viernes, 2 de septiembre de 2016

La Orden de Enoc



Un análisis del organismo conformado por la iglesia mormona para gobernar las posesiones de los miembros, la Orden Unida u Orden de Enoc. A continuación se muestra una táctica de engaño usada por el profeta mormón para expropiar a sus seguidores de sus posesiones, no contento con haberles quitado sus esposas e hijas, también iba por sus bienes materiales. 



Gran parte de este artículo es una traducción directa de mormonThink por su servidor.

Definición de Wikipedia en Inglés. [del 23 de junio de 2011]

En el movimiento de los Santos de los Últimos Días, la Orden Unida (también llamada la Orden Unida de Enoc) fue uno de varios programas colectivistas de la iglesia del siglo 19. Las primeras versiones de la Orden que comenzaron en 1831 trataron de poner en práctica la ley de consagración, una forma de comunismo cristiano, el modelo de la iglesia del Nuevo Testamento en el que se tenían "todas las cosas en común". 

Estas primeras versiones terminaron después de unos pocos años. Las versiones posteriores dentro del mormonismo, principalmente en el territorio de Utah, implementaron programas cooperativos menos ambiciosos, muchos de los cuales tuvieron mucho éxito. El nombre completo de la Orden evoca a la ciudad de Enoc, que según las escrituras mormonas eran un pueblo tan virtuoso y sin mancha que Dios los llevó al cielo. La Orden Unida estableció comunidades igualitarias destinadas a lograr la igualdad en los ingresos, eliminar la pobreza y aumentar la auto-suficiencia del grupo. El movimiento tenía mucho en común con otras sociedades utópicas comunalistas formadas en los Estados Unidos y Europa durante el Segundo Gran Despertar, que pretendían gobernar los aspectos de la vida de las personas a través de preceptos de fe y la organización de la comunidad. Sin embargo, la Orden Unida de los Santos de los Últimos Días era más orientada a la familia y la propiedad que los experimentos utópicos en Brook Farm y la Comunidad Oneida.

La pertenencia a la Orden Unida era voluntaria, aunque durante un período en la década de 1830 fue un requisito para mantener la membresía en la iglesia. Los participantes daban el título de propiedad (consagraban) de todos sus bienes a la Orden Unida, la que a su vez le devolvía una "herencia" (o "mayordomía"), que permitía a los miembros el control de la propiedad; la propiedad privada no fue erradicada, sino más bien era un principio fundamental de este sistema. Al final de cada año, cualquier sobrante que la familia producía a partir de su mayordomía se daba voluntariamente de nuevo a la Orden. La Orden en cada comunidad estaba gobernada por el obispo local.

La Orden Unida no se practica dentro de la corriente principal del mormonismo de hoy; Sin embargo, una serie de grupos de fundamentalistas mormones, como Los Hermanos Apostólicos Unidos, han reavivado esta práctica. La Orden Unida también fue practicada por una secta liberal Mormona llamada la Orden Unida de la Familia de Cristo.

De la Guía de Estudio de las Escrituras

Orden Unida
Véase también Consagrar, ley de consagración

Organización mediante la cual los santos de los comienzos de la Iglesia restaurada trataron de vivir la ley de consagración. Los miembros compartían su propiedad, sus bienes y sus ganancias, y recibían conforme a sus carencias y necesidades (DyC 51:3;78:1–15; 104).

  • En vuestras cosas temporales seréis iguales: DyC 70:14.
  • Los santos debían organizarse para ser iguales en todas las cosas: DyC 78:3–11. DyC 82:17–20.
  • El Señor dio a la orden unida una revelación y mandamiento: DyC 92:1.
  • John Johnson debía ser miembro de la orden unida: DyC 96:6–9.
  • El Señor dio instrucciones sobre la forma en que debía funcionar la orden unida: DyC 104.
  • Mi pueblo no está unido conforme a la unión que requiere la ley del reino celestial: DyC 105:1–13.

Del manual para el alumno de Doctrina y Convenios

En la Explicación L del Manual del alumno de Instituto de Doctrina y Convenios (Religión 324-325 leemos lo siguiente: (pág. 397)

(L-5) Administración de la ley: La orden unida 

El Señor mandó que "es necesario que haya una organización de mi pueblo, a fin de reglamentar y establecer los asuntos del depósito para los pobres" (D. y C. 78:3 ), y esta organización la debían conducir todos los que constituían esa orden. El vocablo orden se usó para describir la sociedad y organización establecida, sobre un convenio, para aplicar la ley de consagración y mayordomía a los santos. Los límites jurisdiccionales y territoriales se establecieron para coincidir con los de la estaca (véase D. y C. 104:47-49 ). La frase "orden unida" quiere decir que los santos, después de organizarse mediante un convenio en una orden o sociedad (estaca), se unieron en la práctica de la ley de consagración como un sistema temporal y económico bajo el cual debían vivir. 

Sobrantes y excedentes: almacenes y tesorerías. El presidente J. Reuben Clark, hijo, explicó las diferentes clases de sobrantes y excedentes consagrados en esta ley. También usó Doctrina y Convenios para explicar el propósito para el cual debían utilizarse y el sistema establecido para administrarlos y protegerlos: 
"La parte de la propiedad de una persona que no se le devolvía, en caso de que tuviera más de lo que necesitara... se convertía en propiedad común de la Iglesia, y dicha propiedad común se utilizaba para ayudar a los pobres de la misma. En las revelaciones se habla al respecto como 'el resto' de la propiedad (D. y C. 42:34-36). 

"... Repito, que cuando un mayordomo obtenía de su porción más de lo que necesitaba para sostener a su familia, según la norma proporcionada, como ya se indicó anteriormente, el mayordomo lo devolvía al Obispo, y este excedente, junto con el resto... iba al almacén del obispo (D. y C. 51:13) ... y los materiales que había en el almacén debían usarse para formar porciones, como se dijo anteriormente, para cuidar de los pobres (D. y C. 78:3 ), las viudas y los huérfanos (D. y C. 83:6 ), así como para los elderes que obraban en el ministerio, los cuales deberían pagar por lo que recibieran si tenían con qué, pero si no, sus obras fieles satisfarían la deuda ante el obispo (D. y C. 72:11). 

"Conforme transcurrió el tiempo y se desarrolló el Sistema, el Señor dispuso otras dos instituciones además del almacén: una se llamaba la Tesorería Sagrada, en la cual se iba a depositar 'el producto de las cosas sagradas, para propósitos sacrosantos'. Aunque no está muy claro, tal parece que en esta tesorería se iban a depositar los excedentes derivados de la publicación de las revelaciones, el Libro de Mormón, la Perla de Gran Precio y otras cosas Similares, mayordomía que se había dado a José y a otros (D. y C. 104:60-66). 

"El Señor también dispuso que se formara 'Otra Tesorería', y en ésta se depositaban los ingresos generales de la Iglesia, tales como obsequios en dinero y los ingresos derivados del mejoramiento de las mayordomías, a distinción del sobrante de las consagraciones originales, y el sobrante derivado de la operación de sus mayordomías." (D. y C. 104:67-68.) (En Mi Reino se Extenderá, págs. 103--104.) 
"Tenían todas las cosas en común. " La frase, tomada de Hechos 4:32 (véase también Hechos 2:44; 3 Nefi 26:19; 4 N .efi 1:3 ), se refiere a los que vivían la ley de consagración en los tiempos antiguos. Algunas personas que han reflexionado respecto al vocablo común piensan que se trata de un tipo de organización social en forma comunal o un "comunismo cristiano". Esta interpretación es errónea. El profeta José Smith enseñó claramente la verdadera naturaleza de tener todas las cosas en común: "Prediqué durante casi una hora sobre el capítulo dos de Hechos, tratando de demostrar lo disparatado de tener los bienes en común (propiedades en común). En Nauvoo cada persona es mayordomo de sus pertenencias (bienes)" (History of the Church, 6:37-38). 
Cada mayordomía se considera propiedad privada (véase sección L--4), y el resto y excedente, consagrado para el almacén, es lo que se convierte en "bienes comunes de toda la iglesia" (véase D. y C. 82:18 ). Se menciona como "bienes comunes" porque todos los miembros de la orden tienen acceso a ellos, de acuerdo con sus justos "menesteres" y "necesidades", incluyendo la necesidad de mejorar su mayordomía (véase D. y C. 82:17-18). 

Título de propiedad de la Orden Unida
Frecuentemente encontramos el vocablo igual en las revelaciones registradas en Doctrina y Convenios: "En vuestras cosas terrenales seréis Iguales también" (D. y C. 70:14); "porque si no sois Iguales en las cosas terrenales, no podéis ser iguales en la consecución de cosas celestiales" (D. y C. 78:6 ). "Señalen... su porción a este pueblo, a cada hombre igual, según su familia, conforme a sus circunstancias, carencias y necesidades" (D. y C. 51: 3). El Señor dio su definición del vocablo igual: "Y seréis Iguales, o en otras palabras, tendréis el mismo derecho a los bienes, para el mejor manejo de los asuntos de vuestras mayordomías, cada hombre según sus menesteres y necesidades, si éstos son justos" (D. y C. 82:17). 

Los reclamos de igualdad por parte de todos los miembros del convenio eran en relación con los bienes en común o recursos para la administración de las mayordomías. Mediante estos derechos mutuamente compartidos, todos eran "iguales" (D. y C. 51:9) o, en otras palabras, tenían igual posición. El procedimiento para determinar a qué reclamo se accedía consistía en que todos los que participaban en la orden dieran su aprobación y consentimiento (véase D. y C. 104:70-71). 

El obispo como administrador de la orden. El obispo es el supervisor y administrador de la ley de consagración y de mayordomía. La consagración inicial y el arreglo de mayordomía se hacen ante él (véase D. y C. 42:31-33; 51:3--5; 58:33, 55 ). En la comunidad de Sión, el obispo señala la herencia (véase D. y C. 48:6; 57:15; 85:1; 124:21 ). También tiene la responsabilidad de la dirección del almacén (véase D. y C. 42:34; 51:13; 72:9-10 ). Una de las responsabilidades más importantes del obispo es la de ocuparse de las necesidades de los pobres (véase D. y C; 42:33--35, 39; 78:3; 84:11 2 ), de las viudas y de los huérfanos. Como Juez en Israel (véase D. y C. 107:74 ), el obispo también recibe el informe de la mayordomía de cada miembro de la orden, un ajuste y evaluación periódica (véase D. y C. 72:5-7).

De un Apóstol de la Iglesia Reorganizada SUD (Comunidad de Cristo)

Portrait of R. C. EvansAquí hay una muy interesante perspectiva de la Orden de Enoc por uno de los apóstoles de la Iglesia RSUD (Comunidad de Cristo). Él salió de la iglesia RSUD después de servir como apóstol durante dos décadas. Del libro Cuarenta Años en la Iglesia Mormona - ¿Por Que La Dejé? por el Apóstol Richard C. Evans:

Página 145 Capítulo IX, La Orden de Enoc

Esta Orden es un asunto misterioso, bajo el cual se le ordena a cada miembro de la iglesia a unirse, si quiere asegurar su salvación en los esplendores celestes del Reino de Dios; él debe dar el título de propiedad al Presidente de la Orden, que es el Obispo Presidente de la Iglesia, de todos sus bienes de cualquier tipo y carácter, con una "escritura y acuerdo que no puede ser violado". Esta propiedad, así se trate de bienes raíces o de dinero, notas bancarias, bonos, seguros, elementos de granja, o joyas, vacas, gallinas, artículos para el hogar o ropa, todo debe ser escriturado y traspasado a la iglesia, y luego el Obispo dará una escritura de lo que él considera que debía ser su herencia. De esto [la "mayordomía"] se dice que es su pequeño hogar, el cuál, después de haber transferido todos sus bienes a la iglesia, es la única parte que se podría reclamar si se debe salir, o se es expulsado, de la iglesia. 


En una palabra, según lo explicado por los buenos Obispos, cuando usted nace en este mundo, llega sin poseer absolutamente nada, por lo que la vida, cuando usted nace de nuevo en el Reino de Dios (que es la Iglesia Mormona), debe comenzar de igual forma, sin absolutamente nada, sólo la vida. Si no posees nada, debes ser consagrado tu mismo y todo lo que obtengas, iniciando desde ese momento, para poder convertirte en mayordomo para Dios, siendo Él el dueño de todo; y se afirma claramente que si un miembro de la sociedad se atreve a hacer la afirmación de que no posee nada, sin importar si ha consagrado millones, es a la vez colocado bajo maldición, que (de acuerdo con las revelaciones recibidas por medio de José Smith, que se citan en este artículo) puede ser infligida por los designados para maldecir [Los Danitas].

Después de que usted haya traspasado (consagrado) todos sus bienes, y recibido su mayordomía, debe ir a trabajar, pero no para usted mismo, sino para la Orden de Enoc, y se debe hacer un inventario cada año o mes según sea necesario, y después de sacar su sustento, los pocos o muchos dólares ahorrados por encima de sus gastos simples de manutención, deben ser contados y entregados a las autoridades de la Orden. 

La mayor bendición y honor que se recibe por toda esta titulación (consagración) a la Orden, es que se recibe un Nombre Nuevo y una Herencia en Sión

La historia de esta misteriosa orden es muy larga y triste. Muchos dieron todo, obtuvieron su nuevo nombre, y descubrieron la maldad del mormonismo, la denunciaron y huyeron para salvar sus vidas y escapar de la maldición. De acuerdo con los principales hombres que han dejado la iglesia, muchos fallaron en lograr escapar, y sufrieron la venganza de los Ángeles Destructores, llamados los Danitas.




La Organización de la Orden de Enoc.

El Señor, por medio de José Smith, se supone que mandó al obispo Edward Partridge en mayo de 1831, a organizador esta Orden. La persona que entraba en la Orden se distinguía de la siguiente manera: "Y al señalarle a algún hombre su porción, mi siervo Edward Partridge le expedirá una escritura que le asegurará su porción para que la retenga, sí, este derecho y heredad en la iglesia, hasta que transgrediere, y la voz de la iglesia, de acuerdo con las leyes y convenios de esta, lo considerare indigno de pertenecer a ella". D. y C. 51: 1. (RSUD) - D. y C. 51: 4

Una descripción más extensa de esta orden es dada por revelación a José Smith, de la cual citamos lo siguiente: "os doy el mandamiento de prepararos y organizaros por medio de un vínculo o convenio sempiterno que no se puede violar." La Orden se llamará "La Orden y el Establecimiento Permanente y Sempiterno y de Mi Iglesia - La Salvación del Hombre y la Gloria de Dios - y si queréis que os dé un lugar en el mundo celestial os debéis preparar haciendo las cosas que yo os he mandado y requerido". 

En esta revelación José Smith recibe dos nombres nuevos, es llamado Enoc y luego Gazelam. Otros también recibieron su nombre nuevo, José entregó otros nombres más tarde, a los que se hace referencia. D. y C. 77, 1-2. (RSUD) - D. y C. 78 (SUD)

Tal vez pueda mostrar aquí el secreto de esta Orden en la concesión de nuevos nombres por Smith y otros e incluso nombres para casas, fábricas y ciudades, y para ocultar y engañar a los que no están contados con los elegidos. 

* José Smith se llama Baurak Ale, Enoc, Gazelam. Doc. y Cov., páginas 196, 270, 271, 274, 276, 282 y 283. 
* Newel K. Whitney se llama Ahashdah. Doc. y Cov., páginas 196, 243, 275. 
* Sidney Rigdon se llama Baneemy. Doc. y Cov., página 283. 
Martín Harris se llama Mahemson. Doc. y Cov., página 274. 
* Oliver Cowdery se llama Olihah. Doc. y Cov., páginas 274-275. 
* Sidney Rigdon recibió otro bonito nombre, PelagorimDoc. y Cov., páginas 196, 274. 
* José Smith recibió un cuarto nombre, SethDoc. y Cov., Página 244. 
* John Johnson se llama SombreDoc. y Cov., páginas 244, 274, 275. 
* La ciudad de Nueva York se llama "Cainhannoch", Doc. y Cov., página 279. 
* Kirtland se llama "Shinehah". Doc. y Cov., página 276. 
* La palabra "Imprimir" se lee ShinelahDoc. y Cov., página 277. 
* La palabra "impresión" se lee ShinelaneDoc. y Cov., página 278. 
* La Fábrica de Potasa se lee "Shule". Doc. y Cov., página 270. 
* La Curtiduría de Kirtland fue llamadoa "Tanhanes". Doc. y Cov., página 274. 
* La Casa de Impresión se denomina "Lane-shine-house". Doc. y Cov., página 274. 
* El Establecimiento Mercantil se llama "Ozondah". Doc. y Cov., página 274. 
* Los Dólares fueron referidos como "talentos". Doc. y Cov., página 278. 
* Frederick G. Williams fue llamado "Shoderlaomach". Doc. y Cov., página 235-274.

[Del Libre Pensador: Una ampliación del tema en (ver aquí)]



Vamos a dejar estos misteriosos nombres de los fieles, mientras que el lector reflexiona sobre la pregunta, ¿por qué todo este secreto en la Orden de Enoc Mormona? Tal vez todas las razones que no se conozcan, hasta lo que se hace en secreto, serán reveladas desde las azoteas.



Todos deben unirse a la Orden para la salvación - Los que no lo hagan serán malditos, Y toda propiedad debe ser Escriturada a la Orden sin reservas.

Dibujo de la Orden Unida de Orderville en los 1800
"Os doy el mandamiento de prepararos y organizaros por medio de un vínculo o convenio sempiterno que no se puede violar. Si queréis recibir un lugar en el reino celestial". Doc. y Conv. 77, 1, 2.

"En la medida en que tengan más de lo necesario según sus necesidades y carencias se le darán a mi almacén. He aquí, esto es lo que el Señor requiere de todos los hombres sobre su mayordomía, y he aquí que ninguno está exento de esta ley, quienes pertenecen a la Iglesia del Dios vivo". Doc. y Conv. 70, 2, -3.

"Por lo tanto, de cierto os digo, es conveniente que mis siervos sean unidos con un enlace y un convenio que no puede ser violado por transgresión excepto haciendo el juicio inmediato de que cada hombre pueda mejorar su talento, sí, hasta cien veces más para convertirse en un bien común para toda la iglesia". Doc. y Conv. 81, 4.

"De cierto os digo, mis amigos, os doy un consejo y un mandamiento concerniente a todos los bienes de la orden, la cual mandé organizar y establecer para que fuera una orden unida, una orden sempiterna para el beneficio de mi iglesia y para la salvación de los hombres hasta que yo venga; con la promesa inalterable e inmutable de que si eran fieles aquellos a quienes yo mandé, serían bendecidos con una multiplicidad de bendiciones; mas por cuanto no fueron fieles, estuvieron a punto de recibir una maldición. Por consiguiente, ya que algunos de mis siervos no han guardado el mandamiento, sino que han violado el convenio por motivo de su avaricia, y con palabras fingidas, los he maldecido con una maldición muy grave y penosa. Porque yo, el Señor, he determinado en mi corazón que si se descubre que cualquiera de los que pertenecen a la orden es declarado transgresor, o en otras palabras, si quebranta el convenio que os une, él será maldito durante su vida, y será hollado por quien yo disponga". Doc. y Conv. 101, 1. 
En esta misma revelación José Smith y muchos otros líderes recibieron sus heredades, y sus nuevos nombres figuraban en gran medida, y como Smith tenía varios nombres, su herencia era bastante espléndidaDoc. y Conv. 101, 3-8. 
"He aquí todas estas propiedades son mías o de lo contrario su fe es vana, y vosotros sois hipócritas, y los convenios que habéis hecho conmigo se rompen; y si las propiedades son mías, entonces vosotros sois los mayordomos, de lo contrario no sois guardianes, y todo el dinero que recibáis en tu mayordomía mediante la mejora de las propiedades que te he señalado en casas o tierras o en ganado o en todas las cosas, será echado en el tesoro rápidamente ya sea que se reciba dinero por cientos o por cincuenta o veinte o por decenas, pero no deberá ser llamado a ninguna parte de ello". Doc. y Conv. 101, 10-12
Si me amas, me servirás y guardarás todos mis mandamientos y he aquí consagrarás todas tus propiedades que una escritura que no se pueda violar, y ha de ser después de que el obispo de mi iglesia haya recibido los bienes de mi iglesia, los cuales no pueden ser quitados de la iglesia, que podrá nombrar a cada uno como mayordomo de sus propios bienes, o de los que haya recibido, ya que son suficientes para él y su familia". 
La revelación anterior fue dada a José Smith, en febrero de 1831. Se encuentra en el Libro de Mandamientos, capítulo 44, página 75, e indujo a muchos a abandonar la iglesia, y que en Doc. y Cov. [o sea la de la RSUD] se encuentra como la sección 42, página 78, con algunos cambios significativos. En lugar de leerse "todas tus propiedades", se lee "de tus propiedades". Pero esto contradice el resto de las revelaciones, y a uno de los élderes que predicó un sermón publicado en la Ensing de Sion el 5 de julio de 1917, citando la revelación original, con comentarios sobre ella, de la siguiente manera: 
"Aquí dice que deberán consagrar todo lo que tienen, no una parte, no ir y consagrar algo que uno mismo no pueda utilizar, algo sin lo que no se pueda vivir, sino que Dios requiere que le deis todo a él, y luego vais a recibir de vuelta del Obispo lo que cada cual necesita para mantenerse a sí mismo y a su familia, y luego, si este logra hacer un aumento, tomar eso y producir un excedente, éste a su vez será entregado al almacén". De Ensign de Sion, 5 de julio de 1917. 
Lo anterior está acorde con lo que José Smith escribió sobre el tema: "Un hombre está obligado por la ley de la iglesia a consagrar al obispo antes de que pueda ser considerado como un heredero legal del Reino de Sion, y esto también sin restricción, y si no hace esto, no puede ser reconocido ante el Señor en los libros de la iglesia". Historia de la Iglesia Reorganizada, Vol. 1, página 300. 

Lo anterior está de acuerdo con todas las revelaciones y las resoluciones de la iglesia sobre el tema, y la expresión de una más, que se le dio en respuesta a una oración: "De cierto, así dice el Señor, requiero que todos sus bienes sobrantes sean puestos en manos del obispo de Sion, para la construcción de mi casa, y para el establecimiento de las bases de Sion, y para el sacerdocio, y para las deudas de la Presidencia de mi iglesia". Doc. y Cov. 106, 1. 

Esta última revelación se dio algún tiempo antes de que Smith muriera, y la Orden de Enoc recibiera un duro golpe tras su muerte. Mientras que la Iglesia Mormona de Utah fue a Salt Lake y continuó tomando el dinero de la gente, la Iglesia Reorganizada fue un poco cuidadosa sobre asuntos de dinero y durante años el joven Joseph Smith III tuvo poco que decir con respecto a la Orden de Enoc, de hecho, el Señor parecía estar un poco dudoso con el jóven Joseph y la cuestión del dinero, como lo pareció a partir de la siguiente revelación que según se dice, el Señor ha dado a través del joven profeta. 
"Cuando le dije a mis Apóstoles, los Doce tomarán medidas en relación con el Obispo, para ejecutar la ley del diezmo y dejarlos delante de Dios para velar por los medios temporales así obtenidos y ser utilizados realmente para los propósitos de la iglesia, y no como arma de poder de las bandas de un solo hombre para oprimir a los demás, o con el propósito del auto-engrandecimiento de cualquier persona, sea quienquiera que sea, aquel a quien halla llamado a presidir la iglesia, y aún no se había aprobado a sí mismo para apacentar al rebaño disperso, y me dio este mandamiento para el quórum que sigue en autoridad sobre las cosas espirituales que los esparcidos, y los que habían sido hechos para soportar, pueden tener la seguridad de que yo no permitiría que quien había sido llamado traicionara la confianza de los fieles, ni malgastara los dineros del tesoro en propósitos personales". Doc. y Cov. 122, 5. 
Dos puntos se hacen evidente en esta revelación. En primer lugar, que la afirmación hecha en este documento es verdadera acerca de que los líderes de la iglesia en el pasado habían robado al pueblo y habían usado el dinero para sí mismos, tal como la historia lo demuestra; y en segundo lugar, que el Señor no estaba seguro en ese momento, pero que el joven Joseph Smith III, el profeta de la iglesia reorganizada, podría seguir bajo la estela de su padre y los otros líderes del pueblo de la antigua iglesia. Sea como fuere, los hechos son que el profeta de la iglesia reorganizada tuvo poco que ver con asuntos de dinero durante muchos años, y la Orden de Enoc era casi un método olvidado de robo sobre los débiles, y en los últimos años de vida de Joseph Smith III, cuando estaba casi sordo como una piedra y estaba totalmente ciego, la Orden de Enoc fue restablecida por revelación a través de él, pero incluso en ese entonces fue pobre y débil durante años, pero después de que el joven y fuerte hijo de Joseph Smith III [Frederick M. Smith] ocupó el lugar de su padre, la Orden de Enoc surgió a la prominencia en la última Conferencia a la que asistí, en abril de 1918, asistí a nueve reuniones de obispos la Orden y a una en la Conferencia General, en la que todo el sacerdocio discutió sobre la Orden de Enoc. 

La iglesia está adoptando rápidamente todos los terrores del viejo orden y han sido enviadas muchas cartas por el Obispo Presidente, instando a la gente a cumplir con la ley, y algunos ya lo están haciendo. Esta fue la gota que me obligó a renunciar a la iglesia. Me he opuesto a esta acción en el Consejo de Obispos, y por supuesto ésto se le comunicó al joven profeta, y que me negué a hacer mi inventario y a entregar mi propiedad, y que tampoco le enseñé a otros que tenían que hacerlo, y por supuesto no se me consideró sano para la fe y que era un mal obispo. 

en conclusión presento parte de un largo 'Cuestionario' enviado a los miembros de la iglesia en todo el mundo. Por extraño que parezca el Obispo no lo envió a Toronto, ni a mí, pero pronto recibí uno y cuando me escribió, para que cumpliera, me negué a hacerlo. 

En el cuestionario se pide que se haga un informe completo de todas las cosas que solo le conciernen a usted así como a cada miembro de su familia, sus defectos físicos, y los de su esposa, hijas e hijos deben ser explicados al buen obispo. El nombre, sexo, edad, número de integrantes de la familia, qué tipo de trabajo hacen, cuanto es su salario; debe informar cuanto tienen que pagar al año en combustible, alimentos, agua, alquiler, seguro contra incendios y otros tipos de seguros, impuestos, prendas de vestir y facturas médicas; se debe decir qué propiedades tienen, cada lote y granja, si pertenecen a uno mismo o lo tienen por el matrimonio de su esposa, usted debe decir el tamaño del lote o finca, informar de todos los bienes que posea en la ciudad o el país, si es tierra del país, debe decir si es de madera, fruta, hierba, desechos, cultivos; si está alquilado, debe decir cuanto recibe de alquiler; si la propiedad es de la ciudad, tiene que dar la ubicación, el tamaño, valor y estado, las mejoras en las calles si las hubiera; usted debe dar una cuenta completa del dinero que tiene en el banco, o en su bolsillo, las hipotecas, préstamos, intereses de los préstamos, acciones y bonos; debe dar una explicación completa de la cantidad de palas, rastrillos, azadas, arados y todos los demás implementos agrícolas de su granja; debe decir cuántas gallinas, vacas, caballos, cerdos y cualquier otro animal tiene en ese lugar; usted está obligado a describir el tamaño y número de sus casas, cobertizos, hatos de cerdos y graneros que tenga en cada granja; hay que decir acerca de cada carretilla, carro, auto, describir su valor; usted debe describir su joyería, artículos para el hogar, decir cuántos juegos de dormitorio tiene, sillas y mesas y cualquier otro artículo de su propiedad debe ser descrito y valorado.

Este largo cuadernillo, del cual he dado cuenta sólo de una parte, se le envía a cada miembro, y con todas estas revelaciones sobre maldiciones y que la salvación depende de la fidelidad o no, se está incitando al pueblo a calentarse.

Si usted puede encontrar un documento más completo para quitar la libertad de una persona, su independencia, madurez, o la condición de la mujer; si usted conoce sobre cualquier demanda que la iglesia haga a la vida privada del esposo, esposa, hijo o hija; si usted ha oído hablar de cualquier método antiguo o moderno para quitar la libertad humana que las revelaciones de la Iglesia Mormona, concluyendo con este inventario emitido por la iglesia reorganizada, por favor envíemelo, ya que yo no he podido encontrarlo, ni he visto algo así, y por lo tanto esta parte, junto con todas las demás partes del Mormonismo, me veo obligado a denunciarlas.

Comentarios del Libre Pensador

El continuo empeño de los líderes tempranos del mormonismo (y de los actuales también) por tomar posesión de los bienes, vidas y libertades de sus seguidores no conoció límites.

El deseo desmedido e insano de Smith y sus colegas llegó al punto de exigir de sus feligreses la suma total de sus posesiones, no una entrega simbólica o supuesta, sino una donación real y legal a través de títulos de propiedad, donde los miembros escrituraban sus posesiones a la iglesia, la que en cabeza del Obispo les "devolvía" una pequeña poción llamada Mayordomía, que era tasada de acuerdo a las necesidades familiares. Dicha tasación no es clara a la hora de ser definida, por lo que se podría presumir que podía ser otorgada bajo el criterio del obispo, sin una identificación real de las necesidades familiares, y exigiendo de esta un mayor sacrificio de tiempo y esfuerzo para obtener cualquier faltante.

No contentos con haber obtenido de los miembros TODO aquello que estos poseían, también era exigido cualquier "sobrante" que se obtuviera a partir de la Mayordomía inicial, o sea, que luego de que un miembro de la iglesia entregaba todo y recibía su "porción", cualquier aumento de dicha porción era inventariada anual o mensualmente y entregada a la iglesia, lo que imposibilitaba que el miembro pudiera mejorar de alguna forma su estado financiero.

Un hecho bastante curioso, y que demuestra la astucia del profeta mormón para conseguir lo que deseaba es el uso de nombres extraños o "nuevos" para cierta élite del liderazgo de la iglesia, así como para algunas propiedades y empresas comerciales. Smith, calculada y astutamente, tomó para sí varios de éstos nombres nuevos, Enoc, Gazelam, Seth, etc., para obtener más propiedades que el resto de los miembros. Algunas propiedades o "Mayordomías" fueron entregadas a Enoc, otras a Gazelam, otras a Baurak Ale, y de esa forma obtuvo más mayordomías que cualquier otro miembro de la orden. Sidney Rigdon, y posiblemente algunos otros, también tenía más de uno de éstos nombres nuevos, seguramente con los mismos propósitos que los de José.

Tristemente, los miembros de la iglesia eran forzados psicológica y físicamente a ingresar a dicha orden, ya que era una condición "imprescindible" para obtener el Reino Celestial, y cualquier insurrección era castigada con una "maldición", que no era otra cosa que la exposición y persecución del cuerpo paramilitar de Smith, los "Ángeles Destructores" o Danitas.

Es posible, y lo digo como una opinión muy personal, que en las mentes del liderazgo actual del mormonismo exista ese deseo de incorporar este tipo de doctrinas y prácticas a la iglesia de hoy, pues sus esfuerzos por ocultar la verdad histórica de esta nos podría insinuar que tal es el caso, ya que un pueblo ignorante de los errores del pasado tiende a repetirlos, y prácticas como esta benefician enormemente a unos pocos mientras que muchos se ven perjudicados.

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