El Sexo en la Biblia - Segunda Parte

Continuamos analizando la perspectiva sexual de la Biblia y vamos entendiendo cuales eran los estándares de la época.

Nuevamente analizaremos desde nuestro punto de vista cierto tipo de prácticas sexuales que parecían gozar de aceptación entre los escribas bíblicos, quienes estaban fuertemente influidos por su sociedad y religión. Una vez analizados éstos y otros puntos podrás preguntarte ¿La moral actual está realmente basada en la Biblia o alguien más dijo que así era? Tal vez puedas sacar tus propias conclusiones al terminar tu estudio personal.

Sara y Abraham:


El contenido sexual en el matrimonio de Abraham con su medio hermana Sara (Génesis 20:12) tiene unos matices muy elocuentes sobre ciertos conceptos que son vistos como tabúes en la sociedad actual que, al igual que la homosexualidad, era un tema aceptado entre los personajes que dan vida a las historias bíblicas.

Como nos cuenta la Biblia, debido a que Sara era estéril, tomó a su esclava Agar y se la dio a su esposo Abraham para que pudiera concebir de ella, algo así como un embarazo subrogado, no con la fertilización artificial in vitro que hoy conocemos, sino con el habitual uso del sexo por la obvia carencia de los adelantos tecnológicos y científicos.

Claramente se muestra que las mujeres, en especial las esclavas, eran solo una posesión, algo así como parte del ganado, y que así como un ganadero es dueño del ternero que concibe la vaca, también Sara sería dueña del hijo que su esclava concibiese. Casos similares se conocieron posteriormente a través de la vida de Jacob, nieto de Abraham, cuyas esposas, en la puja por sobresalir como la que más hijos diese a su esposo, usaron a sus esclavas para dicho propósito, dándole a Jacob la oportunidad de tener cuatro mujeres en su haber.  

Abraham es visto por las más importantes religiones del mundo como el ejemplo de vida a seguir, a pesar de que las acciones que se describen en la Biblia sobre él dejan mucho que pensar, tal como permitir que uno de sus hijos, Ismael, fuese llevado al desierto a morir, solo por que su esposa tenía un ataque de celos por una decisión que ella misma había tomado, o que intentara acuchillar a su hijo Isaac, o que se casara con su hermana, etc. A pesar de todo eso, sigue siendo un referente de moralidad y es llamado "amigo de Dios" y "varón perfecto". Tal parece que el estándar moral antiguo era completamente diferente al que por fuerza los "evangelizadores" del día quieren hacernos creer, adaptando su dios a la substancia que ellos han idealizado. 

La sexualidad de Abraham y Sara era bien mantenida, donde vemos a un anciano de cien años embarazando a una esposa de noventa, que ya no tenía "la costumbre de las mujeres" pero que aún sentía "deleite" (orgasmos - génesis 18: 12), y luego de la muerte de ésta, engendrando otros cinco hijos en su vejez.


Rubén y Bilha, concubina de su Padre: Las esposas se heredan


Encontramos también en los textos bíblicos un suceso peculiar sobre Ruben, hijo de Jacob, tomando a una de las concubinas de su padre llamada Bilha, sierva de Raquel, para saciar sus deseos sexuales. Aunque es posible que también lo hiciera para acentuar su superioridad sobre los otros hermanos, debido a que era costumbre que el sucesor y heredero primogénito obtuviese todas las posesiones de su padre, incluyendo las concubinas, como parte del ganado.

22 Aconteció que cuando moraba Israel en aquella tierra, fue Rubén y durmió con Bilha la concubina de su padre; lo cual llegó a saber Israel... [1]

Si bien es cierto que no podemos juzgar las acciones de los personajes bíblicos basados en nuestros conceptos morales actuales, también es cierto que no puede basarse la moralidad actual en un libro tan discordante en sí mismo y tan alejado de lo que pretenden hacernos creer los líderes religiosos actuales que enseña.

Cabe destacar el hecho de que Jacob, habiéndose enterado de las acciones de su hijo, no hubiese tomado acciones correctivas basadas en los conceptos morales que los líderes religiosos actuales pretenden hacernos creer que se vivían en esas épocas, dando a entender que tales acciones no estuvieran enmarcadas como inmorales en su entorno.

Judá y su nuera: la prostitución aceptada


Judá, hijo de Jacob, tomó por mujer a una cananea, y de su unión tuvo tres hijos, Er, Onán y Sela. Luego tomó para Er una esposa de nombre Tamar, quien enviudó rápidamente por que "Jehová le quitó la vida a por su maldad", y haciendo uso de la ley del "Levirato", que consistía en que un familiar de un difunto podía tomar a la esposa de este para "levantar descendencia" al muerto, Judá desposó a Tamar con Onán, sin embargo este no estaba dispuesto a procrear para su hermano:

9 Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano.10 Y desagradó en ojos de Jehová lo que hacía, y a él también le quitó la vida. [2]

Ahora bien, analizando la "maldad" de Onán, vemos que si disfrutaba del placer sexual con su cuñada, "llegándose" (teniendo sexo) a ella, sin embargo a la hora de la conclusión del acto, "vertía en tierra", o en otras palabras, eyaculaba fuera de Tamar, y así no la embarazaba.

Tal acción despertó la ira de Jehova, quien al parecer avalaba la costumbre de que un hombre tomara a su cuñada, y por ser el acto de Onán despreciable por su contenido egoísta y no sexual, Dios le quitó la vida también. Claramente hoy no veríamos con buenos ojos una costumbre así, por lo que no pueden los textos bíblicos ser referentes en estos casos.

Pero la historia no concluye ahí, pues Judá, temiendo que su hijo muriese también en manos de Tamar, ya que creía que era ella quien causaba las muertes de sus hijos, la puso en una eterna espera del crecimiento de su último hijo Sela. Sucedió que Judá quedó viudo también, y un día mientras se dirigía a Timnat a trasquilar sus ovejas, Tamar se disfrazó de prostituta y sedujo a Judá, quien sin los miramientos morales que nos han impuesto los pseudo religiosos del día, fue con ella y sucumbió ante sus encantos y a los "deleites" de la carne, acto que en ninguna parte de la Biblia es condenado.

Entonces tenemos a unos personajes bíblicos que, lejos del idilio que se nos ha intentado plantear, sus actuaciones eran tan humanas como lo son las de hoy, y además, sus conceptos moralistas distan tanto de lo que se nos pretende hacer creer a través de un libro que demuestra que sus estándares se contraponen a los actuales.

  David y Jonatán: la homosexualidad no desmeritada

Parece que la homosexualidad, contrario a lo que se cree, es un tema recurrente en la Biblia, y es tan claro que solo levanta dudas en aquellos que pretenden ajustar el libro a sus conceptos y creencias.

Vemos en la historia del mismísimo David un fuerte romance con el hijo del Rey Saul, Jonatán, quien al parecer quedó enamorado de David desde el primer día que lo vio:

1 Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo.
2 Y Saúl le tomó aquel día, y no le dejó volver a casa de su padre.
3 E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo.
4 Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y su talabarte. [3]

Parece que Jonatán no pudo ocultar el encanto que le causaba la belleza que, según el escritor bíblico, poseía David (1 Samuel 16:12). luego de esta primera "buena impresión", David, por su éxito en la guerra, levanta celos en su "suegro" el Rey, y se ve obligado a esconderse, sin embargo, no pierden el tiempo este par de amantes para verse a escondidas, tomar acuerdos y manifestar sus sentimientos a través de los besos:

1 Después David huyó de Naiot en Ramá, y vino delante de Jonatán, y dijo: ¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi maldad, o cuál mi pecado contra tu padre, para que busque mi vida?
2 El le dijo: En ninguna manera; no morirás. He aquí que mi padre ninguna cosa hará, grande ni pequeña, que no me la descubra; ¿por qué, pues, me ha de encubrir mi padre este asunto? No será así.
3 Y David volvió a jurar diciendo: Tu padre sabe claramente que yo he hallado gracia delante de tus ojos, y dirá: No sepa esto Jonatán, para que no se entristezca; y ciertamente, vive Jehová y vive tu alma, que apenas hay un paso entre mí y la muerte.
4 Y Jonatán dijo a David: Lo que deseare tu alma, haré por ti [...]

17 Y Jonatán hizo jurar a David otra vez, porque le amaba, pues le amaba como a sí mismo [...]

41 Y luego que el muchacho se hubo ido, se levantó David del lado del sur, y se inclinó tres veces postrándose hasta la tierra; y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro; y David lloró más. [4]

Es interesante observar la reacción de Saul al reclamarle a Jonatán por su aparente relación con David, al anteponerlo a su propio padre llegando incluso a enfrentarlo:

30 Entonces se encendió la ira de Saúl contra Jonatán, y le dijo: Hijo de la perversa y rebelde, ¿acaso no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza de tu madre?
31 Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí viviere sobre la tierra, ni tú estarás firme, ni tu reino. Envía pues, ahora, y tráemelo, porque ha de morir.
32 Y Jonatán respondió a su padre Saúl y le dijo: ¿Por qué morirá? ¿Qué ha hecho?
33 Entonces Saúl le arrojó una lanza para herirlo; de donde entendió Jonatán que su padre estaba resuelto a matar a David.
34 Y se levantó Jonatán de la mesa con exaltada ira, y no comió pan el segundo día de la nueva luna; porque tenía dolor a causa de David, porque su padre le había afrentado. [5]

Claramente Jonatán estaba dispuesto a enfrentar cualquier cosa, incluyendo la ira de su padre el Rey Saul para salvar la vida de su amado David.

Y como cereza del pastel tenemos un versículo que es bastante elocuente a pesar de sus pocas palabras:

26 Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán, que me fuiste muy dulce. Más maravilloso me fue tu amor que el amor de las mujeres. [6]

Ninguna mente objetiva puede encontrar una interpretación diferente para esa frase que la de un contenido de amor entre amantes homosexuales, pues para ningún heterosexual puede el amor de un hombre ser "más maravilloso que el de las mujeres". Es claro que los que se escudan detrás de la Biblia para juzgar prácticas y preferencias sexuales contrarias a las suyas, están parados sobre arenas movedizas, ya que dichos textos antiguos no tienen una postura contraria a tales practicas, y al parecer, los antiguos eran más liberales de lo que se nos hace creer. 

No digo que quienes denominan de aberrantes tales prácticas deben dejar de verlo así, al fin y al cabo, cada cual piensa y cree lo que le plazca, pero si dicen basar sus posturas en su libro sagrado, tal vez deberían echarle una leída concienzuda de vez en cuando y así dejar de juzgar las libertades que otros tienen de escoger quienes quieren ser, con base en las palabras prestadas de sus líderes eclesiásticos. Como dijo Fernando Savater:

"Es mejor saber después de haber pensado y discutido que aceptar los saberes que nadie discute para no tener que pensar"  

A lo que yo podría ajustar:

"Es mejor aprender de la Biblia después de haberla leído, meditado y entendido sin prejuicios, que aceptar las interpretaciones de otros para no tener que leer ni pensar" 

Tal vez habrá quien salte a citar a Pablo sobre la constitución moral "aceptable", pero teniendo en cuenta la fuente de los escritos paulinos, su marco histórico, y las intenciones de la "Madre Iglesia cristiana" con dichos escritos, que se contradicen así mismos y contradicen hasta las supuestas palabras del mismo Cristo, cualquier intento de asirse de ellos, cual mico en rama, solo los colocaría en el duro suelo por la fragilidad de la rama. 

Notas:

1 - Génesis 35: 22

2 - Génesis 38: 9-10

3 - 1 Samuel 18: 1-4

4 - 1 Samuel 20: 1-4, 17, 41

5 - 1 Samuel 20: 30-34

6 - 2 Samuel 1: 26