El cristianismo y el colonialismo a menudo son estrechamente relacionados, porque el catolicismo y el protestantismo eran las religiones de las potencias coloniales europeas [Melvin E. Page, Penny M. Sonnenburg (2003). Colonialism: an international, social, cultural, and political encyclopedia, Volume 1. ABC-CLIO. p. 496.] y actuaron en muchos aspectos como el "brazo religioso" de esos poderes.
[http://www.secondenlightenment.org]. De acuerdo con Edward Andrews, los misioneros cristianos fueron retratados inicialmente como "santos visibles, ejemplos de piedad ideal en un mar de barbarie persistente". Sin embargo, para el momento en que la época colonial llegó a su fin en la última mitad del siglo XX, los misioneros comenzaron a verse como "fuerzas de choque ideológicas para la invasión colonial de su fanatismo ciego", [Andrews, Edward (2010). "Christian Missions and Colonial Empires Reconsidered: A Black Evangelist in West Africa, 1766–1816". Journal of Church & State 51 (4): 663–691] y "agentes, escribas y coartadas morales del colonialismo." [Comaroff, Jean; Comaroff, John (2010) [1997]. "Africa Observed: Discourses of the Imperial Imagination". In Grinker, Roy R.; Lubkemann, Stephen C.; Steiner, Christopher B. Perspectives on Africa: A Reader in Culture, History and Representation (2nd ed.). Oxford: Blackwell Publishing. p. 32]
El cristianismo es blanco de los críticos del colonialismo porque los principios de la religión se utilizaron para justificar las acciones de los colonos. Por ejemplo, Toyin Falola afirma que hubo algunos misioneros que creían que "la agenda del colonialismo en África fue similar a la del cristianismo". [Falola, Toyin (2001). Violence in Nigeria: The Crisis of Religious Politics and Secular Ideologies. University Rochester Press. p. 33.] Falola cita a Jan H. Boer de la Misión de los Estados de Sudán como diciendo: "el colonialismo es una forma de imperialismo basado en un mandato divino y que aporta a la liberación - espiritual, cultural, económica y política - mediante el intercambio de las bendiciones de la civilización inspirada en Cristo de Occidente con un pueblo que sufre bajo la opresión satánica, la ignorancia y la enfermedad, efectuada por una combinación de fuerzas políticas, económicas y religiosas que cooperan bajo un régimen que busca el beneficio de ambos, gobernantes y gobernados". [Item]
Edward Andrews escribe:
Los historiadores han mirado tradicionalmente a los misioneros cristianos de una de dos formas. Los primeros historiadores de la iglesia, para catalogar la historia misionera, proporcionan descripciones hagiográficas de sus tentativas, aciertos, y a veces incluso martirio. Los misioneros por lo tanto eran santos visibles, ejemplos de piedad ideal en un mar de barbarie persistente. Sin embargo, a mediados del siglo XX, una época marcada por los movimientos de derechos civiles, el anticolonialismo, y la creciente secularización, los misioneros fueron vistos de manera muy diferente. En lugar de mártires piadosos, los historiadores describen ahora a los misioneros como imperialistas arrogantes y rapaces. El cristianismo no se convirtió en una salvación, sino en una fuerza monolítica y agresiva que los misioneros impusieron a los nativos desafiantes. De hecho, los misioneros se entienden ahora como agentes importantes del Estado-Nación en constante expansión, o "fuerza de choque ideológico para la invasión colonial de su fanatismo ciego." [Andrews, Edward (2010)]
De acuerdo con Lamin Sanneh, "Mucho de los eruditos occidentales estandarizan las misiones cristianas de acuerdo al producto examinado de los motivos de los misioneros individuales y concluyen por sus fallas que toda la empresa misionera fue parte de la maquinaria imperialista cultural occidental". Como alternativa a este punto de vista, Sanneh presenta una perspectiva diferente argumentando que "las misiones en la era moderna han sido nada más, y nada menos, que el argumento acerca de los motivos representados habitualmente". [Sanneth, Lamin (April 8, 1987). "Christian Missions and the Western Guilt Complex". The Christian Century (The Christian Century Foundation): 331–334. Retrieved 2010-12-02.]
Michael Wood afirma que los pueblos indígenas no eran considerados seres humanos y que la colonización fue formada por "siglos de etnocentrismo y monoteísmo cristiano, que se sostenía desde una sola verdad, una época y una versión de la realidad". [Conquistadors, Michael Wood, p. 20, BBC Publications, 2000]
Movimiento Mira, Partido político de la Iglesia Ministerial de Jesucristo Internacional |
Kaplan describe su libro como una investigación sobre cómo los fundamentalistas cristianos pisotearon la ciencia, la política y la democracia en la Casa Blanca, y demuestra con abundantes datos y estadísticas detalladas el resultado de una intensa búsqueda. Su tesis principal es que, dado el hecho de que el ala derecha cristiana es la base electoral primaria de la mayoría de los candidatos, es de esperar que esto ejerza una enorme influencia en las decisiones de los gobernantes, dicha influencia, según sostiene Kaplan, ha sido fatal. El fundamentalismo cristiano es ferozmente derechista, y esto ha significado que los pobres, así como las minorías étnicas y otros en América se han visto muy afectados por una serie de políticas adoptadas en asuntos sociales vitales. Pero mucho más trágica, por supuesto, ha sido la influencia de la derecha cristiana en la conformación de la política exterior de estos gobiernos. En el caso de los Estados Unidos, los fundamentalistas cristianos han tratado de proporcionar una sanción teológica a la agresión y el imperialismo estadounidense, lo que lleva a Estados Unidos a chocar de frente con el mundo musulmán, trayendo como resultado las matanzas de cientos de miles de personas, en su mayoría musulmanes, en Irak, Afganistán y en los nuevos puntos problemáticos en los que los estadounidenses parecen ser inflexibles.
Kaplan examina los escritos y declaraciones de numerosos líderes ideólogos fundamentalistas cristianos estadounidenses que disfrutan de una estrecha relación con el ala derechista americano para mostrar la fuerza con la que estos hacen eco de su visión maniquea sobre el mundo. Muchos republicanos y conservadores consideran que América está involucrada en una guerra mundial, donde ellos representan al "bien" en contra de las fuerzas del "mal". Esto es precisamente igual a cómo la inmensidad de cristianos fundamentalistas estadounidense ven el tema. Ven su versión del cristianismo como la única verdad. Muchos de ellos consideran que el Islam es "satánico", y a otras religiones como sectas falsas. Esto dispone de forma natural a que muchos fundamentalistas cristianos apoyen, y de hecho peleen, en la guerra contra otras religiones y sus adeptos. Esto se hace evidente al ver el firme respaldo que muchos fundamentalistas cristianos americanos han proporcionado a la invasión estadounidense de Irak y Afganistán y en el apoyo consistente de Estados Unidos a Israel contra los palestinos.
El fundamentalismo cristiano y el Imperio estadounidense van de la mano. Esto se ilustra, por ejemplo, con el fuerte apoyo dado por los cristianos de América a grupos de derecha de las ofensivas imperialistas de Estados Unidos en el mundo musulmán, en el creciente impulso de las sectas americanas y su auge mundial a través del proselitismo agresivo, como el del mormonismo y los Testigos de Jehová. Un claro ejemplo de esto puede verse cuando, tan pronto como Saddam Hussein cayó, los evangelistas cristianos occidentales de Estados Unidos y otros fueron sobre los desafortunados musulmanes Iraquíes, "armados" con ayuda alimenticia, películas sobre Jesús y la Biblia, metidos en una campaña bien diseñada para convertirlos al cristianismo. Los acontecimientos del 11 de Septiembre dieron a este nuevo impulso Cristiano un celo misional, y como Kaplan escribe, desde 2001 el número de misioneros cristianos que trabajan en los países musulmanes ha subido cuatro veces.
Tomado de Pesquisas Mormonas |
A pesar de que no se puede asegurar que un intento expansionista de América puede ser enmarcado en el aspecto religioso a través de estos movimientos u organizaciones, si se puede afirmar que la cultura de globalización americana ha influenciado en los líderes de las mismas a expandir sus dominios a donde la mente poco ilustrada les permita llegar.
Este deseo de expansión representa un aumento significativo de poder, influencia y adquisición económica para los representantes y/o administradores de estas organizaciones que ofrecen esperanzas en la quimera de un futuro maravilloso que nunca llega, a cambio de obediencia completa, sumisión, miedo y dinero, mucho dinero.
Excelente describe de un virus llamado cristianismo
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