Es natural que al salir del control mental sectario nos sintamos a la deriva, que no tenemos rumbo definido, que todo lo que vivimos es una completa farsa y que el mundo en general es una mentira, esto nos lleva a generar algunas creencias irracionales post-secta, dado el grado de manipulación al que fuimos expuestos, donde se nos adoctrinó la mente a ser susceptible a creer en mitologías y a la superstición.
Hay quienes luego de haber hecho parte de un culto cristiano destructivo, encuentran que los líderes sectarios eran los farsantes, pero que "Jesús no lo era", por lo que continúan su creencia en él sin atarse con normas religiosas u organizaciones definidas, sin embargo, a pesar de que no disto de ésta interpretación, su base fundamental no es la veracidad demostrada sobre la deidad, sino que su fundamento es la misma fe en la que fueron condicionados desde niños, pues al basar sus creencias en el "Jesús bíblico", solamente están basando su fe en la interpretación propia de los antiguos textos, lo que en muchos casos resulta ser la misma dosis de irracionalidad de la que salieron, siendo que la gran mayoría de las sectas, por no decir todas, hacen exactamente lo mismo, fundamentan su doctrina de acuerdo a la interpretación de su líder.
Es común también ver casos de personas que continúan creyendo en su deidad favorita debido a una "experiencia espiritual" específica, a lo cual no le vería nada de malo siempre y cuando ésto no lleve al individuo a caer en las garras de algún otro rufián que pretenda someterlos de la misma, o peor, forma de la que ya lo hizo el anterior. Como ya lo he dicho antes, a pesar de que personalmente no encuentro sentido a la creencia irracional de algún tipo de deidad, no estoy en contra de quienes lo hacen, pues para muchos la fe es indispensable en sus vidas, y por lo general, las personas de fe, las sinceras sin fanatismo, son gente de bien, de gran ejemplo para muchos y viven vidas dignas de elogios, lo que me llena de profunda admiración.
Aquellos que creen en él (en Jesús), se preguntaran por qué yo no creo en el Jesús bíblico, y sin querer demeritar a quienes así lo hacen, sin pretender cambiar sus puntos de vista, mi posición es basada en la falta de evidencias. Hay quienes aseguran que en "sus" vidas Jesús se ha manifestado, que ha cambiado su antigua forma de ser, que les ha ayudado a dejar algún tipo de vicio, que les ha curado alguna enfermedad, etc, para lo cual quizá sean sinceras sus aseveraciones, pero ¿Son aceptables para establecer como verdad absoluta la existencia de Dios? No, no es prueba suficiente el cambio de vida de alguien o el haber dejado las drogas, o haberse "curado" milagrosamente de una enfermedad para afirmar inequívocamente que Jesús es realmente un dios y que Dios existe, pero ¿Por que no? Pues sencillo, por lo siguiente:
- No hay evidencias de la existencia de Jesús, a pesar de hacer uso de supuestas referencias históricas de la antigüedad como los casos de Plinio el Joven, Tácito, Seutonio o Flavio Josefo, etc, en ninguno de esos casos la evidencia es concluyente que indique que se refiere a Jesús y no a otro de los tantos "Cristos", y además si hay serios indicios de que la supuesta referencia de Flavio Josefo sobre Jesús, es una interpolación de un escriba posterior y con muchos deseos de darle a éste una existencia real de la que carecía.
Testimonio flaviano.
"Por este tiempo apareció Jesús, un hombre sabio (si es que es correcto llamarlo hombre, ya que fue un hacedor de milagros impactantes, un maestro para los hombres que reciben la verdad con gozo), y atrajo hacia Él a muchos judíos (y a muchos gentiles además. Era el Cristo (el Mesías)). Y cuando Pilatos, frente a la denuncia de aquellos que son los principales entre nosotros, lo había condenado a la Cruz, aquellos que lo habían amado primero no le abandonaron (ya que se les apareció vivo nuevamente al tercer día, habiendo predicho esto y otras tantas maravillas sobre Él los santos profetas) La tribu de los cristianos, llamados así por Él, no ha cesado de crecer hasta este día". -- Antiquitates Iudaicae, escrito hacia el año 93 d.C, específicamente el libro 18, capítulo 3,3
- El personaje mítico de Jesús parece haber sido construido a partir de otros más antiguos, donde sucesos claves de su vida pudieron haber sido extraído de deidades anteriores, dejando ver que, en caso de haber existido un gran maestro con dicho nombre, Constantino y los jerarcas de la "Madre Iglesia" al querer unificar el imperio a través de la religión, y usando al cristianismo "generado posiblemente" por dicho maestro Jesús y suprimiendo el resto de creencias, anexaron al personaje un sinnúmero de características de las deidades suprimidas, tales como, un nacimiento de una virgen como hijo de Dios, el nacimiento el 25 de diciembre, fecha del "Sol Invictus", tal como Dionisio; la sabiduría desde su infancia, el ayuno por cuarenta días, y la tentación del maligno como en la historia de Buda; la crucifixión y luego resurrección al tercer día al igual que Atis; el bautismo a los 30 años como el caso de Horus, y un largo etcétera, pues es mucho más fácil inocular en un pueblo un dios nuevo si éste es semejante al anterior.
- En el caso de los milagros de sanación, es extraño que alguien pueda basar su fe en un "milagro" personal, pues implícitamente estaría diciendo que es una especie de elegido o ser especial al ser curado él y no el resto de enfermos que a diario mueren por causa de sus males. Además, si se cree que su "sanación" es producto de su fe, entonces ¿por que otras personas de la misma fe mueren de exactamente los mismos males de los que él fue "sanado"?, ¿no sería ésto injusto?. También podríamos añadir un buen ejemplo del impacto universal que las "sanaciones" surten en comparación con la ciencia, tomando como ejemplo los milagros de sanación a los "leprosos" (enfermedad de Hansen):
Enfermo de Lepra de 24 años |
- Jesús sanó a diez leprosos (Lucas 17: 11-19)
- El médico y científico venezolano Jacinto Convit, varias veces nominado al premio Nobel de Medicina por haber ideado una vacuna contra la lepra, gracias a ésta hizo posible que los millones de enfermos con dicha enfermedad puedan ser curados, y que los posibles contrayentes en el futuro puedan ser inmunizados.
Es obvio que el alcance de la ciencia es más universal que el de Jesús, pero curiosamente ésta no goza de la veneración de aquel.
Papiro P-52 |
- El uso de textos antiguos bíblicos como prueba de la autenticidad del Jesús histórico está completamente viciado, al haber sido recibidos dichos textos a través de la misma fuente que hace la aseveración, la Iglesia Católica, quien además es la misma organización que fraguó, junto al emperador Constantino, el uso de la religión y sus adiciones como método de unificación imperial, siendo juez y parte en el argumento.
- La antigüedad de los evangelios datan de fechas tan tardías como 70 d.C. y esbozan a un Cristo completamente diferente al de los escritos de Pablo, cabe señalar también que la supuesta autoría de éste último de la totalidad de las cartas adjudicadas a él está aún muy cuestionada. Además de esto, los manuscritos más antiguos, de donde se desprenden los libros que hoy conocemos, son solo copias de copias de copias, cuya antigüedad oscila entre 125 d.C hasta (el manuscrito de John Ryland, P52; el fragmento más antiguo de una copia de Juan) hasta la introducción de la imprenta en Alemania en el siglo XV. La gran mayoría de esos manuscritos datan de después del siglo X, y dado que la hegemonía de la Iglesia Católica en esa época era evidente, además del uso extremo al dictar leyes, suprimir la ciencia y falsificar documentos, no sería nada sensato confiar en la fuente.
A pesar de todo eso, hay quienes continúan creyendo en la autenticidad de un dios hecho carne llamado Jesús, muchos lo hacen ignorando todas estas inconsistencias, por lo que creemos convenientes traerlas a colación, pero si hay algunos que deciden seguir creyendo a pesar de todo esto, están en todo su derecho, pues el personaje como tal está cargado de enseñanzas que podrían servir si se saben interpretar de forma positiva y sin sumergirnos en el fanatismo.
Ocasionalmente hay quienes aseguran que los ateos somos creyentes también, pues hacemos dioses de otras cosas, la ciencia, el dinero, el estudio, nosotros mismos, etc, cualquiera de esos "dioses" son perfectos para nosotros según quienes piensan así, pero si su lógica fuera cierta, entonces los creyentes serían: a- idólatras los que creen en un dios y hacen de esos mismos elementos sus objetos de cultos; y b -politeístas si creen en un solo dios (Jehová, Jesús, Allah, etc) y también veneran el dinero, el estudio y demás; pues al hacer tal aseveración están diciendo que los ateos somos los únicos que nos interesamos por esas cosas, y además demuestra un profundo desconocimiento de lo que es el ateísmo. Por tal motivo, de la misma forma que no podemos asegurar que todos los creyentes son personas buenas y que no hacen nada malo, o que todos los religiosos son fanáticos que se amarrarían una bomba al cuerpo para hacerla explotar y producir el mayor número de víctimas posible, tampoco podemos decir que todos los ateos hacen de esas cosas sus "dioses".
Para finalizar quisiera recalcar que no es mi finalidad acabar con la fe de nadie, pues como ya lo dije, sé que para algunos es casi tan necesaria como respirar, pero si me interesa demostrar cuales son las profundas incongruencias que tienen las diferentes creencias y denominaciones sectarias y/o religiosas, pues el conocimiento es un derecho de la humanidad, y si alguien decide ser creyente, lo mejor es que CREA luego de SABER en que está fundamentado eso que decidió creer, y no que luego de aceptar un credo de forma ciega, descubra que todo estaba trucado.
Entonces ¿Después de la secta que?, pues sencillo mi amigo, después de la secta está la luz y el conocimiento, la libertad de actuar, pensar y sentir, la libertad de decir "No" cuando no quieras y "Si" cuando quieras. Así que no importa si decides seguir creyendo en Jesús, Allah, Jehová, Elohim o simplemente decides que no necesitas creer en algún ser superior invisible para ser lo mejor que puedes llegar a ser, siempre y cuando tus decisiones sean basadas en la verdad y no en lo que te contaron, y sobre todo, que lo que decidas hacer no perjudique a los demás.
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