores, ser violadas, lo que es horrible en extremo. Ellos les practican estas cosas a los Santos que no les han hecho nada malo, ni han cometido ningún delito, y que son un pueblo inocente y virtuoso; y han demostrado ser amantes de Dios renunciando y perdurando en todas las cosas por este motivo. "Es menester que vengan tropiezos, pero ay de aquellos por quienes vienen." (Versículo 1) Oh Dios, ¿en dónde estás? ¿Y dónde está el pabellón que cubre tu morada oculta? (Versículo 2) ¿Hasta cuándo se detendrá tu mano, y tu ojo, sí, tu ojo puro, contemplará desde los cielos eternos los agravios de tu pueblo y de tus siervos, y penetrarán sus lamentos en tus oídos? (Versículo 3) Sí, oh Señor, ¿hasta cuándo sufrirán estas injurias y opresiones ilícitas, antes que tu corazón se ablande y tus entrañas se llenen de compasión por ellos? (Versículo 4) Oh Señor Dios Todopoderoso, Creador de los cielos, la tierra, los mares y cuantas cosas hay en ellos, que dominas y sometes al diablo,
(Times and Seasons, Mayo de 1840 Vol. 1 pp. 99-100) 
y al obscuro y tenebroso dominio del Seol, extiende tu mano; deja que tu ojo penetre; que tu pabellón se descorra; que ya no quede cubierta tu morada oculta por más tiempo; inclínese tu oído; ablándese tu corazón y conmuévanse tus entrañas de compasión por nosotros.; (Versículo 5) Permite que tu enojo se encienda en contra de nuestros enemigos; y en el furor de tu corazón, vénganos de nuestras injurias con tu espada. (Versículo 6) Acuérdate de tus santos que sufren, oh Dios nuestro, y tus siervos se regocijarán en tu nombre para siempre.
Queridos y amados hermanos, vemos que han llegado tiempos peligrosos, como se testificó. De manera que podemos esperar, con perfecta seguridad, el cumplimiento de todas aquellas cosas que se han escrito, y con mayor confianza que nunca, elevar nuestros ojos al luminar del día, y decir en nuestros corazones: Dentro de poco cubrirás tu faz ruborosa. AQUEL que dijo: "Haya luz", y fue la luz, ha dicho esto. Y también: "Tú, luna, luminar de la noche, luz menos brillante, te volverás sangre. Vemos que todo se está cumpliendo; y que pronto llegará el día en que el "Hijo del Hombre descenderá en las nubes del cielo con poder y gran gloria".
Nuestros corazones no se desalientan, ni nuestros espíritus han sido vencidos completamente por el pesado yugo que se ha puesto sobre nosotros. Sabemos que Dios hará burla de nuestros opresores, que se reirá de sus calamidades y mofará cuando les sobrevenga el temor. ¡Oh, que pudiésemos estar con vosotros, hermanos, y revelaros nuestros sentimientos! Quisiéramos deciros que deberíamos de haber sido puestos en libertad al mismo tiempo que el hermano Rigdon, con el auto de habeas corpus, si nuestros propios abogados no hubiesen interpretado la ley de un modo contrario a lo que dice, para perjuicio nuestro; y esto nos impidió presentar nuestra evidencia ante el simulacro de tribunal. Nos han causado mucho perjuicio desde el principio. Últimamente han admitido que se tergiversó la ley, y de ese modo se han burlado de nuestros sentimientos, nos han abandonado enteramente y han renunciado a sus juramentos y obligaciones; y nosotros tenemos de qué acusarlos, porque están cooperando con el populacho. Hasta donde podemos saber, la opinión pública desde hace algún tiempo se está tornando a nuestro favor, y la mayoría actualmente nos favorece; y los abogados no pueden por más tiempo intimidarnos diciendo que esto o aquello es cuestión de opinión pública, porque la opinión pública ya no está dispuesta a tolerarlo. El público empieza a sentir indignación contra nuestros opresores y a decir que los "mormones" en ningún sentido eran culpables. Creemos que la verdad, el honor, la virtud y la inocencia por fin saldrán triunfantes.
Deberíamos haber presentado el auto de habeas corpus al Juez Superior y escapado sumariamente del populacho; pero desgraciadamente, por ser tan dura la madera de la pared, se desgastó el manubrio de nuestro taladro y nos demoró más de lo que pensábamos; recurrimos a un amigo, pero un movimiento ligeramente incauto dió lugar a alguna sospecha, y antes que pudiésemos lograr el éxito, se descubrió nuestro plan. Ya teníamos todo listo, con excepción de la última piedra, y habríamos podido escapar en un momento, y deberíamos haberlo logrado admirablemente, de no haber sido por una ligera imprudencia o demasiada ansiedad por parte de nuestro amigo.
El alguacil y carcelero no nos culparon por haberlo intentado. El agujero es de buen tamaño y le costó al distrito una cantidad regular; pero la opinión pública dice que debería habérsenos permitido escapar; que entonces la deshonra habría caído sobre nosotros, pero que ahora debe caer sobre el estado; que no se puede comprobar ninguna acusación contra nosotros, y que la manera en que se ha conducido el populacho, los asesinatos cometidos en Haun's Mill, la orden exterminadora del gobernador y las injusticias y bellaquerías de la asamblea legislativa han condenado al Estado de Misurí para siempre. Quisiera también decir que el general Atchison ha demostrado ser tan ruin como cualquiera de ellos. Hemos tratado desde hace algún tiempo de conseguir que nuestros abogados nos preparen algunas peticiones dirigidas a los jueces supremos de este estado, pero se han negado por completo. Hemos examinado la ley y redactado las peticiones nosotros mismos; y hemos obtenido abundantes pruebas para contrarrestar todo el testimonio que se ha presentado contra nosotros; de manera que si el juez supremo no nos concede nuestra libertad, está obrando sin causa, contra el honor, la evidencia, la ley y la justicia, simplemente para complacer al diablo; pero esperamos cosas mejores y confiamos en que antes que pasen muchos días Dios dispondrá nuestra causa de tal manera que quedaremos libres y podremos ir a vivir en compañía de los Santos.. Recibimos algunas cartas anoche, una de Ernma (esposa del Profeta), otra de Don C. Smith y otra del obispo Partridge. Todas ellas expresaban un espíritu de bondad y consuelo. Quedamos muy satisfechos con sus palabras.
(Times and Seasons Vol 1 pp 100-101..)
Teníamos algún tiempo de estar sin información, y la lectura de estas cartas fué para nuestras almas como la apacible y refrescante brisa; pero en nuestro gozo hubo algo de aflicción, por motivo de los sufrimientos de los pobres y tan perseguidos santos. Y no nos es preciso deciros que se abrieron las compuertas de nuestros corazones y nuestros ojos se convirtieron en una fuente de lágrimas; pero aquellos que jamás han sido encerrados dentro de los muros de una prisión sin causa o provocación, difícilmente se pueden imaginar cuán dulce es el son de la voz de un amigo. Una señal de amistad, de dondequiera que proviniere, despierta y activa todo sentimiento de simpatía; evoca en un instante todo lo que ha pasado; abraza lo presente con la rapidez del relámpago; se adhiere a lo futuro con la fuerza de un tigre; hace que la mente se transporte hacia adelante y hacia atrás, de una cosa a otra, hasta que por último toda enemistad, malicia, odio, diferencias anteriores, malos entendimientos y desconciertos caen muertos a los pies de la esperanza; y cuando el corazón se halla lo suficientemente contrito, la voz de la inspiración llega quietamente, y susurra: (versículo 7) Hijo mío, paz a tu alma; tu adversidad y tus aflicciones no serán más que por un breve momento; (versículo 8) y entonces, si lo sobrellevas bien, Dios te exaltará; triunfarás sobre todos tus enemigos. (versículo 9) Tus amigos te sostienen, y te saludarán de nuevo con corazones fervientes y manos amistosas. (versículo 10) No eres aún como Job; no contienden en contra de ti tus amigos, ni te acusan de transgredir, como hicieron con Job. (versículo 11) La esperanza de los que te acusan de transgresión será deshecha, y sus maquinaciones se disiparán como desaparece la escarcha ante los cálidos rayos del sol naciente; (versículo 12) y también Dios ha fijado su mano y sello para mudar los tiempos y las estaciones, y ofuscar sus mentes para que no entiendan sus obras maravillosas; para que los pruebe y los sorprenda en su propia astucia; (versículo 13) también porque sus corazones se han corrompido, y para que las cosas que quieren ocasionar a otros, y se deleitan en que otros las padezcan, les sobrevengan a ellos mismos en grado sumo; (versículo 15) y de aquí a pocos años, ellos y su posteridad serán arrasados de debajo de los cielos. (versículo 16) Malditos sean todos los que alcen el calcañar contra mis ungidos, dice el Señor, clamando que han pecado cuando no pecaron delante de mí, antes hicieron lo que era propio a mis ojos y lo que yo les mandé, dice el Señor.
(Times and Seasons, Vol. 1 p. 101) 
clamando que han pecado cuando no pecaron delante de mí, antes hicieron lo que era propio a mis ojos y lo que yo les mandé, dice el Señor. (versículo 17) Mas los que claman transgresión lo hacen porque son siervos del pecado, y ellos mismos son hijos de la desobediencia. (versículo 18) Y los que juran falsamente contra mis siervos para causarles la servidumbre y la muerte, - (versículo 19) ¡ay de ellos!; por haber ofendido a mis pequeñitos serán vedados de las ordenanzas de mi casa. (versículo 20) Su cesta no se llenará, sus casas y graneros desaparecerán, y ellos mismos serán odiados de quienes los lisonjeaban. (versículo 21) No tendrán derecho al sacerdocio, ni su posteridad después de ellos de generación en generación. (versículo 22), Mejor les hubiera sido que se les hubiera colgado una piedra de molino al cuello, y se hubieran ahogado en lo profundo del mar. (versículo 23) ¡Ay de todos aquellos que molestan a los de mi pueblo, y los acosan, y asesinan, y testifican contra ellos, dice el Señor de las Huestes! La generación de víboras no se escapará de la condenación del infierno. (versículo 24) He aquí, mis ojos ven y conocen todas sus obras, y tengo reservado en su sazón un juicio repentino para todos ellos; (versículo 25) porque para cada hombre hay una hora señalada, de acuerdo con sus obras.
Y ahora, amados hermanos, os declaramos que por haber dicho Dios que El desea un pueblo que ha sido probado, y que quiere purificarlo como el oro, nos parece que en esta ocasión El ha escogido su propio crisol, en el que se nos ha sometido a la prueba; y si podemos escapar con alguna medida de seguridad, y hemos podido guardar la fe, creemos que será por señal a esta generación, y completamente suficiente para dejarlos sin excusa; y opinamos también que será puesta a prueba nuestra fe como lo fué la de Abrahán, y que los antiguos no tendrán motivo para decir en el día del juicio, que tuvieron que sobrellevar aflicciones más pesadas que nosotros, y así tendremos el mismo peso que ellos en la balanza; pero ahora, después de haber sufrido tan grandes sacrificios, y de haber pasado por tan larga época de aflicción, esperamos que el carnero pronto quede trabado en el zarzal, para aliviar a los hijos e hijas de Abrahán de su gran zozobra, y encender la lámpara de la salvación en sus rostros para que ahora, después de haber llegado hasta este punto, puedan sostenerse hasta la vida eterna. Ahora, hermanos, concerniente a los lugares para el establecimiento de los santos, no podemos aconsejaros como lo haríamos si estuviésemos presentes; y en cuanto a las cosas que se han escrito antes, no las consideramos estrictamente obligatorias. Por lo tanto, ahora decimos, de una vez por todas, que nos parece sumamente propio que aquellos asuntos generales de la Iglesia que se hiciere necesario considerar, mientras vuestro humilde siervo permanezca encarcelado, se resuelvan mediante una conferencia general de los más fieles y respetables de entre las autoridades de la Iglesia, y que se levante un acta de estas decisiones, y se remita de cuando en cuando a vuestro humilde siervo; y si hubiese necesidad de alguna corrección por la palabra del Señor, será transmitida francamente, y vuestro humilde siervo aprobará todo cuanto fuere aceptable ante Dios. Si hemos sugerido algo o mencionado nombres, no lo consideramos obligatorio a menos que haya sido por mandamiento o "así dice el Señor"; por consiguiente, no se afligirán nuestros corazones si se hacen otros arreglos. No obstante, quisiéramos sugerir que conviene estar enterados de cierto espíritu de ambición que a veces ha incitado a los hombres a decir cosas malas y a influir en la Iglesia para rechazar los consejos más benignos; y finalmente ha sido la causa de que haya habido mucha muerte y aflicción en la Iglesia. Quisiéramos decir, cuidaos también del orgullo; pues bien y verdaderamente ha dicho el sabio que antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez del espíritu. Y además, no siempre se puede juzgar a nuestros semejantes por las apariencias exteriores; mas los labios revelan las soberbias y altivas imaginaciones del corazón; sea juzgado tal hombre por sus palabras y sus hechos. También la lisonja es un veneno mortífero. Una reprensión franca y sincera estimula a un buen hombre a emular la justicia, y en la hora de la aflicción será vuestro mejor amigo; pero por otra parte, extraerá de los corazones corrompidos toda la corrupción que hay en ellos, y las mentiras y el veneno del áspid que hay en sus lenguas; y éstos son los que causan que sean echados en cárceles los de corazón puro, porque quieren deshacerse de ellos.Cuidaos de una imaginación caprichosa, florida y vehemente, porque las cosas de Dios son profundas, y sólo se pueden descubrir con el tiempo, la experiencia y los pensamientos cuidadosos, serios y solemnes. Tu mente ¡oh hombre! si quieres llevar un alma a la salvación, debe elevarse a la altura del último cielo, y escudriñar y contemplar el abismo más obscuro y la ancha expansión de la eternidad: debes tener comunión con Dios. ¡Cuánto más dignos y nobles son los pensamientos de Dios que las vanas imaginaciones del corazón humano! Nadie más que un necio jugaría con las almas de los hombres. ¡Cuán vanos e insignificantes han sido nuestros espíritus, nuestras conferencias, nuestros concilios, nuestras reuniones, nuestras conversaciones privadas así como públicas: demasiado bajas, malas y vulgares, demasiado condescendientes para el respetable carácter de aquellos que Dios ha llamado y escogido, de acuerdo con los propósitos de su voluntad
Desde antes de la fundación del mundo! Se nos ha llamado para tener las llaves de los misterios de aquellas cosas que se han guardado ocultas desde la fundación del mundo hasta ahora. Algunos han probado un poco de estas cosas, muchas de las cuales serán derramadas desde los cielos sobre la cabeza de los niños, sí, sobre los débiles, desconocidos y despreciados de la tierra. Os rogamos, pues, hermanos, que seáis pacientes con aquellos que se sienten menos dignos que vosotros, y a la vez exhortamos a que se efectúe una reforma en todos vosotros, viejos así corno jóvenes, maestros y discípulos, nobles y plebeyos, ricos y pobres, esclavos y libres, hombres y mujeres. Dondequiera que estemos, sea coronada nuestra cabeza con honradez, sobriedad, candor, solemnidad, virtud, pureza, mansedumbre y sencillez. En una palabra, seamos como niños pequeños, sin malicia, engaño o hipocresía; Hermanos, si ahora después de vuestras tribulaciones hacéis estas cosas, y ejercitáis con fervor la oración y la fe a la vista de Dios constantemente, (versículo 26) Dios os dará conocimiento por medio de su Santo Espíritu, sí, por el inefable don del Espíritu Santo, conocimiento que no se ha revelado desde el principio del mundo hasta ahora; (versículo 27), el cual nuestros antepasados con ansiosa expectativa han aguardado a que se revelara en los postreros tiempos, hacia los cuales sus mentes fueron orientadas por los ángeles, como que se hallaba reservado para la plenitud de su gloria; (versículo 28) una ocasión futura en la que nada se retendrá, sea que haya un Dios o muchos dioses, serán manifestados. (versículo 29) Todos los tronos y dominios, principados y potestades, serán revelados y señalados a todos los que valientemente hayan perseverado en el evangelio de Jesucristo. (versículo 30) Y también, si se han fijado límites a los cielos, los mares o la tierra seca, o el sol, la luna o las estrellas, (versículo 31) todos los tiempos de sus revoluciones, todos los días, meses y años señalados; y todos los días de sus días, meses y años, y todas sus glorias, leyes y tiempos fijos, serán revelados en los días de la dispensación del cumplimiento de los tiempos, (versículo 32) conforme con lo decretado en medio del Concilio del Dios Eterno de todos los otros dioses, antes que este mundo fueseque habría de reservarse para su cumplimiento y fin, cuando todo hombre entrará en su eterna presencia y en su descanso inmortal. Pero quisiera deciros, hermanos, que la ignorancia, superstición y fanatismo, cuando se colocan donde no debían estar, a veces estorban la prosperidad de esta Iglesia, como el torrente que al bajar de las montañas llena el arroyo más puro y cristalino de lodo, tierra y suciedad, obscurece todo lo que era claro antes y todo se arroja hacia adelante en un diluvio general; pero el tiempo resiste la marea, y a pesar de que por lo pronto nos está arrastrando la corriente, quizá el siguiente torrente, con el transcurso del tiempo, nos traerá la fuente clara como el cristal y pura como la nieve, mientras que la suciedad, las ramas secas y la basura se quedarán atrás. (versículo 33) ¿Hasta cuándo pueden permanecer impuras las aguas que corren? ¿Qué poder hay que detenga los cielos? Tan inútil le sería al hombre extender su débil brazo para contener el río Misuri en su curso decretado
(Times and Seasons, Vol. 1 p. 103) 
o volverlo hacia atrás, como evitar que el Todopoderoso derrame conocimiento desde el cielo sobre la cabeza de los Santos de los Últimos Días ¿Qué son Boggs y sus cómplices asesinos sino sauces a la orilla del río que recogen todas las ramas secas? Argumentar que el agua no es agua, porque los torrentes de las montañas arrastran el lodo y ensucian el arroyo cristalino —aunque después queda más puro que antes—o que el fuego no es fuego, porque se puede apagar echándole agua, es como decir que nuestra causa será derribada porque los apóstatas, los mentirosos, los sacerdotes, los ladrones y asesinos, aferrados con igual tenacidad a sus artificios y credos, derraman sobre nosotros un diluvio de tierra, lodo, suciedad y vómito, desde su iniquidad espiritual en lugares altos, y desde sus baluartes del diablo. ¡No! ¡Ni lo permita Dios! El infierno podrá derramar su ira como la lava ardiente del Vesubio o del Etna o la más terrible de las montañas ardientes, y sin embargo, el "mormonismo" perdurará. Dios es su autor. El es nuestro escudo. Por El recibimos nuestro nacimiento. Fue por su voz que se nos llamó a una dispensación de su evangelio en el principio del cumplimiento de los tiempos. Por El recibimos el Libro de Mormón; y es por El que permanecemos hasta el día de hoy; y por El permaneceremos, si acaso es para nuestra gloria; y en su omnipotente nombre estamos resueltos a soportar las tribulaciones, como buenos soldados, hasta el fin. Pero hermanos, en nuestra próxima epístola seguiremos presentando algo más en qué pensar. Para cuando hayáis leído ésta, sabréis, y si no lo habéis sabido, debéis de saberlo, que por su naturaleza misma, los muros y hierros, puertas y bisagras rechinantes, y los guardias y carceleros medio muertos de miedo, que ríen como espíritus condenados, no sea que un hombre inocente escape y descubra los perversos hechos de la canalla asesina, sí, todo esto, tan sólo sirve para hacer que el alma del hombre honrado se sienta más fuerte que los poderes del infierno. Pero hemos de terminar nuestra epístola. Mandamos nuestros saludos a los padres, madres, esposas e hijos, hermanos y hermanas; los recordamos de la manera más sagrada 
Quisiéramos saber del hermano Rigdon; si es que no se ha olvidado de nosotros, no nos lo ha indicado por carta, igualmente el hesmano Jorge W. Robinson; y tenemos presente al hermano Cahoon, pero quisiéramos recordarle la fábula del oso, y los dos amigos que mutuamente convinieron defenderse el uno al otro. Y quizá no estaría de más saludar a mi tío Juan (Smith) y varios otros. Nadie errará en comunicarnos una palabra de consuelo y una bendición, mientras el oso nos persigue tan de cerca. Pero nos sentimos dispuestos a disculpar a todos, sí, y mucho más cuando consideramos que nos hallamos en manos de personas peores que un oso, porque el oso no molesta un cuerpo muerto. Nuestros saludos, amor y hermandad a todos los santos virtuosos. Somos vuestros compañeros en la aflicción y prisioneros de Jesucristo por el amor del evangelio y por la esperanza de gloria que hay en nosotros. Amén.
JOSÉ SMITH JR. ,
HYRUM SMITH,
LYMAN WIGHT,
CALEB BALDWIN,
ALEXANDER. McRAE.
Cárcel de Liberty, Comdado de Clay. Mo.
[Seguido por la Iglesia de los Santos Últimos Días.]
Seguimos ofreciendo algunos pensamientos adicionales al obispo Edeard Pártridge y a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, a quienes amamos con fervor y recordamos siempre en todas nuestras oraciones al trono de Dios. Todavía parece estar grabada en nuestras mentes la idea de que conviene a la Iglesia aceptar el contrato de la compra de terrenos que les propone él Sr. Isaac Galland, y cultivar los buenos sentimientos de dicho caballero, en tanto que muestre que es hombre de honor y amigo del género humano; y hágase igual cosa con D. Isaac Van Alien, fiscal del territorio de Iowa, y el gobernador Roberto Lucas, para que quizá la providencia de Dios obre en tales hombres para el beneficio de su pueblo. Creemos en verdad que la carta del Sr. Galland indica ese espíritu, si juzgamos correctamente; y también la del señor Gobernador. Sugerimos la idea de orar fervientemente por todos los hombres que manifestaren la menor simpatía por los hijos afligidos de Dios. 
(Tims and Seasons, Vol. 1 p. 103, 104, 131)
Creemos que el agrimensor federal del Territorio de Iowa puede ser de mucho beneficio a la Iglesia, si así es la voluntad de Dios a ese fin; y se manifestará la justicia como el ceñidor de nuestros lomos. Sentimos en nuestras mentes la fuerte impresión de que los santos deben valerse de cualquier oportunidad que pueda serles ofrecida, a fin de lograr establecerse sobre la tierra y hacer todos los preparativos que estuvieren a su alcance, para las terribles tempestades que se están acumulando en los cielos, "un día de nubes obscuras y tenebrosas y densas nieblas", del cual hablaron los profetas. Este día no puede estar ya muy lejos, porque parece rumorarse que los ángeles del cielo, a quienes se ha confiado el manejo de estos asuntos en los últimos días, se han reunido para aconsejarse; y entre los asuntos generales que iban a tratar en su honorable concilio, han considerado el testimonio de los que fueron asesinados en Haun's Mill, así como los que murieron con David W. Patten y en otros lugares; y quizá han tomado alguna resolución a favor de los santos y aquellos que han tenido que sufrir sin causa. Estas decisiones serán manifestadas en el debido tiempo; y el concilio considerará todas aquellas cosas que ofenden. Sentimos un deseo ferviente de que en vuestras conferencias generales se examinen todas las cosas con el máximo cuidado y decoro, no sea que ofendáis al Espíritu Santo, que será derramado a todo tiempo sobre vosotros, mientras obréis de acuerdo con aquellos principios de justicia que son según la voluntad de Dios, y mientras sintáis el debido afecto el uno hacia el otro y tengáis cuidado de acordaros siempre de los que se hallan presos y en pesadumbre y profunda aflicción por amor de vosotros. Y si hubiere entre vosotros quienes aspiran a su propio engrandecimiento, y buscan su propia opulencia, mientras sus hermanos gimen en la pobreza y se ven sujetos a graves penas y tentaciones, tales personas no pueden ser beneficiados por la intercesión del Espíritu Santo, que intercede por nosotros día y noche con inefables expresiones. A todo tiempo debemos tener mucho cuidado de que semejante altivez nunca tenga cabida en nuestros corazones, antes seamos condescendientes con los hombres de condición más humilde y con toda longanimidad sobrellevemos las flaquezas de los débiles. Versículo 34) He aquí, muchos son los llamados, y pocos los escogidos. ¿Y por qué no son escogidos? (versículo 35) Porque a tal grado han puesto su corazón en las cosas de este mundo, y aspiran tanto a los honores de los hombres, que no aprenden esta lección única: (versículo 36) Que los derechos del sacerdocio están inseparablemente unidos a los poderes del cielo, y que estos no pueden ser gobernados ni manejados sino conforme a los principios de la rectitud. (versículo 37) Es cierto que se nos pueden conferir; pero cuando intentamos encubrir nuestros pecados, o satisfacer nuestro orgullo, nuestra vana ambición, o ejercer mando, dominio o compulsión sobre las almas de los hijos de los hombres, en cualquier grado de injusticia, he aquí, los cielos se retiran, el Espíritu del Señor es ofendido, y cuando se aparta, se acabó el sacerdocio o autoridad de tal hombre. (versículo 38) He aquí, antes que se dé cuenta, queda abandonado a sí mismo para dar coces contra el aguijón, para perseguir a los santos y combatir contra Dios. (versículo 39) Hemos aprendido, por tristes experiencias, que la naturaleza y disposición de casi todos los hombres, en cuanto reciben un poco de autoridad, como ellos suponen, es comenzar inmediatamente a ejercer injusto dominio. (versículo 40)Por tanto, muchos son llamados, pero pocos son escogidos. (versículo 41) Ningún poder o influencia se puede ni se debe mantener en virtud del sacerdocio, sino por persuasión, por longanimidad, benignidad, mansedumbre y por amor sincero; (versículo 42)por bondad y por conocimiento puro, lo cual engrandecerá en gran manera el alma sin hipocresía y sin malicia; (versículo 43) reprendiendo en el momento oportuno con severidad, cuando lo induzca el Espíritu Santo; y entonces demostrando mayor amor hacia el que has reprendido, no sea que te considere su enemigo; (versículo 44) para que sepa que tu fidelidad es más fuerte que los lazos de la muerte. (versículo 45) Deja también que tus entrañas se llenen de caridad para con todos los hombres, y para con los de la familia de la fe, y deja que la virtud engalane tus pensamientos incesantemente; entonces tu confianza se fortalecerá en la presencia de Dios; y la doctrina del sacerdocio destilará sobre tu alma como rocío del cielo. (versículo 46) El Espíritu Santo será tu compañero constante, y tu cetro, un cetro inmutable de justicia y de verdad; y tu dominio será un dominio eterno, y sin ser compelido fluirá hacia ti para siempre jamás.

Sección 122

(Versículo 1) Los extremos de la tierra indagarán tu nombre, los necios se burlarán de ti y el infierno se encolerizará en tu contra; (versículo 2) en tanto que los puros de corazón, los sabios, los nobles y los virtuosos buscarán consejo, autoridad y bendiciones de tu mano constantemente. (Versículo 3 ) El testimonio de traidores nunca volverá a tu pueblo en contra de ti. (versículo 4) Y aunque su influencia te lance en dificultades y tras rejas y muros, se te estimará con honor; y de aquí a poco tu voz será más terrible entre tus enemigos que el león feroz, a causa de tu rectitud, y tu Dios te amparará 
para siempre jamás. (versículo 5) Si te es requerido pasar tribulaciones; si te encuentras en peligro entre hermanos falsos; si estás en peligro entre ladrones; si peligras en tierra o mar; (versículo 6) si se te acusa con todo género de acusaciones falsas; si te acometen tus enemigos; si te apartan del lado de tu padre y madre, hermanos y hermanas; si con la espada desenvainada tus enemigos te arrebatan del seno de tu esposa y de tu familia, y tu hijo mayor, que solo tiene seis años de edad, se prende de tu ropa, diciendo: Padre mío, padre mío, ¿por qué no puedes quedarte con nosotros? Padre mío, ¿qué van a hacer contigo estos hombres?; y si entonces lo echan de tu lado a fuerza de espada, y te arrastran a la cárcel, y tus enemigos te rodean como lobos que buscan la sangre del cordero; (Versículo 7) si eres echado en el foso o en manos de homicidas, y eres condenado a muerte; si eres arrojado al abismo; si las bravas olas conspiran contra ti; si el viento huracanado se hace tu enemigo; si los cielos se ennegrecen y todos los elementos se combinan para obstruir la vía; y sobre todo, si las puertas mismas del infierno se abren de par en par para tragarte, entiende, hijo mío, que todas estas cosas te servirán de experiencia, y serán para tu bien. (versículo 8) El Hijo del Hombre ha descendido debajo de todo ello. ¿Eres tú mayor que él? (versículo 9) Por tanto, persevera en tu camino, y el sacerdocio quedará contigo; porque los límites de ellos están señalados, y no los pueden traspasar. Tus días son conocidos y tus años no serán acortados; no temas, pues, lo que pueda hacer el hombre, porque Dios estará contigo para siempre jamás.

Sección 123

Y ahora, hermanos, me permito sugerir para la consideración de la conferencia, que quede entendido, cuidadosa y sabiamente, en el concilio o conferencia, que nuestros hermanos que se hallan esparcidos, que entienden el espíritu del recogimiento, se trasladen a los sitios de refugio y amparo que Dios les proporcionará, entre Kírtland y Far West. Los que son del este y del oeste, y de países lejanos, establézcanse en algún sitio entre esos dos puntos, en los lugares más seguros y tranquilos que puedan hallar; y sea esto el acuerdo presente hasta que Dios nos prepare un medio más eficaz para considerar en lo futuro. También sugerimos para la consideración del Consejo, que no se organicen grupos grandes a base de acciones ordinarias, en cuanto a bienes, ni compañías grandes, hasta que el Señor lo indique de una manera debida, porque presenta tan terrible oportunidad a los avaros, los indolentes y los de corazón corrompido, de aprovecharse de los inocentes, los virtuosos y honrados. Tenemos razón para creer que se introdujeron muchas cosas entre los santos antes que Dios indicara el tiempo para ellas; y aunque los principios y planes pudieron haber sido buenos, los hombres ambiciosos, o en otras palabras, aquellos en quienes no había la substancia de la piedad, quizá intentaron manejar útiles filosos. A los niños, como sabéis, les gusta la herramienta, aun cuando todavía no pueden usarla
(Times ans Seasons Vol. 1 p. 132)
planes puede haber sido bueno, sin embargo, los aspirantes a los hombres, que tenían la apariencia de piedad, pero no la sustancia, por sus nociones aspirantes trajeron problemas, tanto sobre sí mismos y de los santos en general: sin embargo, el tiempo está llegando, cuando Dios significar muchas cosas, que se espera por ser el bien de los santos. (Versículo 1) Además, sugerimos que consideréis la conveniencia de que todos los santos recopilen lo que sepan de todos los hechos, sufrimientos y abusos que les ha ocasionado el pueblo de este estado; (versículo 2) y también de todas las propiedades y el monto de los daños que han sufrido, tanto de reputación y lesiones personales, como de bienes raíces; (versículo 3) y además, los nombres de todas las personas que hayan tomado parte en sus opresiones, hasta donde se puedan obtener y averiguar. (versículo 4) Y tal vez se pueda nombrar a un comité para investigar estas cosas y recoger declaraciones y deposiciones, y también juntar las publicaciones difamatorias que circulan; (versículo 5) y todas las que hay en las revistas y enciclopedias, así como todas las historias difamatorias ya publicadas y las que se están escribiendo, con sus autores, a fin de exponer la concatenación completa de perversidad diabólica e imposiciones nefarias y asesinas que se han cometido contra este pueblo, (versículo 6) para no solamente publicarlas al mundo entero, sino para presentarlas a los jefes del gobierno en todo su aspecto tenebroso e infernal como el último esfuerzo que nuestro Padre Celestial nos ha mandado hacer, antes que podamos reclamar plena y cabalmente el cumplimiento de esa promesa que lo llamará de su morada oculta; y también para que toda la nación quede sin excusa, antes que él descargue la fuerza de su brazo poderoso. (versículo 7) Es una obligación imperiosa que tenemos para con Dios y los ángeles, ante quienes nos presentaremos, así como para con nosotros mismos, nuestras esposas e hijos que han sido agobiados por la angustia, tristeza y congoja, bajo la mano más detestable del homicidio, la tiranía y la opresión, apoyados, incitados y sostenidos por la influencia de ese espíritu que tan fuertemente ha remachado los credos de los padres, quienes han heredado mentiras, en el corazón de los hijos, y ha llenado el mundo de confusión, y se ha estado haciendo cada vez más fuerte, y es ahora la fuente misma de toda corrupción, y la tierra entera gime bajo el peso de su iniquidad. (versículo 8)Es un yugo de hierro, una ligadura fuerte; son las esposas y cadenas, las ataduras y grilletes mismos del infierno. (Versículo 9) De manera que es un deber imperioso que tenemos, no solo para con nuestras propias esposas e hijos, sino para con las viudas y los huérfanos, cuyos maridos y padres han sido asesinados bajo su mano de hierro, (versículo 10), hechos tenebrosos y envilecedores que son suficientes para hacer que el infierno mismo se estremezca y se quede despavorido y pálido, y que las manos del propio diablo tiemblen y se paralicen. (versículo 14) de manera que se debe atender a estas cosas con gran diligencia. (Versículo 15) Ningún hombre las considere como cosas pequeñas,
(Times and Seasons Vol. 1 p. 133)
porque hay mucho en lo futuro, perteneciente a los santos, que depende de estas cosas. (versículo 16) Hermanos, vosotros sabéis que un barco muy grande se beneficia mucho en una tempestad, con un timón pequeño que lo acomoda al vaivén del viento y de las olas. (Versículo 17) Por tanto, muy queridos hermanos, hagamos con buen ánimo cuanta cosa esté a nuestro alcance; y entonces podremos permanecer tranquilos, con la más completa seguridad, para ver la salvación de Dios y que se revele su brazo. Además, también quisiera sugerir la impropiedad de organizar bandas o compañías, por medio de convenios y juramentos, castigos o señas secretas. Bástenos nuestra experiencia pasada y las aflicciones causadas por la iniquidad del doctor Avard, y sea nuestro convenio un convenio sempiterno, cual se halla en las Escrituras Sagradas y en las cosas que Dios nos ha revelado. La amistad pura siempre se debilita en el momento que uno trata de hacerla más fuerte por medio de juramentos y cosas secretas. Vuestros humildes servidores están resueltos a desaprobar, de aquí en adelante, todo lo que no concuerde con la plenitud del evangelio de Jesucristo, o que no sea de una naturaleza franca, sincera y recta. No quedarán callados— como en ocasiones pasadas, al ver que la iniquidad empieza a erguir su cabeza—por temor de los traidores o las consecuencias que resultaren de reprender a los que se insinúan sutilmente con objeto de conseguir algo con que destruir el rebaño. Creemos que la experiencia de los santos en ocasiones pasadas ha sido suficiente, y que de ahora en adelante estarán siempre dispuestos a obedecer la verdad sin tener que admirar la persona de un hombre por motivo de su posición. Conviene que estemos enterados de tales cosas; y siempre debemos cuidarnos de esos prejuicios que tanto agradan a la naturaleza humana, y los cuales en ocasiones surgen de tan extraña manera contra nuestros amigos, vecinos y hermanos del mundo, que prefieren diferir de nosotros en sus opiniones, como también en asuntos de fe. Nuestra religión queda entre nosotros y nuestro Dios. Su religión queda entre ellos y su Dios. Hay un amor de Dios que se debe ejercer hacia los que son de nuestra fe y andan en rectitud, un amor que en sí mismo se distingue, pero es sin prejuicio; también ensancha la mente, y esto nos permite tratar con mayor liberalidad a los que no son de nuestra fe, que la que ellos manifiestan el uno hacia el otro. Este principio es el que más se aproxima a la mente de Dios, porque es como Dios o semejante a Dios. Es también un principio con que tenemos que ver, es decir, junto con todos los hombres, como por ejemplo los gobiernos, las leyes y reglamentos en los asuntos civiles de la vida. Este principio garantiza a todo partido, secta, denominación y género de religión, derechos iguales, patentes e irrevocables; son cosas que tienen que. ver con esta vida; por consiguiente, todos están interesados en igual manera; establecen nuestras responsabilidades del uno hacia el otro en materia de cosas corruptibles, a la vez que los principios anteriores no destruyen estos últimos, antes nos ligan más estrechamente e indican nuestras responsabilidades no sólo del uno hacia el otro, sino también hacia Dios. Por tanto, decimos que la Constitución de los Estados Unidos es un glorioso estandarte: está fundada en la sabiduría de Dios. Es una bandera celestial; es como la fresca sombra para todos aquellos que tienen el privilegio de saborear la dulzura de la libertad, y como las aguas refrescantes de una peña grande en terreno árido y desolado. Es como un árbol grande a la sombra del cual los hombres de todo clima se pueden resguardar de los rayos candentes del sol. A nosotros, hermanos, se nos ha privado de la protección de sus gloriosos principios por la crueldad de los crueles, por aquellos que, como las bestias del campo, sólo buscan por lo pronto el pasto para hartarse; y se olvidan de que los "mormones", igual que los presbiterianos y los de toda otra clase y descripción, tienen igual derecho de participar del fruto del gran árbol de nuestra libertad nacional. Pero a pesar de ver lo que vemos, sentir lo que sentimos y saber lo que sabemos, no por eso deja de ser esa fruta menos preciosa ni menos deleitable a nuestro paladar; no nos pueden arrebatar la leche, ni nos pueden arrancar del pecho; ni tampoco negaremos nuestra religión por motivo de la opresión, sino que perseveraremos hasta la muerte. Decimos que Dios es verdadero; que la Constitución de los Estados Unidos es verdadera; que la Biblia, el Libro de Mormón y el Libro de los Convenios son verdaderos; que Cristo es verdadero, y también lo son los ángeles ministrantes que son enviados de Dios; y sabemos que en el cielo tenemos una morada eterna, hecha no con manos, cuyo constructor y hacedor es Dios; y éste es un consuelo que nuestros opresores no podrán sentir cuando la fortuna o el destino ponga sobre ellos su mano de hierro como lo ha hecho con nosotros. Y ahora preguntamos, ¿qué es el hombre? Recordad, hermanos, que todos los hombres están sujetos al tiempo y a la suerte.
Continuaremos nuestros pensamientos en la siguiente epístola, y nos repetimos vuestros sinceros amigos y hermanos en los lazos del evangelio eterno, prisioneros de Jesucristo por amor del evangelio y los santos. Pronunciamos las bendiciones del cielo sobre la cabeza de los santos que tratan de servir a Dios de todo corazón, en el nombre de Jesucristo. Amén.
JOSÉ SMITH JR. ,
HYRUM SMITH,
LYMAN WIGHT,
CALEB BALDWIN,
ALEXANDER. McRAE.
Comentario de la Crítica: Al leer las cartas es obvio que esta era muy diferente de lo que actualmente está en D. y C. 121-123. Los críticos pueden alegar que las Secciones 121, 122, y 123 parecen ser fabricaciones aisladas o frases cuidadosamente tomadas fuera de contexto.

La Visión de José Smith de su hermano Alvin (D. y C. 137).

La visión de José Smith del Reino Celestial está descrita en Doctrina y Convenios 137. La mayoría de los miembros no son conscientes de que la sección en realidad está incompleta. Gran parte de la visión original de Smith fue dejada por fuera; una revisión cuidadosa puede revelar el por qué, ya que hay varios problemas serios en esta sección.
"(Versículo 1) Los cielos nos fueron abiertos, y vi el reino celestial de Dios y su gloria, mas si fue en el cuerpo o fuera del cuerpo, no puedo decirlo. - (versículo 2) Vi la incomparable belleza de la puerta por la cual entrarán los herederos de ese reino, la cual era semejante a llamas circundantes de fuego; (versículo 3) también vi el [refulgente] trono de Dios, sobre el cual se hallaban sentados el Padre y el Hijo. - (4 versículo) Vi las hermosas calles de ese reino, las cuales parecían estar pavimentadas de oro. -(versículo 5) Vi a nuestro padre Adán, y a Abraham y Miguel, y a mi padre, y a mi madre, y a mi hermano Alvin, que murió hace mucho tiempo; (versículo 6) y me [maravillé] de que hubiese recibido una herencia en ese reino, en vista de que había salido de esta vida antes que el Señor [hubiera] extendido su mano para juntar a Israel por <segunda vez>, y no había sido bautizado para la remisión de los pecados. (versículo 7) Por lo que, me habló la voz [del Señor], diciendo: Todos los que han muerto sin el conocimiento de este evangelio, quienes lo habrían recibido si se les hubiese permitido permanecer, serán herederos del reino celestial de Dios; (versículo 8) también todos aquellos que de aquí en adelante mueran <sin> un conocimiento de él, quienes lo habrían recibido de todo corazón, serán herederos de este reino; (versículo 9) pues yo, el Señor, juzgaré a todos los hombres según sus obras, según el deseo de sus corazones.- y otra vez también vi el Reino [Terrestre] (Versículo 10) Y también vi que todos los niños que mueren antes de [llegar] a la edad de responsabilidad se salvan en el Reino Celestial de los cielos.- vi a los 12 apóstoles del Cordero, que están ahora sobre la tierra y poseen las llaves de este último ministerio, en el extranjero, que se unían en un círculo muy [fatigados], con la ropa hecha harapos y los pies [hinchados], con sus ojos mirando hacia [abajo], y Jesús [permanecía] en medio de ellos, y ellos no lo vieron, el [Salvador] los observaba y lloraba -también vi al Élder McLellin al sur, de pie sobre una colina, rodeado de una vasta multitud, predicándoles y a un cojo de pie delante de él, [apoyado] en sus muletas, las cuales tiró según su palabra, y saltó como un [Ciervo], por el gran poder de Dios.” y también a Brigham Young en tierra extranjera, en el lejano sur oeste, en un lugar desierto, sobre una roca en medio de una docena de hombres de color que parecían hostiles. Él estaba predicándoles en su propio [lengua], y un ángel de Dios, de pie encima de su cabeza con una espada desnuda en su mano, lo protegía pero él no lo vio, - y, finalmente, vi a la 12 en el Reino celestial de Dios, - vi también la redención de Sión, y muchas cosas que la [lengua] del hombre, no puede [describir] completamente. - Muchos de mis hermanos que recibieron esta ordenanza conmigo, vieron gloriosas visiones también, -ángeles les ministraron, así como yo mismo, y el poder de Altísimo descansaba sobre nosotros, la casa se ​​llenó de la gloria de Dios, y gritamos Hosanah a Dios y al Cordero."
- José Smith, Los Escritos Personales de José Smith, compilado y editado por Dean C. Jessee, p.146
Tenga en cuenta que Adán y Miguel de acuerdo a la visión son seres separados. Esto contradice las enseñanzas posteriores de José, de que Adán y Miguel son la misma persona. Al darse cuenta de que esto era un problema, se hizo necesaria la revisión.

Otro problema es que José Smith afirmó haber visto a los doce apóstoles de la iglesia mormona temprana en el Reino Celestial, lo que significa que fueron fieles a José hasta el final de sus vidas. A pesar de que algunos de estos hombres se mantuvieron fieles a la iglesia mormona, otros, como William McClellin abandonaron la iglesia o fueron excomulgados por Smith. Dios o Smith no vieron el futuro con exactitud.

Un último punto interesante es que José Smith afirma haber visto a Brigham Young rodeado de "una docena de hombres de color que parecían hostiles". Esta declaración probablemente refleja las actitudes racistas del siglo 19, en lugar de una perspectiva celestial eterna, donde todos son iguales ante Dios.

Discursos sobre la Fe

Originalmente Doctrina y Convenios incluía los "Discursos Sobre la Fe," siete conferencias dadas a la Escuela de los élderes (la sucesora de la Escuela de los Profetas) en Kirtland, Ohio, durante el invierno de 1834-1835. Los discursos fueron muy populares en los primeros días de la iglesia y fueron canonizados como escritura en 1835. Bruce R. McConkie dijo de las conferencias:
"A mi juicio, [son] la expresión más completa, inspirada que ahora existe en el idioma Inglés - que tenga en un solo lugar la definición, la interpretación, la exposición, el anuncio, y el testimonio de que clase de ser es Dios. Fue escrito por el poder del Espíritu Santo, por el espíritu de inspiración, es, en efecto, escritura eterna; es verdadera".
De acuerdo con McConkie, los discursos deben ser elevados a la categoría de escrituras - la palabra de Dios a la humanidad. No todo el mundo está de acuerdo con ello. Algunas de las enseñanzas que aparecen en los discursos generan controversia, y los discursos fueron retirados en 1921 y no han aparecido en Doctrina y Convenios desde entonces. Los discursos demuestran una visión evolutiva de Dios; puntos de vista que son muy diferentes de los que J Smith enseñó a principios de su carrera profética, cuando "tradujo" el Libro de Mormón.

La declaración más polémica en los "Discursos Sobre la Fe" se encuentra en la conferencia de cinco. Se lee:

Hay dos personajes (de cuerpo) que constituyen el gran, sin igual, supremo poder sobre todas las cosas, por medio de quien todo lo que a sido creado y hecho, fue creado y hecho, sea invisible o visible, sea en el cielo, sobre la tierra, dentro de la tierra o debajo de la tierra o por toda la inmensidad del espacio. Ellos son el Padre y el Hijo -- el Padre siendo un personaje de espíritu, cuerpo, gloria y poder, poseyendo toda perfección y plenitud. El Hijo, quien está en el seno del Padre, un personaje de tabernáculo, hecho semejante o forma del hombre, o más bien el hombre siendo a imagen y semejanza de él; es también la expresa imagen y semejanza del Padre poseyendo toda la plenitud del Padre, o la misma plenitud con el Padre... [el Hijo] poseyendo la misma mente con el Padre, la cual mente es el el Espíritu Santo... y estos tres constituyen la Deidad y son Uno"
(Discursos Sobre la Fe, Núm 5, 5: 2a-5: 2e)
"Pregunta: ¿Establece, lo antes dicho sobre la Deidad, una base firme para ejercer fe en Él [Cristo] para vida y salvación? Respuesta: Lo hace."
(Discursos Sobre la Fe, Núm 5, 5:26)
Los críticos señalan que esto refleja un cambio en la visión de la iglesia mormona acerca de Dios. A diferencia de las enseñanzas mormonas posteriores, el padre se describe como "un personaje de espíritu", y el Espíritu Santo no es un "personaje de Espíritu", sino se describe como "la mente de Dios". Los críticos citan el mismo Doctrina y Convenios (y la Biblia y el Libro de Mormón) donde se afirma que Dios "es el mismo ayer, hoy y para siempre". (D. y C. 20:12, Mormón 9: 9, 2 Nefi 2: 4, Hebreos 13: 8).


Joseph Fielding Smith, uno de los hombres responsables de la eliminación de los Discursos, dijo en una entrevista el 22 de julio de 1940, que los Discursos fueron retirados de D. y C. por las siguientes razones:
  1. Los Discursos nunca fueron recibidas por José Smith como revelación;
  2. Los Discursos son sólo instrucciones relativas al tema general de la fe y no son doctrina de la Iglesia;
  3. Los Discursos no son completos en cuanto a sus enseñanzas sobre la Divinidad;
  4. El Elder James E. Talmage, presidente del comité responsable de su eliminación, pensaba que, para evitar la confusión y la contención en este punto vital de la fe [es decir, la Trinidad], sería mejor no haber ligado los Discursos en el mismo volumen con los mandamientos y las Revelaciones. (John William Fitzgerald, "Estudio de Doctrina y Convenios" (Tesis de maestría, Universidad Brigham Young, 1940), pp. 343-45)

Autoría de los Discrusos

Algunos líderes y apologistas de la Iglesia han sugerido que el autor de los Discursos sobre la Fe no fue José Smith, sino Sidney Rigdon.

Charles W. Penrose, un miembro de la Primera Presidencia, escribió:

"Aprendemos mediante la lectura de la historia de los primeros tiempos de la Iglesia que los discursos fueron dados por Sidney Rigdon cuando estaba en plena comunión con la iglesia."
(Heber J. Grant, Letterbooks, p. 860)



John Henry Evans dijo.
"A diferencia de todo lo que escribió José Smith cuán diferente es la escritura de Ralph Waldo Emerson de su contemporánea, Margaret Fuller. "Sin inspiración" es la única palabra que describe adecuadamente el folleto [los Discursos Impresos]. Se inicia con una definición tomada del diccionario [teológico] de Buck, procede a decirnos cómo se deriva nuestro conocimiento de Dios, y pasa a describir las cualidades de Dios, como se muestra en la Biblia. El tratamiento es justo lo que cualquiera de un millar de los teólogos de la época de Rigdon podría producir. Se dice que Oliver Cowdery también ayudó en la composición de este documento.
(John Henry Evans, José Smith: Un Profeta Americano [Nueva York: Macmillan, 1946], pp. 95-96)
Ni Penrose ni Evans ofrecen evidencia de que José Smith no fue el autor de los Discursos. Recibieron su información de segunda o tercera mano, o adivinando. Es posible que José Smith no fue el autor de los discursos, pero si no lo fue, entonces ¿eran revelaciones inspiradas? Si Sidney Rigdon las escribió, ¿por qué Smith tomaría el crédito por la invención de ellos [los discursos] y los colocaría en D. y C., donde iban a ser considerados como revelaciones de Dios? Si no eran revelaciones, entonces ¿por qué anunciarse como tales? Todas estas son preguntas razonables.

Joseph Fielding Smith creía que José Smith al menos ayudó a elaborar los discursos: "Ahora el profeta sabía algo acerca de estos Discursos sobre la Fe, porque ayudó a prepararlos, y ayudó también a revisar estos discursos antes de su publicación..." (Joseph Fielding Smith, Doctrina de Salvación, 3: 195). Joseph Fielding Smith también afirmó que "hay que darle crédito al profeta José Smith (para los discursos)" (Joseph Fielding Smith, Doctrina de Salvación, 2: 304)

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