lunes, 25 de julio de 2016

Criando Hijos Como Mormones


Generalmente, cuando somos padres, nuestro deseo principal es darle a nuestros hijos la mejor educación posible, tanto académica como moral. Los que hemos sido mormones tendemos a creer que nuestros hijos no podrán tener una mejor educación de tipo moral fuera de las paredes del mormonismo, lo que muchas veces nos amarra a la iglesia. Para destruir ese mito, a continuación presento un interesante artículo donde se demuestra que la educación mormona tal vez no es la mejor que podamos darle a nuestro hijos.


Por Richard Packham

"Realmente no estoy de acuerdo con toda la doctrina de la iglesia mormona, pero sin duda esta tiene la idea acertada sobre la crianza de los hijos. Los niños mormones son limpios, honestos, obedientes, respetuosos y no se mezclen con el alcohol, las drogas y el sexo antes del matrimonio. ¿Cuál sería una mejor manera de criar a los hijos que esta? "
Imagen relacionadaEste comentario frecuentemente es usado por los mormones que han llegado a tener dudas personales sobre la verdad de la doctrina mormona, pero que no se atreven a separarse de la iglesia "por el bien de los hijos." Los no mormones con frecuencia hacen este comentario cuando consideran unirse a la iglesia mormona. ¿Está justificado este comentario?
El mormonismo en efecto, hace hincapié en la crianza de los niños y adolescentes de acuerdo a normas muy estrictas. Tanto en la doctrina como en la práctica, se recomienda o se requiere:
  • El respeto a los padres 
  • El respeto a la autoridad 
  • La responsabilidad personal 
  • La asistencia y actividad en la iglesia cada semana 
  • La abstinencia total de alcohol, tabaco, drogas, café y té 
  • La castidad total hasta el matrimonio, lo que se interpreta en el sentido de no tener relaciones sexuales antes del matrimonio, sin caricias, sin masturbación, es decir, ninguna actividad sexual en absoluto 
Además, como resultado de la participación en muchos programas de la iglesia para los jóvenes y jóvenes adultos, los jóvenes mormones a menudo se vuelven competentes al hablar en público, en el atletismo, la música, la artesanía, y otras habilidades, incluyendo - si reciben formación para servir en una misión - en las técnicas de venta y en las lenguas extranjeras.

A primera vista, este programa puede tener un aspecto atractivo, especialmente para los padres que pueden sentirse relativamente impotentes frente a las influencias negativas que hacen de nuestra sociedad moderna un lugar muy peligroso y tentador para los jóvenes. Sin embargo, tal como es aplicado por la iglesia mormona, su programa puede ser tan o más perjudicial y dañino que algunos de los males de los que los padres quieren proteger a sus hijos. En este artículo se resumen algunos de los posibles efectos negativos de la educación de los hijos como mormones.

Perfección a través de la obediencia

A los Mormones se les enseña que su felicidad en esta vida y su salvación en la otra dependen de su estricta obediencia a los mandamientos de Dios. Estos mandamientos se encuentran en las escrituras mormonas (la Biblia, el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios, y la Perla de Gran Precio) y en las palabras de los profetas modernos y los líderes de la iglesia, que van desde lo que se publica en los periódicos de la Iglesia, pasando por lo que se predica en las Conferencias Generales Semestrales, hasta lo que las autoridades locales del sacerdocio le dicen a los miembros de la iglesia en sermones, clases o en entrevistas privadas y sesiones de consejo.

La obediencia es un concepto importante en el mormonismo. La obediencia a las enseñanzas y mandatos de la iglesia es uno de los juramentos solemnes que un buen Mormón hace durante la ceremonia de la Investidura sagrada en el templo, pero el énfasis en la obediencia comienza en el jardín de infantes en edad de clases de "la Primaria" y en la Escuela Dominical. Aunque en teoría a los mormones se les dice que no deben obedecer ciegamente a cualquier líder, en la práctica no es bueno que un Mormón ponga en duda lo que le es dicho por alguien que tenga autoridad sobre él en la iglesia. Si cree que algo es incorrecto acerca de lo que le han dicho, se le insta a orar, estudiar y examinar por sí mismo, pero también se supone que debe tener en cuenta que Dios no permitiría que cualquier persona con autoridad en la iglesia extravíe a cualquier miembro. El Profeta mormón Wilford Woodruff
, cuando era presidente de la iglesia, declaró:
Resultado de imagen para Wilford Woodruff,
El Señor jamás permitirá que os desvíe yo ni ningún otro hombre que funcione como Presidente de esta Iglesia. No es parte del programa. No existe en la mente de Dios. Si yo intentara tal cosa, el Señor me quitaría de mi lugar, y así lo hará con cualquier hombre que intente desviar a los hijos de los hombres de los oráculos de Dios y de su deber. (Conferencia General Semestral Número 61 de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, lunes 6 de octubre de 1890, Salt Lake City, Utah. Publicado en Deseret Evening News,del 11 de octubre de 1890, pág. 2). Declaración Oficial 1.
Una de las canciones que se les enseña a los niños pequeños es ¡Sigue al Profeta!, con nueve estrofas, y el estribillo, que se repite después de cada verso, es decir:
Sigue al profeta, sigue al profeta, sigue al profeta, ¡Deja el error! Sigue al profeta, sigue al profeta, sigue al profeta, Lo que él dice manda el Señor.
Ver en linea Lds.org
 (El "profeta", por supuesto, se refiere a quien es el actual presidente de la iglesia mormona.)

El énfasis en la obediencia al profeta aparece en este esquema para un programa infantil que se presenta en la iglesia ante toda la congregación:

Tema: "Sigue al Profeta"

(Cada artículo se presenta con breves discursos por parte de los niños, ilustrados con carteles y canciones.)
  1. ¿Qué es un profeta? - Canción: "Escucha la voz del profeta"
  2. El Padre Celestial preparó al profeta actual para ser el profeta de hoy - Canción: "Guarda los Mandamientos"
  3. El Padre Celestial nos enseña a través de nuestro profeta en la Conferencia General. - Canción: "Llamados a Servir"
  4. Somos bendecidos cuando seguimos al profeta
  5. La VERDADERA iglesia fue restaurada por medio del profeta José Smith - Canción: "La Arboleda Sagrada"
  6. Los Profetas profetizan de lo que vendrá - Canción: "Sigue al Profeta"
  7. Hemos aprendido los nombres de todos los 15 profetas de los últimos días en orden! - Canción: "Profetas de los Últimos Días"
Un resultado negativo de este tipo de formación es que tiende a impedir el desarrollo de la autosuficiencia. Es innecesario tratar de resolver sus propios problemas de la vida, utilizando sus propios recursos; simplemente deben hacer lo que el obispo haga y le diga que haga (que probablemente será orar y leer las Escrituras).

A los niños mormones se les enseña que deben obedecer todos los mandamientos. Se les enseña que a veces esto puede ser difícil, pero esta vida es un lugar de pruebas. Las tentaciones deben ser superadas, y un buen mormón podrá superarlas. Si obedecen la autoridad del sacerdocio, asisten a la iglesia, estudian las escrituras, pagan un diezmo íntegro, evitan a la gente y los lugares donde se puedan encontrar con la tentación, entonces serán capaces de guardar todos los mandamientos. Si usted no puede guardar todos los mandamientos, entonces es porque usted no ha podido protegerse de la tentación, usted ha hecho algo malo, se ha permitido tener un pensamiento pecaminoso, no ha orado lo suficiente, usted no ha leído las escrituras lo suficiente. Debe arrepentirse y se espera que no peques más.

En otras palabras, si usted no es perfecto, es su propia culpa. Usted no lo está intentando lo suficientemente fuerte.

Por supuesto, es imposible para cualquier persona ser perfecto. Los adultos, a través de la experiencia, por lo general se han dado cuenta de que la perfección es un ideal imposible. Pero los niños siguen siendo idealistas, y el que ellos se fijen una meta tan poco realista es de cierta forma una receta para los problemas. La culpa y la duda son inevitables, o el auto-engaño y la racionalización, o la sensación de estar alineados a un Dios que exige la perfección.

Un ex mormón recordó ser bautizado siendo un niño Mormón a la edad de ocho años: "Durante semanas me aterraba pecar y de que Satanás iba a poder tomarme otra vez."

Otro ex mormón recordó
:
Yo también fui bautizado a los ocho años. ¿Lo quería? ¿comprendía lo que era elegir? Yo no sabía nada, excepto mi desesperada fantasía de que supuestamente el Espíritu Santo descendería del cielo en la mañana en que fuera confirmado y se sentaría en mi hombro y me susurraría todas las respuestas "correctas" por el resto de mi vida. No era nada probable. Pero yo también quedé muy decepcionado cuando unos pocos días después de mi bautismo había "pecado" y estaba nuevamente en desgracia y manchado y bajo la necesidad del perdón de Dios o de lo contrario nunca volvería a ver el resto de mi familia de nuevo en las eternidades.
Los sentimientos de culpa o el ser dominado por los "malos espíritus" o "Satanás" puede ser devastador para un niño o un adolescente. Un ex misionero mormón enojado expresó:
Yo nunca había oído hablar mucho de los malos espíritus - hasta que empecé a asistir a seminario en el 9º grado. En Seminario fue donde empezaron a perforar mi impresionable cabeza con estas ideas. Lo que continuó a través de los cuatro años de seminario. Fue en este momento, mientras estaba acostado en mi cama por la noche en mi habitación en el sótano, tratando de guardarme de la mano del diablillo (pero sin lograrlo la mayoría del tiempo), que empecé a preocuparme por los malos espíritus. Estaba convencido de que, tarde o temprano, debía tener una visita de un espíritu maligno. Incluso practicaba lo que iba a decir y hacer para que desapareciera.
Ahora veo esto como lo que era/es .... una herramienta para manipular las mentes jóvenes.
Curiosamente (o quizás no), el absurdo espíritu malo se intensifica cuando uno va al CCM para la formación misional. Los instructores contaban todo tipo de historias sobre misioneros que no seguían todas las reglas de la misión que fueron maldecidos y que luego fueron poseídos por espíritus malignos. ¿Adivina qué? Nunca vi un espíritu maligno - ni siquiera durante el tiempo de mi misión ni hasta que llegué a casa. No es más que una manipulación de las mentes jóvenes.

Moralmente (sexualmente) puro

La sexualidad es, por supuesto, un campo fértil para que las semillas de culpa y desesperación crezcan y se conviertan en graves problemas emocionales. A los niños mormones se les enseña que cualquier forma de masturbación hace que sean "indignos". A un joven mormón que quiere ir a la misión se le dice que no puede ir si alguna vez se masturba. Para una persona joven que tiene inclinaciones homosexuales, el mormonismo es un verdadero infierno. A los mormones jóvenes se les enseña que ellos estarían mejor muertos que habiendo cometido un pecado sexual, o, en el caso de una niña, que ser violadas. Una víctima de violación (dice Spencer W. Kimball en su libro El Milagro del Perdón - que también se ha denominado "¡Es Un Milagro si Alguna Vez Perdona!) no es tan culpable de pecado como si hubiera participado voluntariamente en el sexo, pero ella aún carga con la culpa al ser considerada ahora "impura":
Una vez dada, tomada o robada, [la castidad] nunca se puede restaurar. Aun en una violación cometida por la fuerza, como en un estupro o incesto, la víctima resulta gravemente ultrajada. Si ella no ha cooperado ni contribuido al vil acto, desde luego, se encuentra en una posición más favorable. No hay condenación si no hay participación voluntaria. Es preferible morir defendiendo uno su castidad que vivir después de perderla sin haber resistido. (P. 196)
O en el mismo libro (P. 68) donde se cita a Herber J. Grant, 
Casi siempre aquellos que pierden su castidad participan primeramente de las cosas que incitan las pasiones dentro de ellos o disminuyen su resistencia y ofuscan su mente. El uso del tabaco y del licor tiene por objeto convertirlos en presa de aquellas cosas que, si se cometen, son peores que la muerte misma. No hay ningún verdadero Santo de los Últimos Días que no preferiría sepultar a un hijo o una hija, más bien que verlos perder su castidad, sabiendo que la castidad es de mayor valor que cualquier otra cosa del mundo.
¿La muerte es mejor que perder la castidad en una violación [o en un acto consentido]?

Se ha sugerido que esta doctrina draconiana puede ser una razón para la elevada tasa de suicidios de adolescentes en Utah, tan alta que el gobernador propuso una comisión especial para estudiar el asunto (ver "Seminario se Esfuerza por Llegar a los Adolescentes Suicidas [en Utah]", Salt Lake Tribune 6 Nov, 1998).

La veracidad

Los Mormones sutilmente (y probablemente no tan sutilmente) enseñan a los niños a mentir.

Los Mormones, incluidos los niños, son entrevistados por el obispo por su "dignidad" en cada paso de su progreso en la iglesia, comenzando a la edad de ocho años, cuando se preparan para el bautismo en la iglesia. En estas entrevistas al niño Mormón se enfrenta a la elección de decir la verdad "Sí, Obispo, me masturbo de vez en cuando" y por consiguiente ser declarado indigno para el siguiente avance, o mentirle al obispo. Así pues, muchos niños aprenden a mentir: "No, obispo, no me masturbo". Esta no es una lección, creo, que los niños deben aprender: te castigan (o al menos regañan) por decir la verdad, se obtiene progreso (y elogios para su "justa obediencia a los mandamientos") por mentir.

Jarom Smith, un ex mormón que se crió en la iglesia, hizo este comentario (usado con permiso)
:
Y yo era una de los tontos burros que contaban la verdad...
Si tuviera que decirlo en una palabra, diría que mi integridad me sacó de la organización mormona. Hubieron tantas veces que pude haber mentido para mi beneficio durante una entrevista del sacerdocio o haberle dado a la gente la respuesta que sabía que querían oír, pero mi brújula moral interna no me permitiría hacerlo. Lo irónico, y lo que me hizo empezar a cuestionar la iglesia mormona fue que en lugar de ser recompensado ​​(o por lo menos elogiado) por mi honestidad, me castigaron. Mientras tanto, veía que otros mentían impunemente en su camino a través de la organización. Esto me enseñó dos cosas: A) los líderes no tienen "espíritu de discernimiento" y B) el valor de la honestidad para la organización es solo de boquilla.
Después de averiguar que la iglesia mormona era un fraude, fui alentado por familiares y amigos para que retuviera mi membresía en la iglesia, a pesar de que ya no creía. Creo que lo veían como un paso menos drástico que la completa renuncia. Quizás algunos de ellos pensaron que en algún momento en el futuro me gustaría "ver la luz" y regresar a la plena comunión. Lo que no entienden es que me estaban pidiendo que mintiera - ¡¡OTRA VEZ!! - al profesar tener una creencia en una organización/teología en la que claramente no creía.
Todavía me sorprende cómo la mentira rampante permanece en la iglesia mormona, en los niveles más sutiles. Los mormones enseñan a sus hijos a mentir cuando les enseñan a dar su testimonio. A partir de ahí se forma una bolas de nieve...
Tan pronto como son capaces de hablar, se insta a los niños mormones a "compartir su testimonio" en la reunión de testimonios. Por lo general simplemente pronuncian las palabras susurradas por uno de los padres en sus oídos: "Yo sé que José Smiff era un pofeta y el Libro Mommum es vellallero. NombeSuCristo Amén." Ellos no saben nada de eso. Pero se les elogia por decir algo que ni siquiera entienden. Se les anima a mentir. (Este tipo de repetición de mantras sin sentido es, por supuesto, una de las técnicas de lavado de cerebro).

Educación y conocimiento

Una escritura mormona favorita (Doctrina y Convenios 93:36) es: "La gloria de Dios es la inteligencia, o en otras palabras, luz y verdad". Los mormones poner en práctica esta idea, haciendo hincapié en la importancia de la educación, tanto individualmente como en una organización. La iglesia tiene un amplio sistema de escuelas para la enseñanza de los dos temas, religiosos y seculares, a través de los niveles básicos y universitarios. A los mormones jóvenes, especialmente los hombres, se les anima a avanzar en su educación en la medida de lo posible (a las mujeres jóvenes se les pone más presión para casarse y tener hijos).

Sin embargo, sin duda a los mormones no les anima a aplicar las mismas habilidades analíticas rigurosas que adquirieron para convertirse en médicos, abogados, contadores, físicos, geólogos, etc., para las enseñanzas o la historia de su propia iglesia. Las preguntas indican dudas, y dudar es el primer paso hacia la apostasía. Por lo tanto, para evitar una posible apostasía, no se debe cuestionar. De hecho, un líder mormón proclama que los "eruditos" son algunos de los "males" que amenazan la existencia de la iglesia y la fe de sus miembros (Discurso del Apóstol Boyd K. Packer al Consejo de Coordinación de la Iglesia). Como resultado, los eruditos mormones que publican material crítico de la iglesia o revelan demasiado de su historia a menudo se enfrentan a la excomunión.

Un padre Mormón informó
:
Hace algunos años, uno de los consejeros del obispo se acercó a mí, debido a ciertas preguntas que mi hijo estaba haciendo en la primaria. Me dijeron que debía mantenerlo dentro de las directrices de los manuales de la iglesia.
En otras palabras, la curiosidad intelectual de un niño se debe mantener dentro de "límites manejables".

Pertenencia y sentirse "especial"

Todos los niños necesitan - y merecen - autoestima y aprobación. El mormonismo proporciona esta seguridad al niño de que los mormones son especiales: Dios los ha seleccionado, porque eran tan buenos en la "preexistencia" (el mundo espiritual en el que todos vivimos - de acuerdo al mormonismo - antes de permitírsenos venir a la Tierra para tomar un cuerpo), que deben nacer y vivir como el mejor tipo posible de ser humano: un mormón.

Los mormones están orgullosos de ser diferentes (es decir: "mejores") a otros seres humanos ya que no han sido bendecidos con el evangelio Mormón. Los mormones solían decir con orgullo: "¡Somos un pueblo 'peculiar'!" Dentro del mundo, pero no del mundo.

Un no mormón explicó que la razón por la que se mantenía en la iglesia era por el bien de sus hijos. Él explicó cómo su pertenencia a la Iglesia le permitió sentirse "especial". El estudiar en una prestigiosa universidad, y al darse cuenta de que era un pez pequeño nadando en aguas infestadas de tiburones, le ayudó a creer que era mejor que los demás. Él quería eso para sus hijos.

Un sentido de comunidad, un grupo de apoyo, relaciones sociales - todos son importantes. Pero se pueden encontrar en otro lugar distinto a un barrio Mormón. A menos que usted esté en un pueblo muy pequeño, deber haber otros grupos además de los mormones que puedan proporcionar algún sentido de participación en la comunidad. Mi propia comunidad es esencialmente rural, y estamos impresionados con que un buen grupo de niños que tenemos aquí estén involucrados en la agricultura. Los niños de Granja son muy trabajadores, honestos, alegres, autosuficientes... y la religión tiene muy poco que ver con ello. Las ciudades ofrecerán aún más oportunidades.

Los signos externos de pertenencia, y por lo tanto de "justicia" son, pues, muy importantes para los mormones. Los niños deben usar una camisa blanca para ir a la iglesia. Las mujeres deben usar vestidos modestos (no pantalones) en la iglesia. A los niños no se les permite tener perforaciones en el cuerpo; a las niñas se les permite un pendiente por oreja. Reciben muchos no: no jueguen los domingos; no jueguen juegos usando tarjetas en la cara; no vean películas -clasificación "R"; no salgan en citas hasta que tengan al menos dieciséis años; no lean cualquier cosa que pudiera no ser edificante; no se asocien con personas que podrían tentarlos a romper cualquier mandamiento, etc.

Pero es fácil permitir que las apariencias externas se conviertan en lo único importante. Como un ex Mormón comentó:

El mormonismo pone tanta importancia en la apariencia externa (un ejemplo es el proceso para la recomendación para el templo: asistir a la iglesia, pagar el diezmo, decir lo correcto) que algunas personas ven la apariencia exterior como evidencia de la espiritualidad: es decir, si su geografía está bien (su trasero se encuentra en las bancas de la iglesia durante tres horas a la semana) usted es una persona espiritual. Esto es, por supuesto, absurdo.
Algunos de estos "no" puede ser apropiados, pero tienden a hacer hincapié en la conducta externa en lugar hacerlo en la verdadera bondad interior.

Una madre ex mormona resumió el problema de la siguiente manera
:
Imagen relacionadaVi al mormonismo condenar a mis hijos pequeños por montar sus bicicletas en domingo, por cantar canciones irreverentes acerca de Dios con la melodía de Louie Louie. Por llevar pantalones cortos a la iglesia, por explorar sus propios cuerpos. El mormonismo estaba entrenando a mis hijos a obedecer, ajustarse y temer.
La vida es demasiado corta como para vivir de esa manera. Soy no solo creyente en lo invisible, lo místico y lo mágico - sino también en la alegría. Cualquier dios que siga debe reír, y esperaré que vuele cometas y asista a fiestas de cumpleaños el domingo. Cualquier dios que siga tendrá gusto por las canciones irreverentes y por los niños irreverentes. Cualquier Dios que siga me aceptará como soy.
Otro ex Mormón dijo:
Siento que es adecuado para mí y mi familia salir de la iglesia. Le pregunté a mi hija, que tiene casi ocho años, por qué quería ser bautizada, y ella me dijo que porque ella temía que el Padre Celestial no la amara. Eso me rompió el corazón. Entonces ella me dijo que si no iba a la iglesia iba a ir al infierno. Ahora veo que en mi cabeza el pensamiento crítico estaba en blanco y negro y cuan estrecha era mi mente.
Quizá el resultado más perjudicial de tales reglas estrictas de comportamiento externo como un indicador de la "justicia" es que los mormones a menudo desarrollan un sentido de ser una élite, y por lo tanto tienden a mirar hacia abajo a los no mormones, especialmente a los no mormones de otras razas diferentes a la blanca. Aunque la iglesia levantó oficialmente la prohibición de que cualquier persona negra tuviera el sacerdocio o de participar en los rituales del templo mormón (incluyendo el matrimonio por la eternidad) en 1978, sus escrituras (especialmente el Libro de Mormón) todavía contienen muchos pasajes en los que se dice que una piel oscura es una maldición puesta por Dios a los injustos.

No es raro que los padres mormones desalienten o incluso prohíban a sus hijos formar amistades con los no mormones. Parte de la razón es que temen que sus hijos mormones recojan los malos hábitos, como maldecir o masturbarse. Asimismo, no quieren que sus hijos estén expuestos a otras formas de vida, en los que los padres tal vez fumen o beban café, o hagan picnic los domingos, o tengan crucifijos en la pared de su sala de estar. El miedo final, por supuesto, es que una amistad con un no mormón del sexo opuesto pueda convertirse en una relación romántica y un matrimonio fuera de la iglesia - la mayor tragedia en los ojos de los padres mormones (ver más abajo: La elección de qué hacer en la vida). Por lo tanto el mundo del niño mormón es a menudo muy estrecho, limitado a la uniformidad de la seguridad de los mormones.

Un comentario de un niño mormón es especialmente conmovedor: un domingo por la mañana mientras la familia entraba 
al carro para ir a los servicios de la iglesia mormona de tres horas, estaban vestidos con sus mejores galas, llevando sus escrituras y sus materiales de las lecciones. Los vecinos (no mormones) también estaban entrando a su carro, pero estaban en ropa de playa, llevaban pelotas, juguetes de playa y cestas de picnic, y se reían. El niño Mormón los vio, y, como un buen chico mormón, comentó: "¿Si ellos no son realmente felices, que son papá?"

Y si algunos miembros de la familia mormona están inactivos, o en realidad han dejado la iglesia, los niños probablemente verán que esos miembros de la familia son menos que perfectos y no son completamente aceptados en la familia. Esto tiende a enseñarle a los niños que la iglesia es más importante que la familia.

Una abuela no mormona escribió
:
¿Qué pensarían mis familiares mormones si les digo que sus hijos creen que la razón por la que no soy mormona es por causa de satanás? Pero ellos hacen lo contrario: Mi nieta mormona de cuatro años de edad (que creo que el sol sale y se pone en ella) me dijo que la razón por la que no pertenecía a su iglesia era porque satanás no me abandonaba. Para mí eso es algo malo. Pero eso es lo que se le ha enseñado en la Escuela Dominical mormona.
Es especialmente triste e irónico cuando un padre no creyente que permite que sus hijos sean criados como mormones, pensando que esto les ayudará a ser mejores seres humanos, más tarde estos vean al padre (no creyente) ya sea como alguien digno de lástima, que debe ser convertido, o alguien que debe ser evitado por ser herramienta de Satanás. El último reembolso del padre no creyente será cuando el niño se case en el templo mormón, y a él no se le permita estar presente (el padre es "indigno" de entrar en el templo).

La elección de que hacer en la vida

En algunos aspectos, el mormonismo limita la elección individual de lo que un joven Mormón hace con su vida. Debido a que cada joven es presionado para que pase dos años en una misión para la iglesia (financiada por él mismo o por su familia) cuando está a punto de cumplir dieciocho, los jóvenes mormones que deciden no hacerlo a menudo son vistos como mormones de segunda categoría, sobre todo por las mujeres mormonas en edad de casarse, que generalmente insisten en tener a un ex misionero como esposo. Servir a una misión de este tipo comienza con varias semanas de intenso adoctrinamiento (algunos dirían "lavado de cerebro") en el Centro de Capacitación Misional (CCM). Dos años más tarde se insta al misionero retornado a casarse tan pronto como pueda encontrar a una buena chica mormona y, después, comience a formar una familia. Y este es el objetivo final prescrito para todos los jóvenes mormones: casarse con un/a buen/a mormón/a y formar una familia mormona. A aquellos que dudan o posponen estas cosas se les insta a orar hasta que Dios les diga que lo hagan.

La razón por la que se espera que un/a mormón/a solo se casarse con otro/a mormón/a es debido a la doctrina mormona de que solamente aquellos que se casan ​​("sellan") en el templo Mormón alcanzarán el nivel más alto de los cielos. Y sólo los mormones "dignos", por supuesto, pueden entrar en el templo para hacer este ritual. Otros mormones (solteros o casados ​​con no mormones) estarán atrapados eternamente en los niveles inferiores. (Los no mormones, por supuesto, estarán a niveles aún más bajos). Por lo tanto, el destino eterno está en juego al casarse. No hay otra opción matrimonial aceptable para los mormones, sólo el matrimonio con otro/a Mormón/a.

El resultado es que muchos matrimonios son apresurados, a menudo después de sólo muy breves noviazgos (unas pocas semanas o meses). Recuerde que estos están jóvenes aún, son personas sanas en sus veinte años de edad, a los que nunca se les ha permitido cualquier liberación en absoluto de su sexualidad. Estos matrimonios tienen todas las desventajas, todo el potencial para una decepción y desilusión, que tan a menudo le sigue a las decisiones importantes que se toman a toda prisa.

Pero de las mujeres mormonas no sólo se espera que se casen, sino que también se espera que tengan hijos, y no sólo uno o dos, sino tantos como sea posible, ya que sólo trayendo hijos es que se pueden 
proporcionar los cuerpos para los espíritus en el "Mundo de los Espíritus" (la "preexistencia") quienes están desesperados por llegar a la Tierra.

No hay ninguna diferencia en que una joven no pueda sentir el deseo de tener hijos, si ella lo prefiere, puede convertirse en una médico, abogada, cantante de ópera, política, etc. La iglesia le dice enfáticamente que su misión en la vida es ser madre, y que la bendición más grande para una mujer (incluso mayor que poseer el sacerdocio - lo cual está prohibido para las mujeres de todos modos) es criar hijos.



Los niños mormones también son entrenados para enfatizar diferencias entre hombres y mujeres. Sólo los hombres (en general, todos los hombres, incluidos los niños de doce años en adelante) poseen el sacerdocio en la iglesia, y por lo tanto sólo los hombres están en posiciones de autoridad. Aun cuando las mujeres actúan como líderes en la organización de mujeres (la "Sociedad de Socorro"), son supervisadas ​​por los hombres. Las mujeres son entrenadas para servir y obedecer a sus maridos (o padres, si no están casadas).

No es de extrañar, entonces, que muchas mujeres mormonas (así como los hombres) sufren terribles depresiones. Los residentes de Utah se encuentran entre los mayores usuarios de medicamentos antidepresivos en los Estados Unidos, tal como se documenta en un artículo de noticias de la CBS del 3 de junio de 2002 "Infelicidad en Utah" y en el artículo "Las Mujeres Mormonas, Prozac, y Terapia" por el Dr. Kent Ponder. La frecuencia de maltrato infantil y abuso conyugal en Utah es también extremadamente alto.

El desarrollo de un sistema moral

Como consecuencia de todos los tiroteos en las escuelas recientemente, muchas personas han pedido regresar a la formación religiosa más vigorosa en los niños. Pero es interesante que la cuestión de la Revista Newsweek que se ocupa de los tiroteos en las escuelas (en la edición del 13 de marzo de 2000), también tenía una historia de portada: "Cómo Conocen los Niños el Bien del Mal" (pp 30-33). Se basó en entrevistas con psicólogos, y resume la voluminosa investigación en esta área, que parece ser una puesta al día y una visión general de autoridad. ¡Y no tenía ninguna mención de la religión o la iglesia!

El hecho es que la verdadera moral radica en la capacidad de hacer juicios sobre el bien y el mal, y no es la capacidad de seguir una serie de reglas que corten en seco sin pensar. Por desgracia, demasiado de lo que pasa por la moral no es más que una reacción limitada, en blanco o negro, instintiva sin pensar en las cuestiones morales complejas. El mormonismo fomenta ese tipo de enfoque de uno u otro para las cuestiones de bien y mal.

Los niños necesitan ser guiados para realmente pensar acerca de por qué las cosas están bien o mal, en lugar de simplemente saber que algo es un "pecado" o está prohibido por la iglesia. Los niños también necesitan buenos modelos morales, no sólo reglas arbitrarias. Son los padres quienes deben principalmente proporcionar esos modelos, en sí mismos y en aquellos a los que animen a sus hijos a admirar. La religión no es necesaria para eso.

Para más comentarios sobre el desarrollo de la moralidad sin religión, haga clic aquí.

El mormonismo, de hecho, a veces proporciona a los niños figuras de autoridad que no son los mejores modelos de bondad, perdón, humildad, generosidad y honradez. Muchos ex mormones comenzaron a dudar de la veracidad del mormonismo cuando vieron la conducta no cristiana de los que tenían autoridad sobre ellos en la iglesia mormona.

Y a veces las prohibiciones excesivamente estrictas son contraproducentes, haciendo que lo prohibido sea aún más atractivo. Por ejemplo, los niños que crecen entre los adultos que consumen alcohol de forma moderada, sin hacer ruido sobre ello, tienden a seguir ese ejemplo. Los niños que han crecido viendo el alcohol (o el café o el sexo) sólo como algo muy tentador (aunque malo) son probablemente más propensos a abusar de el/ellos, porque nunca han aprendido a utilizarlos con moderación.

Conclusión

Tal vez el mejor resumen serían estas palabras de un ex Mormón:
Sí, los niños mormones son quizás menos propensos que otros a involucrarse con el licor, el tabaco, las drogas, la promiscuidad sexual. Pero muchos padres no mormones han logrado levantar buenos niños sin tener que pagar el precio del mormonismo. [Énfasis añadido]
El mormonismo no puede ofrecer ninguna garantía de que los niños que son criados como mormones serán más felices o adultos mejor adaptados. De hecho, miles de personas que fueron criados como mormones por "buenas" familias mormonas han dado testimonio de que su crianza mormona es una fuente importante de sus problemas emocionales y sociales más tarde en la vida.

Tal vez a veces los niños saben más - una insegura madre mormona finalmente encontró el valor para decirles a sus padres mormones que ya no creía. Ella escribió
:
Después que tuve la conversación con mi madre, mi hija de 17 años me dijo "Gracias por hacer esto por mí, mamá". Cuando le pregunté por que ella me daba las gracias, me dijo que era por romper el círculo vicioso, y por enseñarle a pensar por sí misma. ¡Eso compensó cualquier cantidad de basura que tuve que recibir de mis padres!



Otra madre ex mormona escribió:
Alguien me comentó que a pesar de que el mormonismo no era verdadero, probablemente me haya ayudado a ser una mejor madre. En realidad no lo hizo. Traté de moldear a mi hijo bajo un ideal imposible. No era lo bastante bueno para mí en la forma en que era. Necesitaba ser mejor para mí, así que me siento culpable por no ser una buena madre. No, no llegué a ser una mejor madre.

Traducción del original en Inglés. Raising Children as Mormons

2 comentarios:

  1. Vaya! Que gran artículo. Muchas gracias y efectivamente vi, mientras estuve relacionado con una mormona, el grado de culpa y de impotencia que se gestaba en toda la familia por tratar de ser perfectos. Vi como la felicidad era sólo de palabras y no de hechos. Y resulta curioso que cuando actuaban un poco fuera de las rígidas normas note mayor y mejor alegría.

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